A una puerta de distancia del amor.

Capítulo 14.

El sonido del timbre me despierta asustándome. Miro el despertador, tan solo son las ocho de la mañana, ¿Quién podría estar picando al timbre a estas horas?

Me quito las mantas de encima, me levanto de la cama y voy directa a la puerta de la entrada. Al mirar por la mirilla no sé si me sorprende más ver a Anna tan temprano o que haya venido directamente a verme en pijama, no es usual en ella madrugar tanto. Abro la puerta y la miro con preocupación.

''Buenos días, Anna, ¿Qué haces levantada tan temprano?'' Le saludo y ella directamente me abraza. No es como uno de sus efusivos abrazos, es un abrazo delicado y lleno de preocupación. ''Hey...¿Ha pasado algo?'' Desde la discusión con su madre Anna ha estado muy apagada. He conseguido animarla un poco, pero es normal que siga triste...no debe de ser fácil que tus padres te rechacen de esa manera.

''Sí...'' Su voz suena rota, quiere decirme algo más, pero su voz no se lo permite.

''Entra cariño.'' Entramos a casa y llevo a Anna hasta mi habitación. Nos metemos en la cama y la abrazo con cariño. ''¿Qué ha pasado?'' Le pregunto mientras le acaricio el pelo. Anna respira profundamente y comienza a hablar.

''Creo...que mis padres no me van a ingresar el dinero del alquiler.''

''¿Cuándo suelen ingresártelo?'' Pregunto con preocupación.

''El primer día del mes...y ya han pasado tres días, pensaba que sería cosa del banco, pero parece que no...me he levantado pronto para ir a pagarle a la casera pero aún no tenía el dinero. He comenzado a preocuparme y no sabía qué hacer.'' Pensar que sus padres han podido hacer algo tan rastrero como dejar a su hija sin dinero me parece horrible.

''¿Hasta cuándo tienes para poder pagar?''

''Hasta final de mes, pero siempre lo pago a principio de mes porque así puedo administrarme el dinero que sobra para el resto del mes.''

''Vamos a llamar a tu casa, no puede ser que te hagan algo así.'' Anna me mira con preocupación, pero finalmente asiente, accediendo a que llamemos a su casa.

Le paso mi móvil y ella marca el número de su casa. ''Ponlo en manos libres por si tengo que intervenir.''

Si su madre ve que es un móvil desconocido para ella tenemos el doble de posibilidades de que lo coja al menos.

Después de sonar varios toques finalmente alguien lo coge, y para nuestra sorpresa es su padre.

''¿Sí?'' Al escuchar la voz de su padre Anna rompe a llorar.

''Papá...¿No vais a ingresarme el dinero del alquiler?''

''Anna...Siento tanto todo lo que está pasan-'' Antes de que su padre pudiera decir algo más alguien le quita el teléfono.

''¿Qué quieres?'' La fría y cortante voz de la madre de Anna hace que incluso a mí me de un escalofrío.

Anna respira profundamente y se arma de valor para contestarle.

''Quiero saber por qué no me habéis ingresado el dinero del alquiler este mes.''

''Porque no vamos a ingresártelo ni este mes, ni el siguiente, ni ningún otro. Aprende a buscarte la vida a partir de ahora.'' Y sin tener oportunidad de decir nada más, la madre de Anna cuelga.

Anna no dice nada. Se queda mirando a la nada, mientras llora en silencio. La abrazo con fuerza, estrechándola contra mi cuerpo.

Cuando ya no le quedan más lágrimas que derramar, intenta volver a respirar con normalidad, aunque los mocos le dificultan bastante poder lograrlo. Me levanto y voy al baño para traerle pañuelos. Ella se suena y se limpia el rastro de lágrimas. Vuelvo a meterme en la cama y ella se acomoda en mi regazo.