Tres años más tarde
Recorro con la mirada la lista de pacientes que la jefa de departamento me ha dejado encima de la mesa de mi despacho. Frunzo el ceño al comprobar que únicamente tengo que ayudar al doctor Park con algunas consultas.
Cojo la lista y salgo al pasillo del hospital. Observo a lo lejos el pelo rubio-platino de mi jefa. Corro entre las camillas limpias preparadas para ser bajadas a urgencias.
- Disculpa Hyo - le tiendo la lista y la miro - ¿No tengo pocas consultas hoy?
- ¿No te han dicho nada? - recojo la lista en mi pecho y niego desconcertada -. Algunas enfermeras tenéis que ir a la base militar de la ciudad. Los soldados necesitan revisiones.
- ¿Y por qué nosotras? - abro los ojos sorprendida y me muerdo el labio - ¿No tienen ellos su propio cuerpo médico mucho más especializado que el nuestro?
- La mayoría del equipo ha sido destinado a Irak en una misión bastante delicada - Hyo se peina el pelo que le cae por los hombros -. El coche os viene a recoger a las tres, avisa a tus compañeras de departamento.
Asiento y realizo una pequeña reverencia. Camino molesta hacia el despacho para avisar a las demás. ¿A caso no hay más hospitales y más enfermeras en todo Seúl?
Un coche tintado y de color verde caqui nos viene a recoger a la hora exacta. Dos hombres vestidos con la ropa de militares se acercan a nosotras y nos piden que nos identifiquemos.
Doy mis datos personales y me fijo en los trajes de estos hombres, parecen ser de altos rangos. ¿Conocerán a Namjoon? Niego frustrada y me obligo a no pensar más en él, han pasado casi cuatro años desde que nos despedimos, y nunca más he vuelto a saber nada de él, ¿por qué crearme esperanza pensando que lo veré de nuevo?
Los hombres nos dan el visto bueno y nos dejan acompañarlos en el vehículo. Me distraigo con la vista de la ciudad mientras comienzo a notar la sensación de nervios que yacía muerta desde la última vez que lo besé.
Unas horas más tarde llegamos a la base. Me sorprendo al ver la cantidad de movimiento que ocurre dentro de las paredes de la misma, ya que durante el trayecto desde el coche hasta la nave médica he podido observar mínimo mil personas caminando de un lado a otro. Algunas armadas, otras con simples papeles y otras con teléfonos.
Sin embargo, la sensación que me produce estar aquí es muy extraña. No me gusta el ambiente que desprende este lugar. Supongo que la tensión que flota en el aire es debido a la misión que me comentó la jefa, así que decido ignorarlo. Haré mi trabajo y me iré a casa con Dae, como siempre hago todos los días.
Me colocan en una consulta con una doctora muy amable que me sonríe nada más verme. Me informa de la cantidad de pacientes que vamos a recibir y de los lugares dónde se encuentran los medicamentos y los utensilios más frecuentes en estas consultas. La miro agradecida y me indica que las visitas comenzarán en escasos minutos.
Me paso toda la tarde junto a esa doctora. Me siento muy cansada, tanto que lo único que quiero es llegar a mi casa y tirarme en la cama, no obstante, queda un paciente y mi jornada por el país habrá acabado.
- Sargento Kim puede pasar - voy preparando la jeringuilla con la carga exacta antes de que la doctora me lo pida - Siéntese ahí.
Humedezco las gasas y los algodones y los deposito en el carrito metálico justo al lado de la camilla. Desde el otro lado de la cortina escucho a la doctora hablar informalmente con el paciente. Espero impaciente a sus órdenes.
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HELL ➳ Rap Monster
FanfictionYo, Kim Namjoon, te doy la bienvenida al Infierno. Prohibida su copia.