27. Estancada.

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14 de julio, 2014.


Me siento muy incómoda en este momento.

James, Marian, Emma y Richard se miran entre sí, Steve y yo nos mantenemos en silencio. Llegamos ayer por la tarde y no hemos dicho ni mierda. Lo cual es extraño y ellos no encuentran la manera de preguntarnos qué paso.

Tengo tanta mierda rondando por mi mente que cedi ante Richard, deje que volviera a pisar mi casa donde esta mi familia, pero obviamente lo amenace, no podía simplemente volver abrirle las puertas de mi jodida casa como si nada hubiera pasado. Además, no podía simplemente cerrarle la puerta en la cara, no podemos levantar sospechas.

Ahora, volviendo al tema, los cuatro saben que algo ocurrió y que eso provocó que regresáramos antes.

—Bien, no soporto más este silencio. Chicos, ¿me podrían decir que pasó y por qué volvieron tan pronto? —pregunta James, sin ningún tipo de rodeo.

Steve traga su comida y yo le doy un sorbo a mi jugo.

—No sé de qué hablas, James —musita Steve, limpiándose con la servilleta. James frunce su ceño.

—Hijo, eres inteligente, sabes muy bien de lo que hablo —murmura papá, su semblante me da entender que está preocupado.

—Nosotros nos retiramos, si es necesario —interviene Emma y James asiente, los tres se levantan y salen del living en completo silencio. Me acomodo en la silla.

—¿Y, bien? —interroga James, suelto un suspiro y fijo mi mirada en mi papá.

—Fue todo un desastre, papá —admito y él me mira—. No volveré a ir, no hasta que ellos se retracten o en este caso, Amelia.

Papá suelta un suspiro y pasa una mano por su cara. Steve levanta la mirada.

—No quiero herirte viejo, pero voy a serte muy sincero —comienza Steve—. Todos ellos piensan que eres el culpable de todo lo que ocurrió.

—Lo suponía. Bueno, tarde o temprano lo iban a decir. Mencionaste a Amelia, ¿ella empezó? —nos pregunta y ambos asentimos—. Esa mujer me odia.

—Toda la mierda fue hacia mi hermana, papá —confiesa Steve, papá dirige su mirada hacia mí.

—¿Cómo estás, All?

—Muy bien, James —me escucho decirle—. Por décima vez, yo no quería ir. Todo esto me dio una lección, la familia es la que siempre te daña.

—Lo lamento mucho —se disculpa papá, apenado.

—Tú no tienes la culpa, viejo —mi hermano palmea su espalda y sale del living.

—Steve está mal —susurra James, yo asiento.

—Afectado y decepcionado —musito—. Todo iba bien hasta que comenzaron a beber.

[...]

Mirar fijamente el techo no es la clave para dejar de pensar en las cosas, es todo lo contrario. Todo viene a tu mente, es como visualizar lo vivido.

—Hola tío —saludo al esposo de Lauren, él sonríe apenado, Lauren debe haberle contado todo lo ocurrido—. Lamento venir tan temprano, pero me gustaría hablar con mi tía —pido y él me deja pasar.

—Está en la cocina —murmura, yo asiento.

Camino a paso decidido hacia la cocina y me detengo en el marco de la puerta. La observo mirar por la ventana, sus ojos se ven irritados y tiene ojeras. Trago duro y me adentro a la cocina, ella al sentir las pisadas voltea, me mira con seriedad.

La mataste y yo te destruiré [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora