Capítulo 25 - Flashback

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Narra Donghae

Un año después.

Mi hermano estaba llorando en casa. Mi tía lo curaba, decía que un perro lo había mordido, al parecer este se parecía nuestro extraviado perro, así que Henry lo había intentando acariciar. Este hombre no entiende, no le basta saludar perros en la calle.

Henry cuenta que una joven lo había salvado lanzándole sus zapatos y su maleta, para luego seguirlo a palos. Definitivamente Henry aún no podía cuidarse sólo y aún tenía dos años y más para salir de allí.

Mi tía pidió que alcanzara a la joven, decía que ella también estaba herida en su mano derecha.

Corrí a buscarla y encontré a Lyn, había sido tanto tiempo desde cuando la había tenido así de cerca. Pasé junto a ella, ella me miro pero continuo me ignoro, más bien me trato como otro persona más de la calle.

¿Qué debía hacer para que no me olvide?

Iba a buscar a la joven, pero pronto me percaté de su mano, estaba cubierta con su chompa, así que asumo que estaba herida.

-¿Puedo ver tu mano?.- Me acerqué a ella, haciendo que se detenga.

-No.- Camino. En su mirada se reflejaba que estaba adolorida.

-El niño que ayudaste es mi hermano menor.

-¡Ooooh! ¿Está bien?.- No le preocupaba ni un poco su mano, ni la sangre que ahora manchaba ya chompa. Ella trato de esconderla.

-Vamos con mi tía, ella te ayudará.

-No estoy bien. Vivo cerca ya me curaran allá.- Iba a continuar insistiendo pero entonces interrumpió un tipo.

-¿Lyn que le pasó a tu mano?

-Se lastimo un poquito, estaré bien.

-Para nada, ven.- Le hizo un ademan y ella pronto estaba siendo cargada.

Él se la llevo lejos.... Esta no sería la primera vez que desaparecía ante mis ojos. De nuevo no le dije ni mi nombre.

***************

No recuerdo muy bien, creo que era cuarto año de secundaria cuando la vi con su novio.

Era triste, ¿pero que podía hacer?. Se trataba del mismo joven de aquella ocasión del perro. Se la veía tan feliz de la mano. Jamás la había visto reír tanto, comprendí que ese era mi destino, verla crecer desde lejos, ser alguien sin importancia en su vida. Aún conservaba el pañuelo y la sombrilla, decidí desechar todo, pero me fue difícil , así que no lo hice.

Poco después mi padre llego a casa de mi tía, pidiendo perdón por dejarnos. Con Henry nos sentimos los más afortunados, incluso nos llevo a vivir con él y nuestra madrasta. Al inicio todo era incomodo pero alegre, ya saben, no puedes llegar a casa y fingir que nada paso. Aún así nos acomodamos.

La felicidad duró casi dos años y medio. La situación no daba para más, la comida ya no era agradable, gritos por aquí y allá, todo a causa de la incomodidad de mi madrastra ante la llegada de su hijo. Según ella le quitaremos lo que le pertenece. Salimos de nuestra casa por segunda vez.

Henry estaba harto de todo, así que prometió que empezaría los trámites para entrar a la marina. Por mi parte estaba a meses de terminar el colegio, al tiempo que preparaba mis pruebas de ingreso a la universidad.

Varias veces fui a casa de mi tía con la esperanza de ver a Lyn. Una vez tuve suerte, aunque no se que tan afortunado fue encontrarla con su novio y esa fue la última vez que la vi, casi hace 1 año y medio.

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