Capítulo 22

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Al llegar a casa después del paseo con Dominic, subí inmediatamente  a mi pieza dejándome caer en la cama, pensando en lo que acababa de suceder; Nuestras miradas se habían cruzado de forma distinta a lo habitual, y ambos notamos algo, una conexión, no psicológica, no física, fue algo espiritual,  nuestras almas se acercaron, con esa sensación en los sueños profundos, cuándo despiertas y sientes que vuelves a la vida después d eun largo tiempo. No sabía como sería el lunes por la mañana al vernos en el cole.


El Domingo por la mañana mi abuela me contó que  por la tarde iríamos a casa de mamá, y aunque no tenía ganas de verla en mucho tiempo más después de dejarme en casa de mis abuelos como las mascotas que dejan en parques después de que los dueños ya no pueden hacerse más cargo de ellas, al menos así lo sentí desde mi propio ángulo, decidí no oponerme para no general problemas y sólo dejar fluir la situación.


Al rededor de la una de la tarde me metí a la ducha cuándo por fin terminé de organizar mi récamara, cuando pasó un largo rato bajo el agua tibia rosando mi piel y me sentí completamente limpia, finalmente salí con la toalla violeta sujetada bajo los brazos haciendo un rollo sobre mi, de esta manera tome un jean deslavado y una blusa tinta con encaje en los hombros y unos zapatos del mismo, hice un moño con mi cabelllo y deje un mechón de cada lado de mi rostro; puseun poco de polvo sobre toda la superficie de mi cara y después reicé y alpiqué máscara sobre mis pestañas, para los últimos toques repartí rubor en mis pómulos y le dí color a mis labios con un vilé rojo.

Faltaba aún una hora y media para ir a casa de vuelta así que tomé mi vieja bicicleta del garage y avisé al abuelo que daría algunas vueltas a la manzana para pasar el tiempo, a lo cuál el asintió mientras cambiaba los canales del televisor.

Fui a la parte trasera de la casa y tomé mi bicicleta color turquesa y comecé a pedalear una vez que pude montar sobre ella, di varias vueltas en el parque del vecindario y después conitué sobre el suave pavimiento de las calles, hasta que algo asaltó mi vista, en la acera, frente a la casa de la abuela de Daysie, posaban sentados, ella y Aaron, los tres nos miramos mutuamente, y los ojos de Aaron se abrieron como platos al afirmar que que era yo, y ella sólo sonreía, se notaba la malicia en sus ojos al conseguir lo que siempre quiso. Pedaleé más rápido y di la vuelta en una calle desconocida solo para desaparecer de la vista de ambos. Paré en la esquina dejando caer la bicicleta y tratando de respirar hondo.

No había visto sus ojos directamente desde que terminamos y mi corazón ardía en fuego al verlo con ella, tan cerca, tan íntimos; los odiaba por hacerme sentir así, tan débil, tan dependiene, tan pequeña. Pasé mis manos por mi cabeza, mi cuello y mis hombros, tranquilizándome. Pasando unos segundos subí nuevamente al asiento y me moví ágilmente

por las calles hasta llegar al super mercado, entré y conté el dinero que traía encima, fui a los refrigeradores y tomé un bote de helado de galleta,  seguido de esto tomé golocinas que pudieran hacer buena compañía. Pagué y salí poniendo la bolsa sobre la canasta,  y sobre un croquis imaginario tracé las calles que debía circular para no pasar junto a mi ex novio y mi peor enemiga.

Saludé y fui a la cocina a llegar  a mi lugar seguro,  saqué una cuchara y subí en pegueños rebotes las escaleras, me quité los zapatos y los dejé bajo la cama sentándome, me recosté y apenas abrí el helado y tomé una cucharada, tocaron a mi puerta. Mi abuela entró me vio y rió.

-Veo que no estás lista para ir ¿Me equivoco?

-Maldición...- susurré la escena drámatica de hace algunos minutos me hiso olvidar mi futuro paseo

-Hey, esas palabras no son apropiadas- mucitó mi abuela al darse la vuelta en la puerta- Te esperamos en el auto- cerró la puerta.

Volví a cubrir mis pies y baje las escaleras con un suéter sobre el brazo, cerré la puerta y metí mi móvil en el bolsillo trasero de mi pantalón y entré al auto, preparándome mentalmente.

Golpeando Mis SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora