Capítulo 30

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Narra Lyn

Observo a mí alrededor. Bostezo, los huesos de mi espalda crujen. He dormido muy bien.

Regreso a mis cálidas cobijas.

¿Desde cuándo tenemos ese armario? Me concentro en conciliar el sueño. Supongo que mi madre remodelo.

Un momento...

Esa mesa, ese televisor... esta cama. ¡Mis cobijas!... Esta casa no es mía.

¿Dónde rayos estoy?

Luego de mi examen de conciencia, lo último que recuerdo es yo llorando en las piernas de Donghae.

Estado actual: avergonzada.

Soy una terrible persona. No vuelvo a beber de esta forma. He aquí mi última salida. Sólo ruego estar en una casa con alguien conocido.

-¡Hola hermosa!- Casi caigo de la cama. Tomo las cobijas e intento cubrirme como si estuviese desnuda.

-H-Ho-Hola.- Frente a mí se encuentra un joven menor a mí. Bastante sonriente. ¡Por favor díganme que no abuse de un menor!

-¿Cómo amaneciste?

-¿Eh? ¿Yo?.- Asiente mirándome muy feliz.- B-Bien creo... ¿Dónde estoy?

-¿no lo sabes?... ¡Bahhh!.- Frunce el rostro.- ¿Te olvidaste que pasamos la noche juntitos?

-¡Ay no!.- Me tomo de los cabellos y abrazo de las rodillas. Soy lo peor que existe.

-Eso no decías ayer. Estabas tan feliz de tenerme y yo de tenerte. Fue una noche maravillosa.- Se sube a la cama y gatea hacia a mi.- ¿Te gustó?

-Lo siento mucho. Perdóname... Debo irme.

-Las mujeres son así. Todas. Te usan y luego te botan.... Hasta cuando señor. ¡Hasta cuando!

-Algún día encontraras a la adecuada, y esto quedara como recuerdo.- Acaricio el cabello del joven. Se ve triste.

-¿Enserio no me recuerdas?.- Acorta nuestra distancia y caigo sentada con las cobijas. Demasiado cerca.- Jajajajajajajajaja.

Lo veo retorcerse de la risa en el piso. ¿Qué tiene de divertido esto?, hace una rato juraba que iba a llorar y ahora va a llorar de la risa.

Me ayuda a levantarme. Creo que me metí en la casa de algún loco.

-¿Enserio no me recuerdas?

-No.

-Eso es una lástima, bueno no te debo nada.- Lo veo desconcertada. No le encuentro la lógica a esto, tal vez este soñando.

-Bueno, ¿puedo saber que pasó aquí?

-La verdad lamento haberte asustado. Pero no dormiste conmigo, más bien con mi hermano... mucho gusto mi nombre es Henry y Donghae es mi hermano.- Carraspeo asombrada.

-¿Tu-Tu-Tu hermano?

-Si mi hermano... Y debo confesar que no me dejaron dormir. Hasta que mi tía lo saco de las orejas de aquí..- Caigo al suelo sintiendo mis piernas desvanecerse. Eso ha sido todo. Si quería embarrarla ahora lo hice y con los máximos honores.-No me digas que eso no te acuerdas, eso sí es un problema.

Estoy en el piso. Por favor recójanme con una pala. Creo que la idea de haberme aprovechado del joven sonriente era mejor que Donghae. ¡Qué estoy diciendo!, mi juicio se desvaneció ayer y drenó mi cerebro.

-Querida cuñada, quiero muchos sobrinos.- Sigo fundida en mis pensamientos.

-¿Eh? C-claro.

Al poco tiempo llega una mujer a la habitación, Henry le grita tía. Más gente, más grande el problema.

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