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Estaba revisando algo de trabajo cuando pensó en ella. Fue un pensamiento fugaz mientras terminaba de leer un correo enviado por uno de los publicistas de su agencia. Hubiera podido dejarlo pasar en un instante, pero en lugar de eso, redujo la ventana del correo y abrió una página de Google donde cliqueó el nombre de Haeri, solo para comprobar que varios miles de habitantes en Corea se llamaban de ese modo. Ella podía ser una de esos miles o no ser ninguno, porque tal vez su nombre no era Haeri en lo absoluto. Si ella le hubiese permitido ver la información de su carnet, ahora mismo no estaría como un completo stalker o una de esas chicas sasaeng intentando averiguar en un buscador masivo alguna pista de su incierto paradero.
Suspiró, llevándose las manos a los ojos para frotarlos. Entonces se dio cuenta de que estaba cansado. No solo física, emocionalmente también. Cansado de fingir que las cosas podían continuar en ese estado neutro para siempre, como si no hubiese ninguna posibilidad de estar mejor, aunque sabía que en realidad la había.
Haeri. ¿Por qué no podía sacarse de la cabeza la imagen de esa muchacha? Tal vez porque le había gustado el sexo. O tal vez porque ella era ese trozo de línea que se salía de su camino recto y perfectamente parejo. Porque ella era una ínfima grieta por la que se filtraba algo de luz.
Volvió a cliquear su nombre en el buscador. Varios miles de Haeris en Corea. Al menos unas cientos solo en Seúl. Pero, ¿Cuántas de esas Haeris podrían tener tanto dinero? El número probablemente debía reducirse bastante. Solo unas docenas. Y si relacionaba su inocencia con algún fanatismo religioso, entonces se le ocurría que no habría más de unas cuantas en todo Corea. Pero aún seguía sin saber cómo encontrarla.
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Algo sobre la mesita de centro llamó su atención. Una revista, pero no cualquier revista. La revista con alguno de esos rankings que se afanaban en resaltar cuan asquerosamente exitosas y ricas eran algunas personas. YoonGi nunca había estado interesado en eso, pero en aquella oportunidad se acercó a la mesita y le echó una ojeada a la revista porque estaba seguro de haber captado una persona al que su paragón era muy parecido de la que estaba buscando.
La mujer a la que atendía esa noche lo llamó desde la puerta del baño para decirle que buscara algo de beber en el bar. YoonGi asintió distraído, aun con los ojos fijos en la portada de la revista. Reconocía a ese hombre. Lo había visto en otra oportunidad decorando alguna otra portada, pero esta vez fue consciente de que ese hombre le recordaba a alguien. Una mujer que tenía las facciones muy similares a él.
Haeri.
Tomo la revista y la abrió en la primera página de la entrevista. Con letras de un intenso color metálico se leía: Kwon Joon, el hombre detrás del Imperio. Sin necesidad de leer el contenido no le cupo duda de que había dado con la gran y más importante pista que tanto necesitaba.
Ella estaba muy cerca.
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Vaciló un instante en la puerta antes de decidirse a entrar. Apenas lo hizo reconoció más de un rostro entre la multitud de selectos socios e invitados. Rostros de mujeres, de clientas. Aquella era la cueva en la que se refugiaban el resto del tiempo que no estaban hostigándolo a él. Experimentó la imperiosa necesidad de largarse de allí antes que ese aire lo contaminase también a él, pero se detuvo cuando recordó que no estaba en ese lugar por ellas. Ninguna de esas mujeres lo habría hecho entrar a un lugar como ese, y la que lo había hecho no era en lo absoluto como ellas. Por eso debía encontrarla.
Su aspecto físico atrajo la atención muy pronto. Varias mujeres e incluso algunos hombres se le quedaron viendo cuando él ingresó al salón principal. YoonGi apenas se había detenido a chequear qué era lo que se estaba celebrando, pero incluso aunque no lo sabía ni había estado jamás allí, su apariencia se mimetizaba muy bien con la del resto. Era como si él siempre hubiese formado parte de ese círculo.
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God Of Sex [ADAPTACIÓN]
FanficEsta es una adaptación hecha sin fines de lucro, de Fan para Fans Todos los derechos de esta obra corresponden a su autora original Valentina Donoso. Crd de Autora: DonnaKey © Historia original: ZOU © ... Haeri está por cumplir los 23 años...