Capítulo 17

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...

Año 2010.

Yoongi la observó desde la distancia. Ella estaba sentada sobre la cama con las piernas cruzadas y una expresión distinta a la que solían mostrar las demás mujeres que llegaban hasta allí. Preocupación. Aquella mujer estaba preocupada por algo.

- Ven aquí - pidió con fingida voz de autoridad. Yoongi se acercó a paso lento hasta que estuvo frente a ella y sus piernas se rosaron - Ponte de rodillas - ordenó.

Él así lo hizo. No aparto la vista entonces, viéndola a considerable disparidad. Ella también sostuvo la mirada y durante un rato no hubo ninguna palabra entre ambos. Silencio, uno calmado y que podía ser peligroso porque Yoongi nunca sabía cuál era el verdadero carácter de ese tipo de mujeres. La mayoría estaban locas. Pero ella parecía demasiado cuerda...

- ¿Quién está detrás de Suga? - preguntó ella en voz baja. Una de sus manos acarició la mejilla de Yoongi con cuidado. Él no hizo ningún gesto. Siempre serio.

- Cualquiera. Soy todo lo que usted quiera que sea - respondió con la voz seductora y aterciopelada.

- ¿Y si quiero que me abraces? ¿Lo harías? - cuestionó ella. Sus ojos brillaron apenas un instante con añoranza. Yoongi nunca había visto ese sentimiento en otras mujeres.

- Por supuesto - aceptó. Ella se puso de pie y se acercó para que él la estrechara en sus brazos.

Yoongi era más alto de modo que ella quedó acunada a la perfección. Sintió como le clavaba los dedos en la espalda, por encima de su traje de etiqueta.

- ¿Me deseas, Suga? - quiso saber ella.

Tenía la boca apretada contra la chaqueta negra de Yoongi. Él respondió que sí, porque era lo que debía hacer. Ella pidió que la mirara y también lo hizo. Que le dijera que era hermosa, que la amaba, que era todo su universo, que por ella dejaría todo su maldito mundo famosillo y de excesos para formar una familia. Yoongi entendió enseguida que esa mujer esperaba proyectar en él a alguna pareja o novio con el que no conseguía todo eso que deseaba. Y experimento algo de empatía porque él se sentía del mismo modo. Nunca nadie le había dicho un simple te quiero o te amo, y el único que lo había tratado con cariño alguna vez había resultado ser un embustero.

- Repítelo... - pidió ella - Eunji, te amo. Vamos a ser felices para siempre. Todo lo que te dije alguna vez es cierto y pienso cumplirlo. No soy un maldito canalla... -

Pero antes de que Yoongi pudiera decírselo, ella se echó a llorar en sus brazos y no se despegó hasta que consiguió calmar un poco el dolor de su alma. Estaba desilusionada de la vida, tanto como él. Yoongi acarició sutilmente sus largos cabellos pelirrojos para regalarle algo de calma, pero no sabía muy bien cómo calmar el corazón de otra persona cuando jamás nadie había querido calmar el suyo alguna vez.

...

Año 2011.

El último día de tratamiento llegó antes de lo que Yoongi se hubiera esperado. Como había actuado acorde a las indicaciones de los médicos, en menos tiempo del presupuestado ya se encontraba bastante recuperado. La psiquiatra lo despidió diciéndole que ya podía irse a casa, pero a Yoongi se le hizo extrañamente cómica aquella frase. Ir a casa. ¿Cuál era su casa, en realidad? ¿La guarida de Dongwon podría ser alguna vez su hogar? No respondió nada al respecto, pero recibió agradado el número de teléfono de ella por sí necesitaba a alguien con quien conversar. Ella sabía que había algo más profundo, a pesar de que él jamás quiso decir mucho durante las sesiones, y tal vez Yoongi se atreviera a revelárselo... algún día.

God Of Sex [ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora