Lo prometo

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20 de julio, 2010.

La mayor parte del tiempo me gusta observar a las personas, me gusta ver sus gestos o las acciones que suelen hacer, es divertido, pero últimamente he estado viendo a mamá muy rara y se ve más pálida, seguro está en primeras etapas de resfrió y no ha ido al médico. Justo en este momento me encuentro en el living, viendo a mi hermana menor jugar con las muñecas y a mi hermano mayor jugar con mi primo en la consola. Me levanto del sofá para caminar a la cocina sin antes sonreírle a mi hermana menor Lucy.

—Lu, voy donde mamá —le aviso y ella asiente sonriente sin despegar su vista de la mía, yo la imito y se ríe, ya que acaba de perder. Es gracioso.

—Enana... ¿Nos traes las galletas que están en la cocina? —pide Steve, pongo mis ojos en blanco, escucho una risa a su lado.

—No soy enana, Steve —me quejo cruzándome de brazos.

—¡Claro que sí! —se burla Chad, mi primo.

—No es mi culpa que ustedes sean altos —vuelvo a quejarme y ellos me dan una mirada—. Ah, está bien. Ahora las traigo —sonrío y corro a la cocina.

Me adentro a la cocina y observo a mi madre apoyada en la cocina.

—¿Mami que tienes? —pregunto, ella mantiene su mano en su pecho izquierdo—. ¿Te duele el corazón, mami?

—No, mi amor —niega y me hace una seña para que me acerque—. Ven, cariño —estira su mano y yo la tomo—. ¿Sabes que te amo verdad? —asiento—. Siempre voy a estar para ti, pero quiero que me prometas algo, ¿está bien? —pregunta y yo vuelvo a asentir.

—Está bien, mami, pero ¿me vas a decir que tienes? —interrogo con preocupación mientras le acaricio la mejilla, ella cierra los ojos al sentir mi caricia. Detalladamente observo sus gestos.

—Primero, prométeme que cuidaras muy bien de tus hermanitos, ¿me lo prometes? —asiento nuevamente y ella asiente con una sonrisa—. Te amo mi niña —murmura y me abraza con fuerza, yo la abrazo de igual forma.

—Yo te amo más, mami —le susurro—. ¿Estás bien? —pregunto nuevamente, ella asiente.

—Sí, tiene que ser producto del resfriado —dice viendo hacia otro lado, yo estoy a punto de volver a preguntar, pero suena el timbre—. Hija ve a abrir, tus tías venían en camino —sonrío y corro a la puerta, abro y efectivamente ahí estaban todas mis tías con mis primos.

Los saludo y les llevo las galletas a Steve y Chad. Corro donde Lucy y agarro la muñeca que ella me presta, es una barbie rubia de ojos verdes.

—Ally, mi mami me ablazo muy fuelte hoy —musita dejando de lado la barbie para abrazarme—. Y yo la ablase muy fuelte también, polque yo la quielo mucho... —señala, mientras yo le acomodo el vestido celeste.

—Ambas queremos mucho a mami, ¿verdad? —ella asiente.

Todos pasamos una tarde entretenida, horas después llega papá sonriente como siempre, todos estamos reunidos. Mamá sonríe, abraza a todos fuertemente y disfruta cada minuto. Mamá ama cuando vienen visitas y aún más cuando son sus hermanas con sus sobrinos.

—¡Mamá me vas a asfixiar! —exclama Steve riendo, pero de igual forma la abraza, besándole la mejilla.

—Oigan, yo también quiero —exclamo sonriendo.

—¡Nop, mami yo quielo! —chilla Lucy y todos reímos.

—Vengan aquí mis amores —pide mamá sonriéndonos, nosotras corremos y la abrazamos.

La mataste y yo te destruiré [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora