Capítulo 8

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Había pasado una hora desde que me había echado a descansar y Frankie vino a despertarme.

-Guapa la comida ya está.

-Ya bajo, por cierto me llamo Lucy.

-Vale Lucy, Mike nos está esperando, vamos.

    Bajamos a comer y antes Mike me examino las heridas, me dijo que estaban curándose bien y me cambió el vendaje para que no se me infectara. Comimos tranquilamente y me contaron cosas interesantes sobre ellos. Después conversamos tranquilamente y al ver la hora me despedí de ellos y seguí mi camino. Estaba agradecida de que me hubieran ayudado y les prometí que volvería con mi familia a verles. Pero también estaba ansiosa por llegar a mi destino y descubrir si Josh era el autor de este dolor inmenso que persistía en mi corazón. Fue un camino largo pero por fin llegue al lugar, era una casa más sencilla y busqué porque lado podría colarme. Forcé una ventana de una habitación y entré por ella al interior de la casa. Fui revisando una a una cada habitación pero no había rastro ni de Jason ni de Blanca. Entonces me quedé quieta y escuché detenidamente, alguien se estaba acercando. Me quedé totalmente quieta en la esquina del pasillo con un cuchillo en la mano esperando a que Josh pasara. Entonces le cogí y le puse contra la pared con el cuchillo en el cuello. 

-¿Dónde están?

-¿Quién eres? ¿Cómo has entrado?

-Eso da igual, donde están Jason y Blanca.

-No sé de quién me hablas.

-No me vengas con tonterías, si no los tienes tú los tendrá tu hermano, así que dime todo lo que sepas.

-Yo no sé nada lo juro.

-No estás en posición de mentirme, con un solo movimiento acabaré con tu vida así que dime que sabes.

-Solo sé que vi un día a mi hermano que vino a verme y en su coche habían un hombre y un bebe que lloraba, no sé dónde se los llevo yo solo les vi en el coche, no se más te lo juro.

-Son ellos, he de ir a buscarles, no digas a nadie nada de esto.

-Está bien pero déjame acompañarte, yo nunca estuve unido a mi hermano solo vino a pedirme un favor al cual me negué, nos odiamos y si te ha hecho daño quiero ayudarte, se de varios lugares donde le podemos encontrarle y puedo entretenerle para que puedas actuar.

-Está bien, pero estarás bajo mis órdenes.

Cogió su moto y yo la mía y nos encaminamos a la casa de su hermano, ya les sentía más cerca de mí, más cerca de encontrarles. 


Personalidad Confusa: el regresoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora