A una puerta de distancia del amor.

Capítulo 8.

La semana pasó de una manera horriblemente lenta. Tanto 'Zel como yo comenzamos la primera semana de exámenes, y no exagero al decir que solo he visto la luz del sol para ir a la universidad.

No he podido salir de casa ningún día, he estado encerrada en mi habitación estudiando sin parar. Y lo peor de todo, no he visto a Anna en toda la semana.

Cuando tenemos una semana llena de exámenes. Literalmente. Solo vamos a clase para hacerlos. Y por una gran y cruel casualidad del destino todas mis horas libres no han coincidido con las suyas. Y en sus descansos ha tenido que aprovechar para terminar los cuadros que tenía que terminar para su exposición ya que iba con mucho retraso.

Y ya el domingo por la noche acordamos que no nos molestaríamos durante la semana para poder estudiar y hacer todo el trabajo con calma.

Pero nadie me dijo que esto sería peor que tener el mono por alguna droga. Necesitaba ver a Anna en todo momento.

Ahora estaba a la espera de entrar a clase para hacer el último examen del viernes. No estaba preocupada, pero intentar recordar todo lo que había estudiado a la vez que aguantaba a 'Zel diciendo cada dos por tres ''estoy nerviosa, me va a ir fatal'' y cosas tan 'positivas' como esas. Era un poco estresante.

Y sí. Se ha pasado diciendo eso durante toda la semana con todos los exámenes que ha hecho.

Finalmente entramos a clase para hacer el examen. Me sorprendió que 'Zel lo terminase antes que yo, pero es así de exagerada, siempre piensa en lo peor y luego es todo lo contrario.

Yo terminé el examen un cuarto de hora después. Al salir de clase 'Zel estaba esperándome en los bancos de delante de la facultad. Tenía curiosidad por saber cómo le había ido.

''¿Te ha ido mejor de lo que pensabas, verdad?''

''¡Sí! ¡Me ha ido genial! ¿Y a ti?''

''Supongo que me habrá ido bien. Ya lo sabremos la semana que viene cuando nos den las notas.''

''Pues sí. ¡Y por cierto! Mientras te esperaba estaba hablando con Mérida y me ha dado una idea genial.''

''¿Qué idea?''

''¡Vámonos mañana de fiesta las cuatro! ¿Te apetece? Bueno, ya sé que seguramente tendrás más ganas de quedarte a solas con Anna después de estar una semana sin verla. Pero será divertido.''

La idea de ''estar a solas con Anna'' por una vez no me estaba sonando nada inocente. Pero es que cada vez me costaba más pensar de manera inocente al tratarse de Anna.

''Después llamo a Anna y le pregunto, pero por mi parte genial.''

''Perfecto, entonces ahora avisaré a Mérida de que te apuntas. Y no dudes que Anna vendrá también, debe de tener las mismas ganas de verte que tú a ella.''

''Eso espero. ¿Te vienes a comer a casa? No me apetece estar sola.''

''Claro. ¿Anna aún no ha terminado los cuadros?''

Mientras íbamos charlando fuimos con calma hacia el coche para ir a casa.

''Casi, le he mandado un mensaje esta mañana para ver que tal iba y dice que se pasó la noche haciendo el penúltimo, y que esta tarde hará el último. Debe de estar cansadísima, espero que le de tiempo de hacer el último esta tarde y así mañana pueda dormir hasta tarde.''

''Pues sí pobrecilla. ¿Cuándo los expone?''

''Me parece que de aquí a dos semanas.''

''Entonces ya lo iremos a ver, seguro que ha hecho un trabajo genial.''