Capítulo 4.

1.3K 97 11
                                    

Me sobresalté al escuchar el despertador, sentía como si solo hubiera dormido apenas cinco minutos.

Había pasado gran parte de la noche dando vueltas en la cama pensando en Anna, lo sé, realmente pienso en ella la mayoría del tiempo. Pero no era pensar en ella simplemente, era pensar en lo que ella me hace sentir.

Desde anoche tenía claro que quería acercarme más a ella, pero no sabía cómo, ni si mi extrema timidez me lo iba a permitir. Tendría que hacer un gran esfuerzo, y si 'Zel tiene razón y esa conexión instantánea fue en los dos sentidos, merecerá la pena intentarlo.

Me levanté de la cama perezosamente y miré en dirección al armario. Hoy no me apetecía arreglarme para nada.

Fui hacia el baño esperando a que una buena ducha pudiese llevarse bien lejos mi mal humor. Pero ni así surtió efecto, hoy todos tendrían que aguantar a una Elsa de muy mal humor por haber dormido mal. Y espero que Anna no lo note demasiado.

Abrí el armario y saqué una sudadera negra y unos leggings azul marino.

Suerte que la sudadera es enorme y me llega hasta medio muslo, así puedo usarla directamente de vestido. Aunque igualmente siempre me aseguro de que los leggings no se transparenten por si acaso.

Me puse mis botas negras de plataforma y fui a la cocina a desayunar. Realmente no tenía mucha hambre así que solo tomé un poco de zumo.

Al ir a lavarme los dientes miré mi reflejo en el espejo y me di cuenta de las ojeras que tenía. Lo malo de ser tan pálida es que por muy pocas ojeras que tenga puedes verlas a kilómetros.

Quería disimularlas un poco con maquillaje pero me daba una pereza horrible, así que las dejé tal cual estaban bajo mis ojos, desenredé mi pelo, lo trencé y fui a preparar la mochila.

Suelo hacerlo antes de ir a dormir, pero estaba tan nerviosa por culpa de Anna que ni me acordé.

Cuando estaba terminando de meterlo todo el timbré sonó y miré la hora. Ya hacía diez minutos que tendría que haber ido a por Anna.

''Mierda.''

Fui hasta la puerta con el corazón revolucionado a mil por hora y abrí la puerta, y ahí estaba parada la chica que me había robado el sueño. Tan hermosa como siempre.

''Pensaba que me habías dejado plantada. Pero cuando he bajado he visto que Rapunzel aún estaba afuera y me extrañó que aún no hubieras salido y comencé a preocuparme por que te hubiera pasado algo. Y...por las ojeras que tienes me parece que has pasado una mala noche ¿Verdad?''

Anna, deja de ser tan dulce porque mi corazón ya tiene que aguantar suficiente tan solo con verte.

Me supo mal hacer que se preocupase por mí, y que pensara que la había dejado plantada.

''Mala no, he pasado una noche de mierda. Y lo siento, he ido toda la mañana con la calma y ni he mirado la hora en ningún momento. Ya estaba acabando de preparar la mochila, en un segundo estoy.''

''No te preocupes. Pero date prisa porque Rapunzel estaba cabreada porque ni le has avisado de que ibas a llegar tarde.''

¿Mi prima es tonta o qué? No sé como voy a avisarle si ni sabía que iba tarde.

Cogí la mochila, me aseguré de que no me dejaba nada y salí junto a Anna hacia el ascensor.

Al llegar al coche de 'Zel la bronca no tardó en llegar.

''¡ELSA, EXISTEN LOS MÓVILES PARA ALGO, NO CUESTA NADA MANDARME UN MENSAJE PARA NO ESPERAR AQUÍ UN CUARTO DE HORA COMO UNA TONTA!''

Sí, estaba muy cabreada. Y cuando mi prima está cabreada tiende a exagerar las cosas de una manera increíble, así que mejor hoy no le molestaré demasiado.

A una puerta de distancia del amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora