HELL ➳ Rap Monster

| ¿Por qué vuelves? |

Apago el cigarrillo en el cenicero y entro dentro de la habitación. Me quito la camiseta y me quedo en ropa interior.

Observo a mi reflejo en el espejo. Veo con total facilidad los morados en mi piel pálida repartidos esporádicamente por todo mi cuerpo. El estropeado maquillaje deja a la vista los tortazos de mi madre, pero nada de esto me duele más que lo que realmente siento.

¿Por qué decide apartarme de él? ¿Por qué me obliga a olvidarme de él?

Me giro y le doy la espalda al espejo. Me acuesto en la cama y me hago un ovillo entre las sábanas. La luz de la calle se refleja en la habitación y me salva de una total oscuridad.

Miro al techo y cierro los ojos. Necesito dormir. Necesito librarme de mis propios pensamientos.

- ¡¿Te has vuelto loco?! ¡¿Pretendes abandonarnos?! - el chillido de mi madre me despierta.

- ¡Cálmate y déjame explicarme! - salto de la cama y camino hacia el pasillo mientras los sollozos de mi madre inundan la casa.

- ¡¿Qué necesita explicación?! ¡Te estás muriendo! - llego al último escalón y miro boquiabierta a mis padres.

- ¿Papá? ¿Mamá? - me rasco los ojos adormilada - ¿Qué sucede?

- Cariño - papá se acerca con lágrimas en los ojos -. Tengo que irme por un tiempo, ¿sí? Te quedarás con mamá y te portarás bien.

- ¿Cuándo vuelves?

- No lo sé - los ojos de mi madre me escrutan amenazadores, y tiemblo del miedo que me transmite.

Cierro los ojos y cuando los vuelvo a abrir estoy de nuevo en mi cuarto. Alguien habla en el pasillo, con cuidado me acerco a la puerta y pego la oreja.

- Lamento comunicarle señora que su marido no ha podido resistir el tratamiento. Falleció hoy en la madrugada.

- ¿De qué falleció? - la voz de mi madre es monótona.

- Una enfermedad sexual. Su marido presentaba signos de una actividad sexual regular y bastante frecuente. Lo lamento mucho.

Caigo derrotada en el suelo. Las lágrimas me corren por las mejillas y sollozo abrazada a mi oso de peluche.

Papá nunca regresaría.

Cierro los ojos y noto como la habitación comienza a dar vueltas. Me sujeto con fuerzas a mi peluche.

- ¡Niña estúpida, tú provocaste que tu padre me dejará! ¡Tú y este bebé! - gritos de mi madre resuenan en mis oídos.

- Cariño, yo siempre te querré recuérdalo - la voz de papá llega a mis oídos.

- ¡Te mataré! ¡Te alejaré de lo que más quieres! - me aprieto el pelo intentando sofocar el dolor de mis oídos.

- ¡Danbi, no me dejes atrás! - Dae grita en la lejanía - ¡Me prometiste que no me dejarías!

- Dónde quieras que estés, cuando tengas miedo llámame, siempre acudiré a tu llamada - abro los ojos y veo imágenes de mi familia. Mi padre me extiende los brazos.

- ¡Tengo miedo! ¡Tengo miedo, papá! - chillo desgarrada por el dolor - ¡Vuelve conmigo, papá!

Salto de la cama como un resorte. Enciendo la luz temblando y chillo desde lo más profundo de mi garganta, hasta que solamente soy capaz de emitir leves sollozos. Todo mi cuerpo tiembla en espasmos.