Chapter 4

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Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Kishimoto. La historia lamentablemente tampoco es de mi propiedad, esta pertenece a EmbraceDiversity. Esta historia fue beteada por KattytoNebel.

Aclaración: Esta historia tiene lugar dos años después del capítulo 487.

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Capítulo Cuatro

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El Byakugan se fijó en el Sharingan y los ojos de Hinata se ampliaron de forma exponencial, los tomoes dentro de esas profundidades de color carmesí giraban enojados. Con un gruñido que difícilmente podría ser considerado humano, Uchiha Sasuke se apartó del árbol en el que Hinata había sido clavada, obviamente ignorando el kunai y el shuriken incrustados en su espalda.

Se había acabado en «cuestión de segundos». En menos de treinta segundos el vengador caído asesinó brutal y eficientemente a los cinco ninjas restante sin siquiera sudar. El sudor resbalaba por su frente, pero ella se negó a desactivar el Byakugan, tenía que asegurarse de que estaban todos bien.

—¡Mierda! —Escuchó como Kiba se reincorporó a su equipo—. ¿No te «duele»?

—No, Inuzuka, esta mierda hace cosquillas. Estoy a punto de empezar a reír en estos momentos —Hinata escucho el gruñido del Uchiha, obviamente enojado—. ¿Te importa? Sólo no puedo hacerlo, idiota.

Ella perdió el habla, pero escuchó los gruñidos del, ahora, adolescente de ojos negro cuando sus compañeros de equipo y amigos sacaron los objetos afilados que habían sido destinados para ella. Su brazo derecho y hombro izquierdo fueron los más perjudicados, pero ella lucía un buen número de heridas por todo el cuerpo. Las heridas más grandes sangraban profusamente y ella estaba tratando de usar lo poco que conocía de medicina para tratar de detener el sangrado.

El gruñido se detuvo. Todavía en una ligera bruma, lo miró débilmente y allí estaba, su mirada negra aburrido fija en ella. Sus ojos se estrecharon.

—Has perdido mucha sangre —Él observó.

—Yo... yo lo sien...

—Cierra la boca —Ella parpadeó con curiosidad, confundida por su arrebato—. Estoy cansado de escuchar tus disculpas —exclamó. Totalmente de rodillas, ella aun aturdida observó mientras su mano se movió sobre la herida abierta en su hombro, una luz verde suave emergió.

—¿Eres un ninjamédico? —preguntó Kiba, Akamaru hizo su propio sonido curioso.

—No —dijo el Uchiha—. Al igual que Hyūga aquí, yo sé lo básico. Eso es todo. O nos vamos a un hotel, para descansar y encontrar un sanador para Hyūga o dejamos la misión y nos devolvemos a la aldea. De cualquier manera, ella ha perdido demasiada sangre para continuar.

Ella estaba segura de que estaba tan sorprendida como Kiba. Él había dicho eso con el mismo todo de voz que él decía todo, plano, pero era casi como si tuviera...

«Soy su trabajo», se recordó. «Está haciendo esto porque si no lo hace, van a hacerle algo terrible, así que por supuesto, él tenía que cuidarla. Dos meses no van a cambiar eso»

El resplandor se detuvo y vio cómo se arrancó una manga de su camisa y comienzo a envolver a toda prisa las heridas más grandes. Cuando terminó miró a Kiba.

—Encuentra a la chica —Sin decir una palabra más se movió y entonces ella estaba entre sus brazos, haciendo caso omiso de sus jadeos y pequeñas protestas mientras caminaba en dirección contraria hacia el pueblo más cercano.

Un Traidor MarcadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora