Golpeando Mis Sueños

Capítulo 11 Salidas.

Y Así nos volvimos a juntar aún más Aron y yo, ya somos oficialmente novios y por ende hemos salido más de lo habitual, el lunes fuimos por un café, el martes por un helado, el miércoles ambos teníamos tarea así que decidimos esperar al día siguiente para vernos, el jueves salimos al parque ya que yo me sentía un poco mal y Ary no quería estar muy lejos, el parque se encuentra doblando la esquina de mi casa y ahí estuvimos, cual jóvenes enamorados de décadas pasadas, y aquí estamos, viernes, dando una vuelta a la manzana de su casa, cada uno lleva un auricular puesto, que va conectado a mi móvil, tomados de la mano además, vamos escuchando a una  de nuestras bandas favoritas, hablando acerca de álbumes y giras de ésta.
Se para en seco, me mira y se hecha a correr cómo loco sin decir nada, su impulso fue fuerte y los auriculares se cayeron al suelo y yo me he quedado parada ahí, viendo como se aleja, como su chaqueta crea ondas cortas y rápidas con el movimiento acelerado.
-Aaron Smith por el amor de Dios deja de correr- dije siguiéndolo al ver que no paraba, el sabía que odiaba los deportes lo hacía solo para molestarme, después de varios minutos de correr y un mini- infarto, debido a que al pequeño niño no le han mostrado que antes de cruzar tiene que fijarse si se aproximan vehículos; Aaron iba corriendo, volteo para ver que tan lejos venía yo y cruzó la calle sin ver, un auto le rozó las caderas pero de igual forma este se tiró al suelo mientras gritó fuertemente y entre gemidos dijo- No vi ese auto venir- se levantó y caminó hacia la orilla, el conductor estaba incrédulo, con las manos en la cabeza esperando un reclamo, ahí siguió parado con la puerta abierta- está bien, no levantaremos cargos ni nada de eso, puede retirarse- dije con voz amable y sonriendo; el conductor sonrió aliviado y lentamente fue alejándose.
Tonto, casi haces que le de un infarto a ese hombre, a el y a mi- y lo golpee en el pecho-el seguía con una sonrisa en el rostro- que acaso no te mostraron a cruzar?
-Si, pero es inevitable ver cosas lindas y había una muy linda tras de mi que parecía que había corrido tres maratones sin descanso ni agua- rió y me tomo de las manos, acúrrucandome en sus brazos, me abrazó tan fuerte que logró hacer que ignorara cualquier cosa que pasaba al rededor.
-Vamos a mi casa, bebé?
-Si, tengo pereza de regresar a la mía, esta vez sin correr- supliqué
-Esta vez sin correr- afirmó con esa sonrisa que me encantaba.
Pasaron unos 5 minutos hasta llegar a casa de Aaron, sacó las llaves de su bolsillo y me invito a pasar posando una mano frente a la puerta.
-Gracias, amor- había venido pocas veces a su casa, había fotos por doquier, usualmente las fotos en casas agenas me incomodan puesto que son recuerdos buenos  que aveces
Llevan a historias malas o que no debieron terminar, por eso se usan, por que se sabe que las cosas terminarán, la única forma de estar con alguien para siempre es en una fotografía,
Pero en ésta casa, no me incomodaban por alguna extraña razón, disfrutaba ver a Aaron de pequeño, con esa cara tierna e infantil, donde no había historias de dolor en sus ojos.
-Que quieres hacer?- Dijo con los brazos abiertos dando un circulo en la sala.
-Jugar vídeojuegos ?-Y apunté a la tv.
-Cómo gustes, cuál eliges ?- vi los distintos juegos y apunté a uno sin saber de que trataba; era de autos pero no recuerdo su nombre.
Comenzamos a jugar aunque yo no sabía lo que hacía, honestamente, mientras el iba ganando en segundo lugar yo estaba chocando el auto color turquesa, contra un poste luego contra otro, después con la pared, casi mato a cinco personas virtuales; y así sucesivamente, Aary había elegido para mi, sabiendo que ese color era una de mis favoritos, mi carro se volcó así que decidí dejar la partida poniendo el control en la mesa y alzando las manos en símbolo de que en realidad soy mala para eso, por supuesto el ganó, pasa casi todas las tardes o noches aquí.
Cuando el aún no ganaba yo lo había molestado pero mis esfuerzos no tenían valor, el era bastante profesional, cuando vio lo que sabía que pasaría en la pantalla baja el control y me besa.
Amo cuando lo hace, cuando esta cerca de mi y su olor llena mis pulmones haciéndome sentir completa.
Ha pasado ya un buen rato y le aviso que ya tengo que marcharme que ya casi llega mamá a casa, ha decidido acompañarme, a lo cual acepto, caminamos el respectivo camino, y se despide de mi dando un suave besó.
-Pasarás por mi mañana?-pregunto
-Tu que crees, bebé?-ríe- Claro que lo haré.

Abro la puerta con una sonrisa en el rostro y me encuentro a mamá sentada en el sofá, Dios mío, le diré que es un amigo, nuestros padres no sabían el y yo queríamos mantenerlo en privado familiar ya que no nos gustaba esas cosas de las comidas de presentaciones ni nada de eso.
Okay esperemos el sermón en  3...2...1...