Capítulo 5.

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Axel.

Me resultaba bastante extraño que el primo de Gael estuviera preguntándonos a nosotros por el ojos azules. No estaba de humor por lo que había ocurrido con mi madre, pero este chico no tiene que ver en eso aunque no me daba buena espina.— Un placer. —Procedí antes a limpiar mis manos en mis jeans y luego saludarle, hizo una cara de desagrado ante aquello que hice.— Entonces. ¿Qué quieres? —Harley se mantenía en silencio. 

Escuché que valbuceó unas palabras referentes a Gael conmigo.— Descuida. —Miró su reloj.— Ya debo irme. —Guiñó el ojo a mi amiga y siguió su camino. 

— Ok, debo admitir que eso fue extraño — asentí aún curioso y pensante con lo que había ocurrido hace unos minutos.— Creo que deberías relajarte un poco ¿Quieres un café? —Mi amiga si sabía lo que necesitaba no por nada tenía el título de mejor amiga, así que ladee la cabeza en señal de afirmación y nos pusimos a ello. 

***

Harley había estado conmigo casi todo el día, su apoyo es muy importante para mi — Creo que debería de ir al hospital, mi hermana está sola y seguro no ha podido comer nada la pobre.— Finalicé tirando el vaso de café vació a la basura. 

— Te acompaño, si quieres. —Quería que lo hiciera pero mejor no, suelo ser muy vergonzoso con demostrar mi lado "Sensible" a los demás. Sí, se traba de mi mejor amiga pero en estos momentos es mejor no preocuparla. 

— Descuida, estaré bien. —Ella sonrió con algo de pena y me abrazó. 

— Axel, cuentas conmigo para lo que sea, espero que lo sepas. —Acarició mi rostro y se alejó, antes de que lo hiciera lo suficiente la detuve por un brazo e intenté decirle que gracias pero no salió sonido alguno de mi, más bien solo fueron mis labios moverse y hacer silueta de la palabra. Aquella esbozó una sonrisa seguido pude observar como se alejaba hasta doblar la esquina. 

No tenía mucha plata para tomar un bus hasta el hospital y luego otro de vuelta así que me tocaba caminar hasta aquel. Tras el transcurso iba golpeando una lata y pensando en lo miserable que era mi vida, en cómo sacaríamos dinero para pagar las cuentas del hospital; mi madre antes tenía un buen trabajo muchos años de arduo trabajo que la había llevado a conseguir la casa y pagarnos una escuela privada a mi hermana y a mí, hasta que el idiota de mi padre la abandonó. Mi madre sucumbió ante el alcohol, ya no rendía tanto como antes en el trabajo lo cual llevó a sus jefes a dudar si despedirla o no ya que tenía demasiados años trabajando allí y la liquidación sería bastante alta, quisieron ayudarla mientras continuaba en labor pero las cosas fueron empeorando hasta que se desbordó el vaso, con ese dinero hemos sobrevivido este año y medio pero después de las cuentas por venientes no teníamos para más de un mes sumándole todo lo que se había gastado en alcohol. Era una realidad tenía que tomar en reconsideración extender la universidad un año más, pero sabía que al hacer esto me sería retirada y menos dinero tendría para pagarla. 

Llevé mis manos a la nuca y respiré hondo mientras continuaba caminando, casi llegaba. El sumergirme tanto en esos pensamientos no me hacían muy bien, tenía que ser fuerte y estar lúcido para mi hermana, yo era su pilar en estos momentos. Aúnque a veces nos llevemos fatal. 

— ¡Axel! —Escuché su voz enfurecida.— ¿Dónde estabas? si no es por mis amigas muero de hambre. —Replicó dolida. 

— Lo siento, Sae. —Suspiré, no tenía ganas de pelear en este momento.— Ha sido mi culpa no he tenido un buen día. 

Posó su mano sobre mi hombro.— Tranquilo. — Tomó asiento e hizo un ademán en señal para que hiciera lo mismo.— Hace varias horas ya puede entrar alguien, estuve casi toda la tarde pero iban a hacer unas pruebas y análisis. —Tragó saliva.— Y bueno ha dicho el doctor que no han podido administrarle muchos medicamentos por el alto nivel de alcohol en su sangre. —Su voz se tornaba un poco más forzada, sabía que se estaba aguantando las ganas de llorar. 

La abracé.— Tranquila, lo superaremos. —Acaricié suavemente su cabeza mientras sollozaba en mi chaqueta.

— ¿Cómo coños? —Preguntó de manera vulgar.— ¿A  caso nos va a llover el dinero? nuestro padre nos abandonó, yo apenas me falta un año por terminar el instituto. ¿Y tú? —Se pausó.— No puedes trabajar porque perderías tu beca, y ni hablar de las condiciones en que se encuentra mamá, siquiera podemos dedicar más de 4 horas de su cuidado en el día¿Que crees que hará sola todas esas horas? —Se alejo de mí y limpió sus lágrimas.

¿Qué podía decirle? No tenía palabras que responderle todo era cierto, mi hermana ya no es la niñita que era antes, cada vez es más frustrante esta situación. Llevé mis manos a la cara seguido de estrujarla respiré profundo.— Creo que iré a dar una vuelta o algo. —Ella asintió y empecé a caminar. 

Me causaba un poco de escalofríos el olor a hospital pero bueno, tenía que aguantar. Intenté tomar agua pero no se encontraban vasos.— Disculpe señorita, ¿dónde puedo conseguir vasos? —Aquella mujer vestida de blanco con cara de la más aburrida y pesada del mundo simplemente señaló sin decir palabra alguna y siguió con sus apuntes.— Pesada. —Susurré. 

Caminé hacia el lugar que señaló cuando de pronto visualizo a Tania y Gael en una de las habitaciones de "Emergencias" me asusté al ver toda la ropa llena de sangre al ojos azules, caminé hasta allá.— ¡¿Qué pasó?! — la mirada de aquél alcanzó la mía durando varios segundos mirándonos fijamente a los ojos hasta que él mira hacia otro lado. 

— Nada que te importe. —Pronunció casi susurrando. 

— Bue..no, hubo un pequeño accidente. —Dijo Tania con aquella voz que sabía poner de pesada fresona. 

— ¿Accidente? ¡casi me dejas sin manos! —Le reclamó aquél. 

— Ay ya, no es nada a demás tienes dinero para arreglarte la cicatriz con cirugías...—Intentó poner un pretexto, el cual creo no ha sido el mejor. 

— ¡¿Cicatriz?! —Se vio su cara de susto que a la vez era bastante graciosa.— ¡¿Cómo que cicatriz?! —Miró al doctor.— No puede estar hablando en serio... —Replicó al señor de bata blanca junto a él. 

— Bueno señor...—Miró el registro detenidamente unos segundos.— Señor Parks, la herida es muy grande, de hecho espero que no tenga ningún nervio roto, que le pueda dificultar al movimiento de su mano, revisaremos primero y luego procederemos a suturar.—Asintió el doctor mientras continuaba en los suyo.

Pude observar cómo el rostro de Gael se tornaba totalmente pálido, mientras empecé a reír. 

— ¿De qué te ríes idiota? No es gracioso, es la mano con la que dibujo... como diablos voy a entregar los proyectos y trabajar en las clases.—Tenía el ceño muy fruncido, esta vez parecía estar serio lo cual hizo borrar la sonrisa de mi rostro. 

— Tienes razón, lo siento. —Ambos quedaron impresionados y anonadados. 

— Ay por Dios, ¿Axel Wood siendo amable con Gael Parks? —En ese momento me di cuenta de lo idiota que fui.— ¡Esto merece un twit! —Gritó fuerte lo cual molestó al doctor.— Perdón. —Hizo una risilla burlona y sacó su celular. 

De pronto Gael arrebató su celular.— ¿Estás loca? —Bloqueó su celular y aquella hizo un puchero realmente ridículo lo cual me hizo resoplar. — Y tú, idiota. ¿qué diablos haces aquí? ¿No que deberías estar en otra part... —Se dio cuenta de que lo último que estaba diciendo era una estupidez y se detuvo. 

— Solo vine a ver un amigo, ya me voy.—Dije muy seriamente y me retiré sin más. 

Iba haciendo gestos en el pasillo, estaba de manera muy extraña no sabía sin sentirme alegre, enojado o triste a la vez, dentro de mí había un choque de emociones.— Fue estúpido "tienes razón, lo siento". ¿Qué fue eso? —Iba valbuceando mientras recorría el camino de regreso hasta mi hermana.

Broken [Gay/Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora