—¿Fue la comida? —preguntó Gissela que se esforzaba por reanimarnos a Wolfram y a mí, un par de medio muertos ya después de desechar la comida de quizá una semana entera.
—Pues a menos que sea algo que solo comimos Wolfram y yo, no lo creo —dije.
—Tienen la presión baja, espero que esto no sea un virus —dijo mi amiga y rodé los ojos, lo último que quería era enfermarme.
—Yo no quiero enfermarme —lloriqueó Wolfram y mi sangre comenzó a arder.
—No seas llorón, Wolfram —bufé furiosa, logrando que el llanto del rubio aumentara, lo que a su vez aumentó mi irritabilidad.
—Mejor separémoslos —dijo Gissela— porque aquí hay alguien con humor de matar a Von Bielefeld.
La acribillé con la mirada escuchando como Yuri y Wolfram salía dela habitación. Aunque no es como si eso le hubiese hecho daño.
—Von Bielefeld está muy sensible —añadió intentando tranquilizarme.
—Parece nena —señalé frunciendo mi entrecejo y cruzando los brazos.
—Y tú estás muy irritable... par de hormonales —dijo despertando en mí una inquietud bastante preocupante.
—Hor...mo...nas —balbuceé y comencé a reír como una desquiciada.
Haciendo memoria, recordé una cosa que ambos habíamos bebido y que podía ser responsable de que estuviésemos en el estado en que estábamos.
»Probé la poción —musité—. Después de eso... ¡oh por Dios!
Acababa de entender lo que me había sucedido esa noche en que, por primera vez, me había entregado a Conrad. Porque sobra mencionar que, desde hacía tres meses que había pasado eso, nos habíamos seguido encontrando sexualmente.
»Las hormonas debieron afectarlos a ellos, por eso pasó... ¡Diablos! Eso significa que estamos... —la siguiente palabra en mi oración se quedó atorada en mi garganta.
—No entiendo nada de lo que estás diciendo —dijo Gissela pero no me quedé a explicar, salí casi corriendo a la habitación de Wolfram.
Entré azotando la puerta y haciendo saltar al chico rubio en la cama y al pelinegro que se encontraba cerca de él; caminé con pasos rápidos y con los puños apretados.
—Esto es tu culpa —dije montándome en la cama de Wolfram y cerrando con mis puños el cuello de su camisón.
—¿Qué es lo que estás diciendo? ¡Baja inmediatamente de la cama! —exigió Yuuri queriendo apartarme.
—¡No me toques! Este no es tu asunto, así que sal de aquí si no quieres que las cosas se pongan realmente feas —amenacé.
—¿Estás loca? —preguntó el Maou.
—Haz que salga de aquí —exigí a Wolfram— o haré tu más preciado sueño añicos. Casi lo tengo en mis manos —dije acercando mi cara a su rostro, haciéndolo respingar de nuevo y pedir a Yuuri que nos dejara solos.
Y, aunque al principio se negó, terminó saliendo de la habitación.
—¿Qué quieres decir con que casi lo tienes en las manos? —preguntó Wolfram asustado.
Lo solté, bajé de la cama y caminé de un lado a otro en su habitación. No lograba encontrar la manera de informarle nuestra actual situación.
»Dime que está pasando, por favor —pidió e informé—: Estamos embarazados.
Continúa...
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UN BEBÉ PARA WOLFRAM
FanficEn la vida hay muchas cosas que parecen imposibles, pero quizá solo hay que perder el miedo a fracasar e intentar para poder lograrlo. Wolfram quiere sobre todas las cosas encarnar su amor por Yuuri, pero no ve manera de hacerlo, al menos no a...