Capítulo 1

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Abrí mis ojos con pesadez, recordando que hoy comenzaba el nuevo curso, que hoy comenzaba aquella rutina que tanto aborrecía.

Me levanté de mala gana y me dirigí a la ducha para despertarme del todo. Por suerte las duchas por la mañana consiguen llevarse siempre mi mal humor.

Siempre me levanto con mucho tiempo por mi dilema de cada mañana, qué ponerme.

Abrí el armario y después de mirar toda mi ropa más o menos durante un cuarto de hora, opté por unos shorts negros y una sudadera azul celeste que prácticamente me servía de vestido.

Estuve debatiendo un buen rato si maquillarme o no, no suelo hacerlo habitualmente, pero el primer día de curso me gusta ir algo decente, así que me puse un poco de sombra negra y lo repasé con el delineador para acentuar aún más el negro de la sombra, así mis ojos azules conseguían ser mucho más profundos de lo que ya son normalmente.

Mi mejor amiga Rapunzel, que también es mi prima, suele bromear con que mis ojos son de un azul tan profundo que podría congelar a la gente tan solo mirándoles.

Finalmente me hice una trenza de lado y la dejé reposando en mi hombro izquierdo.

Cuando miré el reloj aún me quedaban veinte minutos para desayunar con calma, aunque no tenía mucha hambre. Por alguna extraña razón estaba muy nerviosa, así que solo bebí un zumo, no quería arriesgarme a que si comía algo más pesado me sentase mal por culpa de los nervios.

Terminé de desayunar, acabé de calzarme y coger la mochila. Al ser el primer día solo llevaba una libreta y el estuche, así que mi espalda lo agradeció bastante.

Cogí el móvil y las llaves de casa y antes de salir me miré por última vez en el espejo de la entrada. Realmente había hecho una buena elección con la ropa y el maquillaje.

Salí de casa y mis ojos chocaron con los de la pelirroja que tenía delante de mí. Por un instante sentí que el mundo se había detenido bajo nuestros pies. ¿Por qué no la había visto antes? No debe de hacer mucho que vive aquí, porque entonces recordaría perfectamente a la chica más hermosa que mis ojos habían contemplado alguna vez. Pero no era así, era la primera vez que cruzaba la mirada con esta chica, y no iba a quedarme con la duda.

''Hola ¿Eres nueva en el edificio?''

Con la más amplias de las sonrisas esperé a su respuesta. Ella se quedó embobada durante unos instantes antes de ponerse a hablar.

''¡AH! Sí, soy nueva, llegué hace un par de días, me llamo Anna, y ¡vaya! No sabía que tenía una vecina tan guapa...espera ¿qué? ¡No! No quería decir eso, o sea, sí que eres guapa, no es que lo piense, bueno sí y...mejor me callo.''

Apartó su mirada un poco avergonzada junto con la sonrisa más bonita que he visto en toda mi vida.

Y yo no pude evitar reír. Además de hermosa es adorable.

''Encantada Anna, yo soy Elsa, y espero que nos veamos muy seguido.''

Le guiñé un ojo y bajé al portal donde Rapunzel ya me estaba esperando afuera con su coche. Entré y le di un abrazo.

Durante todo el camino no pude evitar pensar en la dulce sonrisa de Anna.

Odio las rutinas, que todos los días sean horriblemente repetitivos, pero si todos los días comienzan con su sonrisa, entonces podría soportar que todos los días sean iguales.

En clase la cosa no cambió, no podía sacármela de la cabeza.

Por suerte hoy no era un día muy importante. Al ser el primer día fueron horas y horas de profesores presentando sus asignaturas.

A una puerta de distancia del amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora