La mataste y yo te destruiré [Terminada]

23. Pervertido.

22 de junio, 2014.

—Nunca he escuchado de ningún Darren —espeta Will caminando de un lado a otro.

—Me suena, no sé dónde, pero si he escuchado de un Darren —musita Olivia tomando su cabeza frustrada.

—Están poniéndome nerviosa —susurra Bell.

—¿Que tal esta Richard? —pregunta Olivia.

—Está bien, no le pasó nada, solo un rasguño y nada más, fue más el impacto. Tenía un chaleco antibalas —explico.

—¿De dónde mierda saco uno? —espeta Olivia con el ceño fruncido.

—Ni puta idea, Olivia —respondo—. Anoche no pude hacer demasiado, Will lo ayudo y lo dejamos en un hospital. Desde entonces me está carcomiendo la jodida cabeza, ¿quién disparo?

—Un chico desde un auto —dice Jess bostezando—. En realidad, eran dos. Le tome una fotografía a la placa, auto robado, bingo. No tenemos nada.

—Eso fue bueno —admite Michael conteniendo su risa, pero rápidamente se pone serio—. Esta mierda cada vez esta más rara.

—Estoy detestando los autos en todo este tema —admite Will cabreado.

—Era un auto azul —me informa Jess—. Con ventanas polarizadas y robado hace 2 días. De lujo, muy costoso.

—¿Cómo es posible que el estúpido sea parte de esa banda? —suelto la pregunta—. No me cabe en la cabeza.

—En la lista salía un Richard —musita Will—. Demasiadas coincidencias.

—Desde que lo conocí me dio mala espina, era tan obvio. No puedo creer que ese estúpido haya pisado mi casa.

[...]

Me adentro a mi habitación furiosa, agradezco que no haya nadie en casa porque realmente estoy viendo rojo de rabia, Luke me sigue en todo momento. Buscando las palabras adecuadas para todo el lio que tenemos.

La puerta se cierra y volteo a encararlo.

—Ni siquiera te atrevas a hablarme, Zacharias —gruño entre dientes. Luke se queda quieto.

—All, enserio, lo siento.

—¿Lo sientes? ¡Lo siento las pelotas que no tengo, Luke! ¿Por qué no me dijiste? —exclamo—. Tú sabias que Richard trabajaba contigo y no me lo dijiste. ¡Me mentiste! ¡Ese estúpido entro a mi casa! ¡¿Sabes lo que es eso?! ¡Estuvo en mi casa con mi familia!

—¡Ni siquiera sabía que la madre de Richard saliera con tu padre, Allison! ¡Lo supe en la fiesta de Steve! —gruñe cabreado—. ¡Lo supe allí y no quise decir nada para no arruinar el cumpleaños de tu hermano!

—¡Omitiste información importante!

—¡Lo sé, maldita sea! Pero le ordene que no volviera a pisar esta casa, ahora, ¿podrías dejar de estar enojada?

—Claro que no volverá a pisar mi casa, ni siquiera lo dejare respirar cerca de mi familia. ¡Ah, quiero golpearte, eres tan idiota! —resoplo disipando un poco mi enojo y lo empujo, él cae a mi cama y yo me subo arriba de él a horcajadas.

Él hace un movimiento rápido que me deja abajo de él. La situación da un giro exagerado que nos deja en un ambiente comprometedor.

—Ya dije que lo sentía, princesa —susurra sobre mis labios y me besa. Yo le sigo el beso que comienza lento, sin prisas, degustando todo. La rabia se disipa y nuestras manos comienzan a toquetear.