Extra.

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¿Y vivieron felices para siempre?










-¿Saldrías conmigo, Takano-san? -Repitió una vez más.

Se que escuche esas palabras salir de sus labios, se que esto es real y no se trata de un hermoso sueño, estoy seguro que Ritsu esta entre mis brazos y timidamente se armo de valor para pedirme salir, yo se que esto no es un sueño...

Esto no puede ser un sueño...

Me separe con lentitud de su cuerpo, teniendo la distancia suficiente como para ver su rostro completamebte enrojecido por la vergüenza acumulada en sus mejillas, aunque no es capaz de verme a los ojos en estos momentos puedo sentir como estoy cayendo bajo todo su encanto poco a poco. Eres realmente astuto Ritsu.

Bese con rapidez su mejilla obligandolo a verme a los ojos para así poder atacar sus labios como tantas veces desee hacerlo.

Me mueves a tu antojo sin nisiquiera darte cuenta, con simples acciones, paralizas mi alrededor.

Sería absurdo fingir que no se lo que esta por suceder, puedo sentir como mi corazón late enloquecido, cómo al simple roce entre nuestros labios parece acortar mi aliento.

Amo a este chico, me enamore de un hombre, de una maravillosa persona que tiene a su merced todo mi mundo.

Sus ojos viendome con intensidad, su respiración acelerada y el cosquilleo que recorre todo mi cuerpo...

Ha pasado un tiempo desde que estuvimos de esta manera, el debajo mio y ese brillo de exitacion y temor en sus ojos, ha sido un tiempo desde que toque su delicada piel, un largo tiempo en que escuche esa dulce voz pronunciar mi nombre y ha pasado tiempo desde que lograba hacerlo temblar tras un simple roce entre mi mano y su piel desnuda, esto es tan exitante que parece nuevo para mi, esto me hace recordar a nuestra primera vez juntos...

La oscuridad nos rodea, no se en que momento logre que estivieramos de esta manera, no se cuando nos conducimos a mi habitación ni mucho menos en que momento desperte del trance en que me tenian sus labios.

-Quiero hacerte el amor Ritsu.-Susurre al estar sentado sobre a él, esperando su consentimiento para poder deslizar mi mano entre esos pedazos de tela que interfieren entre ambos.-¿Me permites hacertelo?-Pregunté provocando el carmesí en sus mejillas que era capaz de percibir a pesar de la oscuridad a nuestro alrededor.

-Si.-Logro articular, llenando de nostálgicos recuerdos mi mente sobre una noche de verano.

Mi respiración pareció acortarse, pasando saliba al solo pensar en tocar esa suave piel, con cuidado y algo de temor se escabullo de un dedo a otro atraves de aquella delgada camisa, acariciando con delicadeza su vientre, provocando aquel pequeño temblor por su parte...

Sin duda alguna, esto parece nuestra primera vez...

Me incline solo un poco sobre él, dandole una pequeña caricia quitando algunos mechones de su rostro, obteniendo su total atención y así poder besar esos suaves labios, con timidas caricias y leves roces que lograba darme, eran suficientes para estremecer todo mi interior...

Conforme nuestras respiraciones se aceleraban, esos humedos besos se volvían una pequeña cosa, algo simple que ya no era suficiente para saciar esa ansiedad que recorria mi cuerpo con solo deseos de poseer aquel delicado cuerpo frente a mí.


Cada toque, cada caricia, cada beso y cada mirada, el crujir de la cama, los suspiros y gemidos tratando de mezclarse con aquella cálida noche.








Abri mis ojos con pesadez tratando de adaptarme a esa claridad que anunciaba la nueva mañana. Después de unos segundos todo se volvio claro frente a mí, el techo de mi habitación. No puedo creer que haya tenido ese sueño, que una vez más esos hermosos fragmentos aparezcan en mi mente...


Deslice una de mis manos hacia mi frente para así alejar algunos cabellos de mi cara, estaba por frotar mis ojos en busca de despertar por completo pero un rayo de sol que se vio reflejado por el aro en mi dedo logro hacer que un destello cayera a la perfección en mis ojos haciendome mover provocando que el crujido de la cama que no me pertenecia me hiciera detener, entonces todo se volvio claro.


La sensación de mi brazo dormido, la poca capacidad de moverme, una segunda tranquila y pausada respiración, y ese agradable aroma que con timidez desprendia la cabellera castaña posada sobre mi brazo, me volvía claro los acontecimientos en mi mente. Cierto, hace unos meses me comprometí con Ritsu...

No puedo creer que de sólo recordarlo, me sienta tan felíz cómo en el momento en que acepto. Recordar ese día me vuelve un imbécil, proyectar aquellos recuerdos me hace tontear, han pasado unos meses y sigo sin poder creer que el amor de mi vida me haya pedido matrimonio segundos antes de que yo se lo pidiera, revivir esas escenas en mi mente solo me provocan formular una estupida sonrisa en mis labios.

Hizo un pequeño quejido entre sueños el chico junto a mi, girando sobre si mismo, volviendo a mi lado solo que esta vez ya no era su espalda la que veía. Es temporada de calor, por lo cual no es raro que nuestra pijama consista en unos boxers y una camisa interior, el dormir abrazados o a centímetros uno del otro podría ser imposible con las calurosas noches, y aunque a veces ese malhumorado castaño se queje y reclame por mi afán de dormir tan juntos como me sea posible, jamás me a rechazado al estar entre mis brazos...

Ritsu es la persona que más amo en este mundo, por lo cuál no soy capaz de verme en una vida sin él en ella...

-¿Masamune?¿Cuándo despertaste?-Balbuceo al frotar un poco sus ojos para aclarar su visión mientras curvaba sus labios en una inocente y cautivante sonrisa.

¿Primeras horas de la mañana y ya debo preocuparme por el fuerte latido de mi corazón?

-Te amo, Ritsu.-Pronuncie besando con delicadeza sobre un brillante anillo dorado que estaba en uno de sus dedos, fue cuestión de segundos para que el hermoso carmesí que tanto adoro llegara a sus mejillas.

-¿Q-Qué cosas dices tan de repente? ¿Qué te sucede?- Reclamo con la vergüenza invadiendo cada parte de su rostro. Es tan lindo.

-Es la verdad, te amo. -Pronuncie una vez más ignorando cada balbuceo incoherente que pudiera salir de sus delgados labios, undiendome en la comisura entre su hombro y cuello, inhalando ese dulce aroma que impregna todo su cuerpo, mientras una de mis manos se escabulle con exito entre la delgada tela de su camisa y asi poder abrazarlo mejor...

-¿Qué te parece si tomamos una ducha junto?-Me atrevi a preguntar consiguiendo que unos delgado brazos me separaran de aquella calidez.

-No, se nos hará tarde. -Se excusó.

-Aún queda tiempo, y además, sería más tardado si cada quién toma su ducha. Vamos, no te haré nada Ritsu. -Prometi, atacando sus labios en un fugaz beso.

-... Esta bien, pero no harás nada.-Me advirtio y despues de un asentimiento, se alejo de mi lado buscando algo de ropa para después correr hasta el cuarto de baño.

Me sente sobre la cama ya en completa soledad, en cuestión de segundos el sonido del agua caer inundo la habitación y varias ideas comenzaban a filtrarse por mis pensamientos sin importar las advertencias que me habia hecho el oji-esmeralda...

-Bueno, prometo no hacer nada que realmente no desees...-Me dije a mi mismo saliendo con rapidez de las delgadas sabanas que nos cubrieron la noche anterior.







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Regresemos a Diciembre; Sekaiichi Hatsukoi (Onodera x Takano)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora