Te estuve esperando

Capítulo 48

Narra Lyn

Las actividades en la universidad se intensificaron, el fin de semestre me traía loca.

Afortunadamente acabó. No es muy fácil concentrarse con una ruptura en mente, aunque ahora me siento más tranquila, ya no hay tema que dé vueltas en la cabeza.

Me he comportado de la mejor manera con Donghae, lo he saludado como a todos. Al inicio él no me permitía tratarlo normal, pues se pasaba pidiendo hablar de algo que estaba más que cerrado. Como dice Leeteuk, soy una bipolar, lo extraño. Y me alegra verlo más tranquilo.

Con Yesung hemos estado ordenando los preparativos del viaje, aunque la última semana lo descuidamos por los exámenes. En definitiva el viaje estaba listo, muchos piensan que se trataba de un viaje de placer, pero no es el caso, es una labor social que hacemos para completar créditos en la carrera. Nuestra labor es simple, debemos realizar unas encuestas en un pueblito costero, se debe encuestar a todos los habitantes, evaluando su modo de vida, la calidad de sus casas, entre otras actividades.

Nuestro curso es de 23 personas, así que el maestro organizó grupos de 4 personas, y uno de tres. Si se preguntan quién era el grupo de tres, no éramos nosotros, Hyuna decía que era hora de volver a ser amigos. Yo fingí que no me importaba, quién no podía fingir en lo absoluto fue Yesung.

Para reducir gastos, se decidió alquilar una casa, tampoco había acogedores hoteles a la vuelta de la esquina. Desayunaríamos y merendaríamos en la ciudad, aprovechando el bus.

El viaje duraría 21 días, tal vez no era tan pequeño el pueblito, lo que sí, era olvidado por Dios, de puro milagro había luz y agua de dudosa procedencia. No había vías transitables, eso dificultaba la labor, debíamos hacerla caminando. Aquel que termine pronto, tenía el resto de tiempo libre, o en defecto, podía regresar a casa.

*

El día del viaje llegó. Llegamos al pueblo a medio día, aprovechamos para desempacarlo todo, las chicas ocupamos el segundo piso de la vivienda, y los chicos el segundo. Nuestra casa se ubicaba hacia la entrada del pueblo, no pudimos conseguir algo más cerca de la ciudad porque sería más caro.

Por la tarde fuimos a conocer un poco la ciudad, compramos cosas para nuestro almuerzo, era un pueblo precario, no podíamos darnos el gusto de pedir comida. Sobretodo aprovechamos el tiempo viendo el atardecer a las orillas del mar.

No faltó la ocasión en la que desviara mi mirada del horizonte para ver a Donghae. Verlo con esa hermosa puesta de sol, me hacía pensar en lo mucho que deseaba estar los dos viéndola, sin compañeros de por medio.

Los tres primeros días nos las pasamos conociendo el viejo pueblito, ya sabes buscando accesos para no perdernos. Luego de ese tiempo nos separamos en grupos.

La situación no era muy confortable que se diga. Prefería no hablarle a tener que simular que las cosas marchaban bien. ¿Cómo podía estar tan tranquilo de esta forma?, yo estaba al borde del colapso, sin duda permanecer así no me ayudará a olvidarlo.

Fuimos a visitar una familia, ¡Santo cielo!

Lo digo porque primero tuvimos que caminar por casi tres horas, y no precisamente en línea recta y sobre plano. ¿Por qué vivían tan lejos?

Y aún más importante.... ¿Por qué la costa tiene montañas?, pensaba que todo iba a ser sol, playa y arena, bueno en lo del sol no discuto, pero si le bajaran unos cuantos grados de intensidad no me enojaría. Me estaba literalmente cociendo viva.

Y si yo ya moría Hyuna hace siglos hubiera muerto, ya mismo ese sería mi destino. Se tomó todita mi agua.

-Es la primera y última vez que hago este tipo de labores.- Dijo Yesung una vez que cayó rendido bajo la sombra de un frondoso árbol. Luego todos fuimos cayendo uno tras otro.