Capitulo XXIV

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*Narra Willy

El sol se alzaba por la ventana despertándome y encontrándome con el cuerpo desnudo de mi ahora novio durmiendo profundamente al lado mio babeandome completamente el hombro... me removí un poco tratando de salir de la cama sin despertarlo para poder ir a ver a los mellizos...

- mmm... – se quejo Vegetta cuando logre zafarme de su agarre aunque no se despertó.

Una vez fuera de la cama tome mis boxers y me los puse, cuando iba saliendo por la puerta de la habitación vi la camisa de Vegetta y simplemente decidí ponérmela, luego de eso me dirigí al cuarto de los mellizos... al entrar me di cuenta que ambos estaban despiertos al parecer planeando su manera de bajarse de las cunas porque los encontré agarrándose del barandal buscando algo donde caer posiblemente...

- pero que hacen? – les pregunte parado en la puerta y ellos rápidamente me vieron y se sentaron sobre sus cobijas como si no hubieran estado planeando nada.

Me acerque a ellos que me miraban totalmente inocentes con cara de no rompo ni un plato... y en parte es cierto ya que de momento no han roto nada... de momento...

- se puede saber a donde intentaban ir pequeños pilluelos? – les pregunte acariciando sus cabelleras mientras que hacían un leve puchero... al parecer había frustrado sus planes...

Giraron su vista hacia mi para luego señalar la gran caja con juguetes que había al lado del sofá, yo los cargue a ambos y los senté en el sofá mientras les pasaba algunos juguetes y sobretodo sus amados peluches.

- bien pero solo un rato, que pronto tendremos que desayunar – les dije con una sonrisa y ellos olímpicamente pasaron de mi y se concentraron completamente en su juguetes...

- ...Willy? – dijo una voz a mi espalda, me gire a ver encontrándome con Vegetta unicamente en boxers.

- pero que pintas son esas?!, no me traumes a los niños, eh! – le dije aguantándome la risa de su muy adormilada cara.

- pero si tu tienes la culpa chaval, te llevaste mi camisa – me recrimino y yo simplemente me eche a reír.

- halaaa, no te gusta que lleve tu ropa? – le dije acercándome a él rozando mis labios con su mejilla.

- en realidad me encanta, aunque preferiría que no llevases nada... – me dijo tomándome de la cintura acercándome un poco mas a él.

- hmm... tal vez en otro momento – le sonreí para luego besar su nariz y salir de la habitación.

Me dirigí a la cocina pensando que desayuno debería preparar, anoche no cenamos muy bien que digamos por culpa de ese asqueroso ladrón, así que ahora debería preparar algo medianamente decente.

- ... así que preparando el desayuno? – me dijo Vegetta abrazándome por la cintura recargando su barbilla en mi hombro mientras yo revisaba el refrigerador.

- hmm, eso trato pero no se que hacer... – le dije acariciando su mano encima de mi vientre mientras miraba todo en el refrigerador y nada de el se me antojaba.

- si quieres traigo tu recetario amarillo, tenias muchas recetas interesantes ahí... no? – me susurro en el oído alarmando mi interior de sobremanera, bajo ningún concepto debía ver el contenido de dicho cuaderno.

- ... eh?... que dices, si solo son postres – le dije recordando algunos pasteles que si estaban escritos en ese cuaderno que Lunna me entrego...

- postres?... así que Rubius y yo somos sus postres? – me dijo besando mi cuello sorprendiéndome completamente... había leído la nota de Lunna... había leído el plan... joder que vergüenza...

¿Seremos buenos Padres? -Wigetta FicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora