Capítulo 19

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-Acepto tus disculpas, pero no las acepto. -dije ganándome una mirada de confusión e incredulidad de los presentes que nos observaban- Acepto tus disculpas referente a que te comportaste como una basura conmigo esa noche y todo lo que dijiste; pero no las acepto porque siento que realmente no lo sientes y te están obligando a que lo hagas, por la manera en que me miras sé que no soy santa de tu devoción, y hasta que realmente sientas esas disculpas estaré dispuesta a escucharte e intentar una amistad, por mientras, no necesito en mi vida de tu hipocresía.

Habiendo dicho lo necesario hacia la castaña, me senté a seguir con mi cena. Lo siento mucho por Hermione, pero si cree que hablándome con palabras vacías y sutiles sonrisas haré borrón y cuenta nueva se equivoca, así no me van las amistades. Y es que yo espero tener una gran amistad, en el campamento no tengo un amigo propio, ellos son amigos de mis hermanos que se volvieron migos míos, y yo deseo unos propios, sin carta de presentaciones y referencias, quiero la experiencia completa.

Pero fuera de eso, algo importante, se anunció el intercambio de Sara a Hogwarts y resulta y acontece que la chica es toda una leona, eso si, no creo que compartamos cuarto porque llegó tarde, me entiendo ¿No?

•••

Mas tarde la sala común de Gryffindor estaba de fiesta por la victoria en la primera prueba, se encargaron de la comida y la decoración, todo estaba chispeante. Me siento tan celebrada. Algunas personas son graciosas aquí, ese Dean tiene buena mano para el dibujo porque había estandartes de un Harry volando en torno a la cabeza de su dragón con su escoba Saeta, y a mí con una resplandeciente espada en mano decapitando a mi dragón y por allí un Diggory con la cabeza en llamas.

Aaah... por eso tenía esa horrible pasta en su cara. Que loco, casi tenemos Diggory a la brocheta.

Al rato llegaron Ron, Harry y Hermione a unirse a la celebración y los estudiantes volvieron a gritar al ver al azabache entrar, se veía mas relajado.

-¡Jo, cómo pesa! -dijo Lee Jordan cogiendo el huevo de oro, que Harry había dejado en una mesa, y sopesándolo en una mano- ¡Vamos, Harry, ábrelo! ¡A ver lo que hay dentro! ¡Aqua no quiere sacar el suyo!

-Se supone que tiene que resolver la pista por sí mismo -objetó Hermione- Son las reglas del Torneo...

-También se suponía que tenía que averiguar por mí mismo cómo burlar al dragón -susurró Harry para que sólo Hermione pudiera oírlo, pero yo le escuché, por lo que me senté a su lado sobresaltándole.

-¿Puedo saber cómo es que lo sabías? O en realidad, todos, porque la única que jugó limpio fui yo. -dije sintiéndome como un pez fuera del agua al decir aquello, desde ahora a jugar sucio bebé.

-Digamos que Hagrid me llevó a dar un paseo y llevó a Madame Maxime con él, de Karvarov no tengo idea. Y...

-¡Sí, vamos, Harry, ábrelo! -repitieron varios interrumpiendo la respuesta que pensaba darle.

Lee le pasó el huevo a Harry, que hundió las uñas en la ranura y apalancó para abrirlo, también sentía curiosidad por lo que podría llevar dentro, aun no habría el mío, muy cansada o muy ocupada para ello. El huevo estaba hueco y completamente vacío pero, en cuanto Harry lo abrió, unas melodiosas voces salieron de él llenando la sala, pero parece que solo yo escuchaba una serenata porque los demás estaban cubriéndose los oidos mientras gritaban y se quejaban, es como si el más horrible de los ruidos hubiera llenado la sala, por lo que para despistarlos hice lo mismo con rapidez al darme cuenta de las criaturas de la que provenían las voces; sirenas.

-¡Ciérralo! -gritó Fred, tapándose los oídos con las manos.

-¿Qué era eso? -preguntó Seamus Finnigan, observando el huevo cuando Harry volvió a cerrarlo- Sonaba como una banshee. ¡A lo mejor los hacen burlar a una de ellas, Harry, Aqua!

Una Nueva Ley En Hogwarts | Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora