Capitulo 16.- Los días terminan.
Pov.Takano
No tengo ni la menor idea de lo que hago. No sé qué ocurrió y creo que por más que repace en mi cabeza los sucesos no seré capaz de entenderlo. ¿Te herí? ¿Dije algo que te molestara? Dime, no soy capaz de entenderlo, ¿Qué sucedió?
Su expresión frente a mí solo me hace dudar, miles de cosas se proyectan en mis pensamientos, el temor a ver dicho algo que te hiriera me carcome, y el enojo me consume de solo pensar que aquella expresión se deba en realidad al oji-rubi. Deslice mi mano sobre la mesa para así tomar su mano y poder calmar cada uno de sus temores, sin embargo, en cambio solo conseguí que los míos salieran a la luz...
-Me iré a cuidar por un tiempo la empresa de mi padre, y me iré de mi departamento.-
¿Qué demonios está ocurriendo?
La alarma sonó, con pesadez me levante de mi cama. No importa cuando lo piense, su expresión al volver a la mesa simplemente no la puedo entender. Una sonrisa forzada, nada sincera a comparación a las que suele dedicarme, el hermoso brillo en sus ojos que amo tanto, parecía opacado con algo más. La tristeza rondando por unos turbulentos orbes esmeraldas solo lograron confundirme, ni siquiera con su falsa sonrisa lograba engañarme. Algo ocurrió, algo salió mal, algo lo hirió.
Aquella noche todo cambio, con la llegada de aquel hombre peli-rojo algo entre Onodera y yo se quebró. Esa grieta que se encontraba entre nosotros solo se hizo más grande, separándome aun más de mi castaño sin entender aun la razón.
¿Realmente estoy haciendo las cosas bien? ¿Quizás tenía que detenerte para que no te fueras de mi lado? ¿Qué se supone que debo hacer?
Tan pronto llegue a la editorial, debía arreglar las cosas. El asiento vacío del amor de mi vida solo clavaba en mi alma cada uno de los recuerdos de sus rechazos de la noche anterior. Sé que algo sucedió cuando Onodera se fue junto a Haitani, y honestamente eso es lo que más me preocupa, no sé qué sucede entre ellos, no conozco las intenciones de Haitani con mi niño, pero sin importar las que sean, no permitiré que le haga daño.
-¿Se puede saber a qué se debe el honor de tener al editor en jefe de Esmeralda en mi oficina?-Se burlo el castaño frente a mí, mostrándome esa gran sonrisa que solía traer.
-¿No se supone que debería estar informado días antes, si uno de mis subordinados se ira de mi lado?-cuestione con seriedad. Estoy en la oficina de Isaka, el jefe en esta editorial.
-Asahina, déjanos solos.-le ordeno a su asistente.
-¿Ahora me dirá que está ocurriendo?-pregunte en cuanto el sonido de la puerta cerrarse se escucho tras de mí.
-Takano, ¿Por qué no me dices tú, como va tu pequeña mentira?-Sonrió.
Caos.
Es la palabra perfecta para describir lo que sucedía en mis pensamientos. Mentiras, engaños y traiciones, ¿Qué demonios se supone que le estoy haciendo a la persona que amo?
Salir de esa habitación solo se convirtió en la puerta a una nueva prisión, las palabras de Isaka resonaban en mi mente, eran cosas que ya sabía, cosas de las cuales era consiente pero nunca quise ver. Ritsu, un dulce castaño del cual me enamore en mi época de preparatoria, un chico que aleje de mi lado al no saber expresarme correctamente, un oji-verde malhumorado con el que me re-encontré diez años después, un cascarrabias que robo cada uno de mis latidos sin ser la misma persona de hace diez años atrás. Onodera Ritsu, el hombre del que estoy perdidamente enamorado pero soy lo suficientemente cobarde como para no hablarle con la verdad y lastimarlo en el proceso. ¿Realmente puedo considerar que esto es amor?
Di vuelta en el pasillo, con mis pensamientos perdidos y mi golpeado corazón, solo para toparme con el dueño de mi molestia. Tan pronto nuestras miradas se cruzaron el hombre hizo una desagradable expresión, chasqueando la lengua dispuesto a regresar en sus pasos para así evitar cruzar camino con el mío.
-Haitani, espera. Tú y yo debemos hablar.-Dije con seriedad. Deteniendo al peli-rojo que se había encargado de separme de cierto castaño.
-¿Qué es lo que quieres Takano? Yo no tengo nada de qué hablar contigo-Expreso molesto, como si odiara mi sola presencia, aunque en realidad, no se aleja mucho de lo que yo siento contra el.- O quizás solo quieres buscar un culpable de tus errores.
-¿De qué hablaron Onodera y tú?-decidí ignorar eso ultimo. Mi corazón ya estaba lo suficiente afectado como para que sus venenosas y verdaderas palabras se encajaran en mi alma.
-Eso no te incumbe, es algo entre nosotros solamente.- Respondió con seriedad, tratando de regresar a su camino, huyendo a mis evidentes gritos de ayuda para entender toda esta situación.
-Me importa si Onodera está involucrado, porque él y yo...-No son nada. - Interrumpió.
-Déjame recordártelo Takano, no seré otro estúpido al que manipularas para tus propios beneficios. ¿Qué ibas a decirme? ¿Qué te importa Onodera porque lo amas? Por favor. No seas hipócrita Takano, si lo amaras no harías nada de esto-Escupió con desprecio.
-Tú no entiendes nada-Dije en un inútil intento de convencerme a mí mismo que sus palabras no tenían ni una pisca de verdad.
-Exacto, no lo entiendo. Y no quisiera entenderlo porque solo vería la peor parte de ti. Si realmente dices amar a ese chico no lo harías sufrir de esta manera.- Termino por decir, con esa expresión en su rostro, conteniéndose quizás a golpearme.- Solo te diré esto, a mi realmente me interesa Ritsu, y si te atreves a lastimarlo aun mas, no me importa que deba hacer pero te juro que esta vez a quien elegirá no serás tu.
-Eres un idiota si crees que yo permitiré que eso ocurra.
-¿Pero de que hablas Takano?-Se burlo- Si eso es lo que está sucediendo en estos momentos...
¿Qué?
// Faltan _ Días para que todo se "solucione" //
Continuara...
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Regresemos a Diciembre; Sekaiichi Hatsukoi (Onodera x Takano)
Fanfiction¿Como reaccionarias al despertar en una cama de hospital y no recordar nada?¿Quien es ese castaño que me ve como si...?¿Amor? No me digas que tu y yo...¿QUE? ¡¿A-amigos de sexo, dices?!¡¿D-De que diablos hablas?! OnoderaxTakano