Personalidad Confusa: el regreso

Capítulo 19

Era por la mañana, Jason se había ido a trabajar y Blanca acababa de despertarse. La cogí y bajé para darle el biberón cuando llamaron a la puerta. Me extrañaba que alguien viniera a esas horas a mi casa. Eché un vistazo por la mirilla y vi que era Josh, sorprendida abrí la puerta.

-Hola Josh, ¿Qué haces aquí tan temprano?

-Pensé en venir a hacerte una visita, no se de ti desde el hospital.

-Pasa no te quedes ahí de pie.

Josh estaba intranquilo entonces sospeché que algo sucedía. Le pedí que cogiera a Blanca y fui a la cocina a lavar el biberón y prepararle una infusión para calmarle. Volví de la cocina, cogí a Blanca que se había dormido y la dejé en su sillita y me senté a hablar con Josh.

-Josh ¿Qué te sucede? Te veo muy intranquilo.

-pues resulta que mi hermano hizo lo que hizo porque seguía ordenes de alguien superior. Ayer recibí una nota que decía:

"Ya que no dejaste a tu hermano cumplir su misión, tu pagarás las consecuencias."

-Madre mía entonces por mi culpa ahora van a por ti.

-No es tu culpa yo me ofrecí a ayudarte. He recibido ya varios ataques desde que llegó la nota y ya no sé qué hacer, por eso vine a pedirte ayuda.

-No te preocupes buscaremos una solución, cuando Jason vuelva de trabajar hablaremos y entre todos buscaremos la solución.

Josh me abrazó con fuerza, se notaba que estaba asustado y no podía dejarle tirado, el me ayudó cuando secuestraron a mi familia y por ello estaba en problemas tenía que ayudarle como fuera. Empezaba a anochecer cuando Jason llegó a casa, Josh estaba con Blanca en el comedor y yo estaba en la cocina preparando la cena. Saludó a Josh y entro en la cocina, me cogió de la cintura y me besó.

-Hola pequeña.

-Hola mi amor que tal el día.

-Cansado pero bien, por cierto que hace Josh aquí.

-Vino a verme esta mañana, me contó que está en problemas, se ve que su hermano os secuestró siguiendo órdenes de alguien que ahora va a por él y vino a pedirnos ayuda.

Jason se puso serio y salió al comedor a hablar con Josh, luego entró de nuevo a la cocina a decirme que había hablado con él, que se quedaría esta noche en casa y que mañana pensaríamos en algo. Lo abracé feliz diciéndole que era mi héroe. La cena estaba lista así que cenamos y fuimos pronto a dormir ya que mañana nos esperaba un día duro.