2. No hay vuelta atrás

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10 de marzo, 2014.

Estoy impactada y muy quieta. ¡Diablos! Me advirtieron que algo así pasaría, pero, no creí que fuera a pasarme tan pronto, un arma está en mi sien y no se siente nada amigable.

Joder, nada agradable.

—Te quedas quieta o te mueres aquí mismo —amenaza en un susurro una voz ronca en mi oído.

—¿Qué quieres? —pregunto, tratando de hablar lo más calmada que puedo. Pero fallo, él tiene un arma apuntándome en la cabeza. Y repito, no se siente amigable.

—El jefe quiere hablar contigo —responde—. ¡Así que camina! —ordena y empezamos a caminar.

Escucho la voz interna femenina de mi amiga Bell diciéndome: «Si estás atrapada. ¡Dale donde más le duele!»

Y con algunas clases que tome, agarro su brazo y lo doblo, él grita. Con toda la fuerza que tengo le doy un golpe en su zona baja. Me echo a correr lo más rápido que puedo y un disparo se escucha...



—¡Allison, despierta! —grita mi hermano, me sobresalto—. Mierda, lo siento —se disculpa y yo asiento aturdida.

—Dime que no me quede dormida, por favor —ruego, él niega y suelto un suspiro de alivio.

—¿Qué soñabas? —pregunta, yo lo miro confusa—. Estabas moviéndote en la cama, demasiado.

—Un arma en mi cabeza, eso era todo.

—¿Y me lo dices, así como si nada? ¡Estás loca! —exclama con los ojos abiertos como platos, bufo.

—Estás siendo dramático, Steve. No es nada, solo un sueño, es todo —murmuro, mientras me pongo de pie. Me estiro bajo la atenta mirada de mi hermano, le doy una mirada de reojo y su semblante serio no me agrada.

—Te está trayendo pesadillas, Allison. No me gusta esa mierda, aún estás a tiempo para salirte —dice firme, él se posiciona frente a mí.

—Ahí está el problema hermano, cuando entras no se sale. No hay vuelta atrás —le explico por tercera vez en esta semana.

Probablemente no esté haciendo lo correcto, pero no he matado a nadie hasta ahora. Aún no, o, eso creo.

—¡Joder, Allison eres mi hermana! ¿Crees que no me preocupo? Tú estás en una banda de delincuentes de mierda... —lo interrumpo, esto me cabrea.

—Detente. No somos delincuentes de mierda, más bien somos una banda que lucha por justicia en este país de mierda —lo corrijo con mis puños cerrados, él solo me observa y niega.

—Solo te digo que odiaría la idea de encontrarte con un balazo en medio de la frente, no me gustaría perderte —dice saliendo de mi habitación, suelto un suspiro.

—No me vas a perder, lo hago por ella —susurro para mí.

Me adentro a mi baño y hago mis necesidades para luego lavar mis manos. Cepillo mis dientes y lavo mi cara, me observo en el espejo, estoy pálida. Las vacaciones han acabado hace 7 días, un nuevo año de escuela ha comenzado y yo quiero huir.

No soy mala estudiante, pero hay muchos idiotas en mi escuela, he ido a esa escuela desde los diez años. No sé cómo he sobrevivido. Pero lo que tengo claro es que la vida continúa, pero yo sigo estando con mi corazón roto y sigo sin superarlo.

La mataste y yo te destruiré [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora