Capítulo 45

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Cierro los ojos luego de darme una ducha de dos horas, mi padre estuvo a punto de matarme por tremendo aspecto que di al llegar a casa. No debe ser agradable que su hija llegué a casa bañada en cerveza, por suerte mi madre lo convenció de no matarme, pues según ella mi juicio era bastante bueno. Sin embargo me he ganado 1 mes de castigo, de hecho el castigo se prolonga, pero el viaje de fin de semestre me ha salvado.

Mi juicio era bueno, pero no por mi estado etílico, sino por el beso de Yesung.

Desde que subí al taxi de regreso me he limitado a contestar llamadas, ni siquiera quiero pensar en eso. Incluso he venido sola.

Enciendo mi celular y lo primero que encuentro son varias llamadas perdidas, mensajes de texto y de voz, de Donghae, mi madre, Hyuna, el novio de Hyuna, Hye y finalmente Yesung.

Flashback

Los labios de Yesung aprisionan los míos. Me ha tomado por sorpresa, mis ojos permanecen abiertos, no se trata del mismo juego de sensaciones que experimento con Donghae, más que un beso yo prefiero llamarlo un roce de labios.

Pasaron escasos segundos, todo el alcohol ingerido ha sido drenado.

-¿Qué haces? ¡Sabes que tengo novio!

-Lyn me gustas.

-Lo lamento Yesung pero quien me gusta es Donghae, además somos novios y con lo que acabas de hacer me has convertido infiel... ¡siento que le he sido infiel! – Yesung camina atrás mío, sujeta mi brazo pero de inmediato lo retiro abruptamente.

-Lyn no has sido infiel... En realidad me gustas. Lyn yo puedo darte estabilidad, conmigo no sufrirás pensando en cambios de humor, no habrán celos porque confiaré en ti, te llenaré de momentos felices. Lyn tan sólo...

-¡Cállate! – Quedo en cuclillas sobre el piso. Quiero llorar.- Yesung, olvídate de mí, olvida todo esto. No debí darte alas, debí alejarme en cuanto tuve tiempo. ¡Lo siento! – Corro lejos, tanto como puedo. Quiero pensar.

Fin flashback.

El fin de semana acaba, mi castigo ha empezado, pero eso es lo de menos. ¿Qué cara daré a Donghae ahora? Sus sospechas y supuestos celos sin fundamento eran correctos, pero no puedo quejarme, fui advertida.

Ni modo Lyn, cada acción implica una reacción, eso dice la tercera ley de Newton y ahora debo ver asumir la reacción.

Al llegar a clase, varias miradas posan sobre mí. Muchos compañeros me saludan, cosa que no era muy común, algunos me felicitan y dicen esperar por la siguiente fiesta, el resto ni siquiera sé porque lo hacen.

Incluso Hye me saluda, ante la sorpresa de su amiga, de Hyuna y por supuesto la mía. No sé qué tan bueno sea llevarse con ella, pero mejor tenerla cerca y bajo cuidado.

Quien no saluda es Donghae, mi corazón duele. Yesung tampoco me saluda, más bien yo prefiero no saludarlo.

¿Sabrá algo Donghae?

Nadie me vio según yo, es algo que ha quedado entre los dos, aunque con gente merodeando.


Intento hablar con Donghae varias veces, pero parece no querer hacerlo. A la salida, lo he llamado y ha dicho que tiene que ver a su hermano. ¿No se supone que las visitas son una vez al mes?

Al día siguiente hago lo mismo, y recibo lo mismo. No hay saludo, no hay despedida; y así continua mi sufrimiento por cuatro días más, al tercer día tuve algo de suerte según Donghae podría conversar conmigo el Martes de la otra semana. No quiero ser la novia desesperada, por eso no lo presiono. Siempre queda la excusa, gritarlo en público no puedo hacerlo, queda esperar.

Te estuve esperandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora