Observo su cara en calma mientras respira suavemente encima de la almohada. Sus cabellos teñidos de rubio destacan en la oscuridad de la noche dotándole de una belleza incalculable.
Suspiro completamente enamorada mirándole. Le acaricio con delicadeza la mejilla disfrutando de la sensación de paz que me llena por dentro.
Hacía mucho tiempo que no me sentía así de feliz. Y es que cuando estoy con él, mi vida se transforma y da vueltas de trescientos sesenta grados. Me siento como una niña pequeña en un parque de atracciones cuando su cuerpo se roza en el mío, siento mariposas en mi estómago cuando me besa y siento añoranza cuando su cuerpo se despega del mío.
Y ahora mientras lo admiro dormir junto a mí, solo siento una felicidad inmensa por haber encontrada al hombre que me complementa perfectamente.
- Siento haberte asustado ayer – la voz ronca de Rapmon inunda la fría habitación.
- ¿Estabas despierto? – le acaricio la mejilla despacio.
- Sí, no te he dicho nada por miedo a que pararas de tocarme – sonrío sutilmente –. Danbi, siento haber sido tan capullo. Me negaba a aceptar que me llenas el corazón de luz, me negaba a aceptar que te anhelo más que a cualquier cosa, me negaba a aceptar que te quiero.
Acerco mis labios a los suyos. Me fusiono con él de nuevo y dejo que todos los sentimientos que albergo en mi interior se transmitan con ese simple roce de piel.
- No me dejes – le susurro abrazando su pecho desnudo.
- Nunca.
Namjoon's POV
Cierro la puerta de la habitación con cuidado y salgo corriendo por el pasillo del motel hasta la calle. El humo del cigarro que voy fumando, me calienta las mejillas mientras paseo por las calles abandonadas de Seúl.
Llego a aquel edificio destartalado que hace la función de mi despacho completamente decidido. Voy a ayudar a Danbi, voy a conseguir que su hermana vuelva con ella.
Llego a mi habitación y me siento en el estudio delante de mis libros jurídicos y mi portátil. Llevo meses estudiándolos y al fin sé cómo puedo llegar a la solución, después de hoy, sé que debo hacer.
El tono de llamada de mi teléfono suena. Dejo de teclear y atiendo a la llamada.
- Preciosa.
- Sé que me dijiste que estarías ocupado, pero hay alguien fuera de la habitación.
- ¿Estás escondida? – me levanto de la silla y salgo corriendo. La pistola me pesa con fuerza en el cinturón.
- Estoy en el armario. Por favor no tardes – Danbi solloza asustada.
- No salgas hasta que yo llegue – cuelgo.
La respiración se me acelera mientras corro con desesperación hacia Danbi, y con cada paso que doy, me voy dando cuenta del gran riesgo que corremos.
Me acuerdo de los porque no quería involucrarme con ella, y es que hacerlo supone, que ella este en constante peligro de muerte, y si a Danbi le llegara a pasar algo, yo me moriría. Me volvería loco de dolor y no controlaría mis actos. Estaría perdido.
Me arrepiento unos escasos segundos de haberla hecho mía, sin embargo, borro ese pensamiento de mi mente rápidamente. Jamás me arrepentiría de verla sonreír por las mañanas, de sus caricias cuando estoy durmiendo o de sus adictivos besos.
Ella nunca sería un error.
Giro la calle y acelero la carrera al ver el motel al final de la misma. En tan solo unos minutos estaría con ella a salvo.
Aprieto en mi cinturón la pistola quitándole el seguro.
Llego a las escaleras y me asomo hacia el pasillo para ver si hay alguien a la vista, y es ahí cuando lo veo.
Un hombre vestido completamente de negro aporrea la puerta con insistencia. Porta un arma y lleva varias armas blancas en un cinturón.
- ¡Hey! – chillo apuntándole con el arma – ¡¿Qué coño haces?!
El hombre sale corriendo por el pasillo hacia la barandilla que da hacia la calle. Me apresuro a perseguirlo, sin embargo, el hombre salta a través de los barrotes y aterriza a pocos centímetros de una camioneta negra que arranca nada más verme.
- ¡A dónde crees que vas, capullo! – apunto a las ruedas de la camioneta, pero me quedo parado, dejándole marchar.
Saben dónde estoy, saben quién está conmigo y sé que volverán.
Danbi's POV
Me acurruco entre las bolsas negras donde guardo la escasa ropa que me traje de casa. Escucho la voz de Namjoon resonar por el pasillo, y dejó escapar un sonoro suspiro.
Su voz se torna enfadada. Los golpes en la puerta dejan de sonar, y todo se queda en silencios por unos instantes, para dar paso a unos sonoros pasos y al motor de un coche encendido.
Se me ponen los pelos de punta sin sentido.
La puerta se abre con fuerza.
- ¿Danbi? – abro el armario y asomo mi cabeza ante los ojos negros de Rapmon.
- ¿Quién era? – me pongo de pie y me sacudo el polvo de los pantalones.
- Recoge todas tus cosas, vendré a por ti en una hora.
Lo miro atónita mientras se gira hacia la puerta. Me acerco a él y lo agarro por la muñeca.
- Espera, espera, ¿qué está pasando? ¿Por qué tengo que recoger mis cosas? – la espalda de Namjoon se tensa, y enfadada me sitúo enfrente suyo – ¿Me puedes dar alguna explicación?
- Danbi, confía en mí – su voz ronca me eriza la piel –. No quieres saber el porqué.
- ¡Sí, sí quiero! Por eso mismo te estoy preguntando – busco su mirada nerviosa.
- Danbi.
- No soy una jodida cría, Namjoon. Creo que tengo la edad suficiente para saber el porqué de todo esto.
- No, no estás preparada – gruñe enfadado.
- Bien, entonces no me moveré de aquí – le doy la espalda y me siento en la cama.
Su mirada se posa en mí y me pongo nerviosa. Sé que está muy cabreado, y que mi comportamiento solo le aumenta el cabreo, pero no soporto que me traten como una niña cuando no lo soy ni jamás lo he sido.
- ¿Por qué tienes que ser tan terca? – aprieta los puños.
- ¿Por qué no me cuentas porque me tengo que ir de aquí? – le aguanto la mirada. Trago duro.
- Volverán aquí y te matarán.
- ¿Quién vendrá?
- Ellos, los del puente. Vienen a por ti.
El recuerdo de las balas girando debajo del agua me hiela. Recuerdo el sonido de las pistolas, recuerdo el agua congelada rozando mi piel y recuerdo a aquel hombre que apuntaba furioso a Rapmon.
- ¿Por qué? Yo no he hecho nada – sollozo.
- Sí, sí que has hecho algo – lo miro asombrada –. Estás conmigo.
Los ojos de Namjoon se oscurecen de dolor. Tiemblo al comprender lo que ocurre.
- Namjoon...
- No, no tienes que decir nada – me levanto apresurada de la cama –. Yo te he metido en este lío, y yo te sacaré de él.
- Escúchame, por favor.
- No, no hace falta que lo digas. Lo entiendo perfectamente.
Le agarro la mano y se la aprieto con fuerza. Tiro de él para que se acerque a mí, pero se mantiene quieto delante de la puerta.
- Te alejaré de ellos, te lo prometo – me acaricia suavemente la mano para después forzarme a soltarla –. Y me alejaré de ti para siempre, te lo prometo.
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HELL ➳ Rap Monster
FanfictionYo, Kim Namjoon, te doy la bienvenida al Infierno. Prohibida su copia.