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—¡Ashley! —Andrea se levantó del suelo nuevamente, tras ver la escena, pero no se acercó a ella ni hizo nada para detenerla— ¿Qué coño pasa tía?
La rubia no estaba dispuesta a detenerse, y mucho menos calmarse— Sé a lo que vienes y no pienso dejarte hacerlo.
Advirtió. Kahlan llegó al salón segundos después, y se apoyó en el marco de la puerta, cruzándose de brazos y poniendo sus ojos en blanco al ver la escena— Vamos Ash, déjalo ya. No eres mi madre.
—¿De qué hablas? —Jensen levantó las manos intentando parecer inofensivo, y evitó moverse mucho, porque sabía lo letal que podía llegar a ser Ashley sobre todo estando tan cerca— ¿Qué se supone que voy a hacer?
—¡No te hagas el idiota conmigo Ackles! —apretó más fuerte, se acercó a su cara un poco más— No pienso dejar que le des más de esa puta mierda que le das. Te lo advertí, ¡Joder! ¡Te lo advertí!
—Ey, calma —Ashton, que se había levantado igual que los demás, se acercó a ella dispuesto a alejarla, siendo el único en intervenir— Ash tienes que calmarte.
Pero apenas su mano agarró el brazo de ella la rubia le dio con el codo en el rostro, haciéndole retroceder con sus manos en la boca, sangrando.
—Mierda —gruñó Ashley mientras Andrea empezaba a reírse. La rubia se acercó a Ashton y lo miró algo preocupado— ¿Por qué has hecho eso idiota? Jamás te acerques a mi si estoy en esa situación.
Le reprendió mientras él la seguía mirando con las manos en su labio sangrante. Kahlan dejó de mirarlos para fijarse a un descolocado Jensen. Se acercó a él y le sonrió para luego darle un corto beso en los labios.
—Bueno, ya que todo está calmado, ¿Qué coño ha pasado? —cuestionó Andy, que solo le daba voz a los pensamientos de todos aquellos que no entendían nada.
Ashley se dio la vuelta y los miró, aún con la rabia llameando en su mirada— Pasa que esta mierda se le está saliendo de control. Y no se te ocurra negarlo Kahlan.
La morena se tensó, odiaba exponer sus problemas delante de gente que no era cercana a ella como aquellos tres, que no se habían movido de su lugar. Pero detener la rabia de Ashley en aquel momento era prácticamente imposible.
—Ashley, agradezco tu preocupación, pero yo estoy bien —intentó mantener la calma, pues odiaba discutir con ella, pero la falta de aquel maldito fármaco en su cuerpo la hacía perder la compostura— ¿Por qué no mejor te quedas aquí dejando que el novato te siga comiendo la oreja hasta meterte en su cama? Ahora lo tiene hecho, le has roto la boca y es la cuartada perfecta para hacerse la víctima.
Ashley se mordió el labio, y tanto Andrea como Kahlan supieron que intentaba controlar sus palabras, pero por un momento mandó todo a la mierda, no se iba a quedar callada— Me importa poco las tonterías que digas, Kahlan. Si crees que eso me va a hacer parar lo llevas claro. No pienso dejar que te destruyas metiéndote esa mierda. Así que adelante, di lo que quieras, me da igual. Pienso joderte todas las veces que quieras meterte esa mierda.
