| ¿Tu vida o la suya? |

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Un mes después.

- Señorita, cerraremos la biblioteca en breve. Tiene que ir recogiendo - me restriego los ojos y asiento conforme hacia el bibliotecario.

- Lo siento. No me di cuenta de la hora. Enseguida me voy.

Guardo los dos tomos de derecho en sus estanterías y salgo con rapidez de la biblioteca. Me ajusto la bufanda al cuello y me encamino hacia el motel a través del frío que hace en la calle.

Empiezo a divagar en mis pensamientos con cada paso que doy. Llevo casi treinta y un días estudiando los conceptos básicos de derecho, haciendo test por internet evaluando mis conocimientos y buscando información sobre casos similares. Y siento que estoy corriendo hacia un callejón sin salida.

No he sido capaz de volver a contactar con mi hermana y las escasas veces que he pasado por delante de mi casa, había demasiados policías en sus alrededores para volver a colarme.

Parece que me estoy ahogando en un profundo mar y nadie más se da cuenta.

- Preciosa, quiero que pongas las manos en alto y no muevas ni un músculo - me quedo quieta en mi sitio asustada -. Bien ahora gira hacia mí lentamente.

Lo reconozco nada más conectar sus ojos con los míos. Sé que estaba aquel día en el puente. Sé que estaba apuntando a Namjoon a la frente sin vacilar y ahora me apunta a mí.

- ¿Qué quieres? - él inclina la cabeza sonriendo.

- Quiero hacerte tantas cosas - se lame la boca con la lengua. Su mirada pervertida me recorre el cuerpo con descaro -. De momento, me conformaré con que vengas con el jefe.

- No os debo nada. No me moveré de aquí.

El hombre se acerca a mí y me clava el cañón de la pistola en la nuca.

Tenso los labios nerviosa de su cercanía.

- Valiente gatita - aparta levemente el cañón -. Pero, Rap Monster le debe al jefe un kilo de cocaína y tú serás su pago.

Su mano se cierra sobre mis mejillas y me las aprieta con rudeza. Le sostengo la mirada intentado aparentar resistencia.

  - No creo que al jefe le importe que vaya probando la guinda del pastel.

Me coloca la mano en la boca y me empuja contra el callejón más cercano. Intento ejercer resistencia, pero él va armado y yo no tengo nada. Ser más astuta que él es mi única salvación.

Sus manos se cuelan por debajo de mi abrigo y comienza a recorrerme la piel con sus sudorosas manos. Hunde su cabeza en mi cuello y me lo mordisquea con energía.

¿Qué debo hacer? Si me resisto solo lograré excitarlo más y sí que no me soltará, pero si no me resisto... ¡bingo! Va armado. Ha guardado su pistola en el cinturón, justo en el bolsillo derecho. Puedo convencerlo de que le ofreceré un buen polvo.

Me trago la bilis que me sube por la garganta y comienzo con mi plan.
Gimo cuando su lengua acaricia la piel de mi cuello. El hombre parece sorprendido ante mi acción y se para en seco. Enfoco mi mirada en sus ojos y sonrío inocentemente.

  - ¿Quieres saber lo que puedo ser capaz de hacer? - sus ojos se vuelven turbios y sé que ha caído en la trampa.

Bajo mis manos por su chaqueta y cuando llego al cinturón hago el amago de ponerme de rodillas y es entonces cuando le agarro la pistola y le apunto entre las cejas.

  - ¿A caso me toma por una cualquiera? - le sonrío y le ordeno que se mueva.

  - Muy bien jugado, preciosa. ¿Qué harás ahora?

  - Te clavaré una bala en los huevos como no te calles de una jodida vez - le pego con la culata en el hombro y le obligo a sentarse en el suelo.

  - No puedes matarme. No eres como nosotros. Tú sientes la culpa. No lo harás - me muerdo la lengua.

  - Ella puede que no, pero yo sí - la voz de Namjoon penetra en mis oídos.

Su figura aparece delante de mí con Tae a su lado. Ambos me miran asombrados. Namjoon saca una pistola de su pantalón y apunta al hombre. Dejo caer mi arma en el suelo igual que mi cuerpo.

  - ¿Estás bien? - Tae se guarda la pistola en su pantalón y me acaricia el pelo con cuidado.

  - Ha empezado a manosearme, no sabía qué hacer - le agarro la mano que me tiende y me levanto.

  - Lo has hecho bien, Danbi - asiento.
De nuevo ellos están aquí. Y de nuevo, también han vuelto los problemas.

Me fijo en la espalda de Namjoon y mis ojos se conectan con el cuerpo vacío de vida que yace enfrente de él. De nuevo, cuando él aparece, alguien muere a sus manos. ¿No me había apartado él mismo porque no quería herirme? ¿Por qué aparece de la nada y mata a mi agresor?

  - Lo ha matado - afirmo.

  - Necesitamos tiempo hasta que venga el siguiente - me giro hacia V.

  - Explícate.

  - Vienen a por ti, Danbi. Rapmon lo descubrió hace poco. Te quieren para tenderle una emboscada.

  - ¿Por qué me quieren a mí? - gruño incómoda -. Él mismo me dijo que se había follado a miles de chicas, ¿por qué no van a por una de esas? ¡¿Por qué tengo que ser yo?!

  - Danbi, relájate por favor - me alejo de V furiosa - ¡Danbi!

  - ¡No, Tae, no! ¡Estoy cansada de problemas y más problemas! ¡Solo quiero recuperar a mi hermana, no quiero tener que preocuparme de violaciones y amenazas! - Namjoon se acerca ahora a nosotros. Me fijo en sus puños llenos de sangre.

  - Danbi, solo hemos intentado ayudarte. ¿Qué hubiera pasado si no hubiéramos llegado a tiempo? - Tae se sitúa al lado de Rapmon. Aprieto los puños y me muerdo el labio inferior.

  - ¡No lo sé, joder! ¡No pensaba matarlo! Pero, podríais haberle preguntando sobre el paradero del jefe o algo, ¡yo que sé!

  - Tú vida o la suya. Decide.

  - ¿Qué? - miro a Namjoon a los ojos. Están vacíos y carentes de vida. Yo no conozco a ese chico.

  - Te apunta con una pistola y tiene pensando violarte, ¿qué haces? ¿Disparas o mueres? - trago saliva.

  - Puedo huir.

  - Va armado. No piensa dejarte ir.

  - Le quito el arma y salgo corriendo.

  - De la furgoneta negra de enfrente de la acera salen sus amigos que lo están esperando. Van armados - empiezo a sudar y a agobiarme -. Danbi, ¿vives o mueres?

  - Yo... - Namjoon se me acerca. ¿Quién es él? ¿Dónde está el verdadero Namjoon?

  - ¡¿Mueres o disparas?! - su cara se transforma en una mueca de furia. Tiemblo ante su reacción, pero me mantengo firme en frente de él - ¡¿Abandonas a tu hermana o dejas que ese desgraciado se pudra en el infierno?!

Abro los ojos sorprendida. Rapmon me agarra de las muñecas con fuerza. Está rojo de la ira.

  - Nunca dejaría sola a mi hermana, pero no puedo matar a alguien. No puedo, yo no...

  - ¡Danbi, joder! - su cara se queda a un centímetro de la mía - ¿Cuál es más importante, su vida o la tuya?

HELL ➳ Rap MonsterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora