Chapter 8

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Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Kishimoto. La historia lamentablemente tampoco es de mi propiedad, esta pertenece a EmbraceDiversity. Esta historia fue beteada por KattytoNebel.

Aclaración: Esta historia tiene lugar dos años después del capítulo 487.

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Capítulo Ocho

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Nakamura no lo sabía, pero su pequeño grupo estaba siendo seguido. Había estado sucediendo durante unos días, y eran alrededor de seis shinobi. Eran un poco inteligentes, ya que se mantenían fuera del alcance estándar de un usuario Byakugan. Desafortunadamente para ellos, el Byakugan de Hinata le permitía ver dentro de un radio de diez kilómetros. Tsunade no había estado bromeando cuando dijo que los ojos de Hinata, eran los mejores de todo su clan, al igual que Neji, era posiblemente el usuario más fuerte del puño suave. Sasuke había aprendido que la extraordinaria capacidad de Hinata se debía a que ella enérgicamente trató de estirar los límites de su visión, incluso podía encontrar cosas pequeñas como insectos y diminutas criaturas. Ella había hecho este entrenamiento por varios años, y ese entrenamiento especial dio lugar a sus capacidades masivas de alcance.

Para ser una kunoichi, ella era fuerte. Durante sus entrenamientos iníciales con ella se había dado cuenta que, aunque su mente estuviera en un lugar diferente. Su taijutsu era sólido y su objetivo era excelente. Podía deslizarse a través de los movimientos del enemigo; y nunca era brusca o torpe. Su antiguo equipo estaba considerado como uno de los mejores equipos de seguimiento. Hinata carecía de fuerza y velocidad, aunque ella realmente no necesitaba preocuparse por ello. El puño suave no se supone que necesitase de fuerza física, la fuerza no tenía sentido. Velocidad, no obstante, era algo en lo que podía trabajar. Se debatió en hacer la oferta; había evitado tratar de entrenarla desde que Tsunade le había colocado como su guardaespaldas. Se encontraba bastante cabreado por eso, realmente no había sido su culpa que ella no pudiera entrenar arduamente; ella no había dicho una mierda acerca de todo lo que hizo durante esos días. Él no era lunático y ella había mejorado. Lo acusaron de ser un «bravucón». Y eso fue sólo una verdad a medias, esa era su historia y él se pegaba a ella.

Con Hinata siendo capaz de ver los movimientos del enemigo, los dos habían pasado un plan sólido y decidieron que Nakamura no necesitaba saber lo que sucedía. Hinata tomó el control de la situación; y él estaría allí para vencer a los espías. Después de tratar con Nakamura y sus sentimientos confusos por Hinata, matar a algunas personas lo hacía sentir un poco emocionado. No hace mucho tiempo matar a otros no significaba nada para él, a menos que fuesen personas de importantes. Matar todavía no significaba nada para él, simplemente no le disgustaba.

Dos días antes de llegar al puerto que los llevaría al País de la Nieve, los seis shinobi atacaron. Era mediodía y los tres viajeros estaban tomando las carreteras principales. No utilizaron señales verbales o físicas; cuando Hinata activó suByakugan y los vio acercándose mientras caminaba delante de Nakamura y al lado de Sasuke. Fue sólo un momento, no lo suficiente para que el hombre rico hiciera un comentario. Ella mantuvo elByakugan activado y justo cuando estaban casi a corta distancia habló:

—En dos metros, dos están al este, dos están hacia el sur de nosotros y los dos últimos están al sureste —Antes de que Nakamura pudiera decir nada, Hinata caminaba a su lado y le puso una mano en su hombro, dándole una pequeña sonrisa—. No se preocupe —Ella lo tranquilizó.

Los dos de los seis shinobi salieron por el suelo detrás de Hinata creando una gran explosión, levantando suciedad y polvo. Inmediatamente se dio la vuelta; con un kunai en la mano. Otro par de shinobi salieron rumbo a Sasuke, quien tenía su espada en la mano y el Sharingan activado.

Un Traidor MarcadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora