Gael.
Todo se veía extremadamente borroso, un frío hostigador abrazaba mi cuerpo junto a toda mi ropa; la cual sentía se encontraba mojada. Sentía como si mi cerebro fuese a explotar del dolor tan inmenso que sentía en mi cabeza, un trueno que azotó la tierra me hizo volver en si con lo que pude recuperar mi visión normal, hice muecas de dolor una tras otra, mis labios se encontraban morados y mi piel tan pálida como la nieve, temblaba quizás ya estaba en algunas etapas de la hipotermia. Con gran esfuerzo giré mi cabeza a un lado, allí encontraba Axel, tembloroso al igual el yo recostado de una pila de heno, nuestras miradas se conectaron y no hice más que tragar saliva.
— ¿Cómo te sientes? — Inquirió Axel casi entre susurros.
Le miré y nuevamente tragué saliva volviendo a mi rostro una mueca de queja, intentaba por lo menos sentarme, pero apenas tenía fuerzas para ello. Quedé impresionado por la actitud repentina que tuvo Axel sin dudar en acercarse para ayudarme a tomar una mejor posición. Por un momento sentí como se alivió mi interior al saber que él estaba ahí, no recordaba la discusión tan estúpida que nos puso en esta situación, quizás es lo mejor que hubiese pasado. Axel me sostenía por la espalda con sus brazos y músculos definidos, me miró e hizo una mueca esperando respuesta a su pregunta.
— Siento como si mi cabeza fuera a explotar— expresé con voz tambaleante debido al incesante frío, me di cuenta de que el tatuado estaba casi igual que yo, su ropa al igual que la mía se encontraba enchumbada — Tenemos que cambiarnos de ropa. Si no, moriremos de frío—. Me apoyé en él haciendo toda la fuerza que tenía y con su ayuda logré tornarme de pie.
— Por aquí imagino debe haber algo, es una especie de granero— Explicó el castaño mientras con su vista analizaba todo el lugar.
Asentí y aquél fue a ver que podía encontrar yo mientras me mantuve ahí e intenté encontrar soporte en una columna de madera del lugar. Negué con la cabeza recordando que después de todo Josh tenía razón acerca de la tormenta, intenté acomodar mi cabello, pero en eso tiré un quejido de dolor; tenía una herida en el cráneo. Miré mi mano y quedó toda roja por la sangre, necesitaba un médico. Axel volvió hasta mi lo cual me sacó de mis pensamientos.
— No es algo que estás acostumbrado a utilizar... pero— El castaño se detuvo gracias a la mirada fulminante que posé sobre él. — Bueno...— tragó saliva — Toma, yo iré a vestirme por allá— me pasó la ropa que había encontrado para mí y finalizó con un ademán el cual señalaba la dirección a la que iba.
— Gracias— Respondí con la misma debilidad que había hecho antes.
Puse la ropa seca a un lado y me posicioné para retirar la mojada, me costaba mucho esfuerzo hacerlo prácticamente mis músculos estaban entumecidos, el temblor en mis manos apenas lograba tocar mi camisa, el alcohol que había tomado estaba haciendo su trabajo, no podía quitar un solo botón, sin mencionar lo nervioso que estaba por estar a solas con Axel en una tormenta tan fuerte como esta.
— ¿Lograste vestirte? — Vociferó Axel desde el otro lado del lugar.
Simplemente guardé silencio, apenas llevaba los zapatos fuera y dos botones de mi ropa. Por mi mente pasó en pedirle ayuda a Axel, pero me aterraba la idea y me daba vergüenza que me viera así, aún afectado por todo.
— ¿Necesitas ayuda? — La voz del tatuado se escuchó a mis espaldas.
Giré y en las manos traía unas mantas que nos servirían al igual que ya estaba vestido con esa camisa de cuadros y un overol ridículo, y pies descalzos. En este momento quería reír a carcajadas estaba conteniendo la risa y él se percató de ello e hizo una mueca de enojo.
Suspiró levemente y dejó una de las mantas al lado de mi ropa — Estás herido, pero si, aun así, no dejarás las cosas de lado. Está bien— Cubrió su espalda con la manta sobrante y volvió al lugar donde estaba.
Era el idiota más grande del mundo, si necesitaba su ayuda solo no me atrevía a pedírselo, temeroso de que llegue una erección en el momento menos indicado, se la pasaría molestándome por lo menos todo un semestre con eso. Así que hice todo el esfuerzo posible y luego de media hora de pelear con mi ropa logré quedar totalmente desnudo y debilitado. Me giré y quedé pasmado, allí se encontraba Axel, ambos nos quedamos frisados; yo por vergüenza, el por asombro. Negué con la cabeza e intenté llegar rápido a mi ropa debido a como me encontraba mi cuerpo colapsó y terminé cayendo y lastimando mi herida lo cual hizo que diera un grito de intenso dolor, Axel corrió nuevamente hacia mí y me ayudó.
— Necesitas mi ayuda, ¿por qué eres tan terco? Creí que ya estabas listo — Admitió.
Yo no tenía nada que decir, solo intentaba pensar en otra cosa y no tener una reacción delante suyo estaba muy nervioso y mi respiración agitada se hacía notar. Tragué saliva saliéndome de sus brazos. Había lastimado mi herida por lo que empezó a sangrar toqué mi frente y estaba toda ensangrentada. Más me preocupaba encontrarme completamente desnudo frente a Axel.
— Te vas a matar si continúas haciendo idioteces, deja te ayudo— Tomó una parte de mi camisa empapada y limpió parte de la sangre de mi cara, tenía emociones encontradas todo lo que me estaba pasando a la vez me estaba realmente confundiendo.
Axel tomó una camisa de cuadros parecida a la de él, pero con diferente color y empezó a ayudarme a vestir, por mi cabeza solo pasaban las palabras "Cálmate, no es nada, no pienses en ello". No sabía si mi piel engranujada era por el frío o por sentir las manos de Axel en mi cuerpo.
— Deja ahora te ayudo con el pantalón— Antes me ayudó a ponerme de pie y luego estiró la mano y tomó el pantalón — Sujétate de mi hombro ¿Puedes levantar una pierna? — terminó por preguntar.
Asentí con la cabeza sin nuevamente decir nada, alcé la primera pierna y el ayudó al pantalón a que terminase de subir, luego hice lo mismo con la otra y el volvió a realizar lo mismo esta vez finalizando por abrocharme el botón y subir el zipper.
— ¿Era tan difícil aceptar mi ayuda? Mira cómo te lastimaste— Se alejó lo suficiente de mi para observar el golpe.
Tan solo me quedé perdido en lo hermoso que era, en lo que ha hecho en las últimas horas "¿Acaso ese es el chico que me odia?", quizás me arrepentiría, no lo pensé mucho y deliberadamente robé un beso al Axel, no fue lo que esperaba imágenes de lo que había pasado con Jackson vinieron a mi mente y alejé de golpe al tatuado, lo miré con temor y ojos aguados.
— Gael... ¿Qué diablos pasa contigo? — Su confusión implantada en su rostro era más que notable. ¿Qué se suponía que debía hacer ahora?
— ¡Vete Axel!— Exclamé. En ese momento solo quería que me abrazase y me dijera que todo iba a estar bien. Me giré a un lado e intenté alejarme de él.
— ¿Sabes qué, Gael? me tienes cansado, ni siquiera sé por qué seguimos actuado así el uno con el otro, no sé por qué has intentado besarme, ¡No sé por que eres tan tú! — Noté como respiró profundo, como si se estuviera desahogando, como si un nudo en su garganta había sido desatado.
Mis ojos se encontraban aguados, ya desbordándose varias lágrimas salieron de lo mismo — Yo... Yo lo sie...— Estaba sintiendo algo que nunca había tenido que sentir, mi vista se nubló, mi cuerpo se entumeció, ya no era capaz de mover un dedo, empecé a temblar fuertemente, mi cuerpo se descontroló en incesantes temblores, y de mi boca empezó a salir una espuma blanca al desplomarme en el suelo casi se podía asociar con un ataque epiléptico, pero no. Era a causas del golpe que había recibido en la cabeza.
Hasta que todo terminó por oscurecerse y en ese momento perdí la totalidad de mi consciencia.
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Broken [Gay/Yaoi]
Romansa¿Qué pasa cuando te gusta un chico pero éste te odia? sí, esa es la triste historia... la vida de éstos dos jóvenes; Gael el ricachón de la universidad, el chico excéntrico y atractivo, aunque un tanto tímido; y Axel el típico rebelde, el que vive e...