| Bienvenidos a vuestras peores pesadillas |

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Encajo en el plano las botellas de alcohol tiradas y las enfoco creando un difuminado en el fondo. Compruebo de nuevo el encuadre y aprieto el botón cuando me siento satisfecha con el resultado.

Me cuelgo la cámara del cuello y siego caminando por las solitarias calles nocturnas de la ciudad. El eco de mis pasos resuena entre las pequeñas calles por las que paso, junto al incómodo sonido de las farolas llenas de insectos atraídos por un simple haz de luz. Resguardo mis manos en los bolsillos de la chaqueta, y disfruto de la calma tan inusual de la que estoy siendo testigo. Sin embargo, no dura lo que me hubiera gustado.

- ¡Seguro que va a hacer increíble! – las risas de una multitud llegan hasta mis oídos – ¡Hace siglos que no rapeaba!

- ¡Y que lo digas! ¡No quedan muchos como él! – voces femeninas gritan fervientemente.

- ¡Espero que esta noche me elija a mí! – giro hacia la derecha y me encuentro de frente con el grupo. Me escondo y presto atención a su conversación.

- Será mejor que reces para que eso ocurra – el chico más alto del grupo apaga el cigarrillo mientras se ríe –. Me han contado que tiene un gusto peculiar.

- ¡Cállate y entremos!

El mismo chico abre una puerta camuflada en la fachada de un edificio destartalado y entra seguido de dos chicas y otro hombre. Me apresuro por la calle y consigo entrar por la puerta antes de que se cierre. Un ensordecedor ruido resuena por las paredes de aquel local abandonado. El techo y el suelo vibran peligrosamente.

- ¡Señoras y señores, bienvenidos una noche más a sus peores pesadillas! – la voz chillona de una chica proveniente de las escaleras me indica el camino.

Bajo al piso inferior y me encuentro en un instante rodeada de gente borracha y completamente drogada. Las bebidas vuelan en la barra libre de mi izquierda mientras que en la pista de baile de mi derecha no cabe ni un alfiler. ¿Dónde rayos me encuentro?

- Sé porque estáis hoy aquí – la multitud chilla enloquecida. Me pego a una pared horrorizada del panorama y respiro profundamente – ¡Hoy es el gran día!

Las voces masculinas gruñeron impacientes. Las voces femeninas suspiraron ansiosas. La gente dejó de bailar y prestó atención al escenario, dónde la chica con la voz chillona y más desnuda que vestida, reclamaba atención.

Inconscientemente llevo mis manos a la cámara. Pegándola más a mi pecho.

- Hoy las leyendas han vuelto – la música cesa de repente, y la multitud comienza a pisotear con fuerza el suelo – ¡Señoras y señores, con todos ustedes, VUESTRAS PEORES PESADILLAS!

Me tapo los oídos completamente asustada del griterío que resuena en la sala. Tengo que salir de aquí ya.

Las luces de la sala se apagaron, y el escenario se iluminó con luces rojas, dándole un aspecto terrorífico y sangriento. Trago con fuerza e intento moverme de mi sitio, pero debido al gran número de personas me es imposible. Miro al escenario. Ocho chicos vestidos de negro con máscaras yacen de pie observando a su público.

- Bienvenidos al infierno – sus voces conjuntas resuenan en los altavoces.

La música comienza y nada más hacerlo, sus figuras se mueven por el escenario con rapidez.

- ¡Esto es mejor de lo que recordaba! – la chica de mi izquierda le dio una calada a su cigarrillo y asintió conforme hacia el escenario.

Las luces rojas se transformaron en naranjas y después en amarillas. El escenario reluce como una estrella en la noche y en él, tres chicos rapean con ferocidad. El más alto tiene la voz más dura y más atrayente. Sin embargo, sus acompañantes no se quedan atrás.

HELL ➳ Rap MonsterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora