John Lennon conoció a Paul McCartney el 6 de julio de 1957.
Fueron mejores amigos y pareja, pero diez años después, un 9 de noviembre Paul sufrió un trágico accidente automovilístico que terminó con su vida.
John, destrozado, debe continuar sin su...
El ensayo pasó tranquilamente. No peleamos, no le grité a William y terminamos rápido. Le conté a Ringo lo del cuadro y el auto rojo, y me aconsejó que me disculpara con "Will". Lo hice, aunque él creyera que era una broma y estaba bastante asustado cuando me acerqué a hablarle.
-H-hoy he tocado bien...Sin errores...Incluso mi voz mejoró, John...
-¿De qué hablas? No vengo a eso.-Reí.
-¿No? Entonces ¿a qué?
-Quería disculparme por lo de ayer...El auto rojo estaba bajo la cama. Lamento haberte gritado.
-¿En serio?
-Sí. ¿Por qué bromearía?
-No creí que pedirías perdón.
-Pues créelo, no hago eso con cualquiera.
Creo que se sintió especial al oír eso, ya que sonrió.
-Pues...acepto tus disculpas, John.
-Gracias. Bueno, nos vemos. Voy a salir con Yoko.-Tomé mi saco y me dirigí a la salida.
-Amm...¿John?
-¿Sí?-Volteé a verlo. Nos miramos a los ojos unos segundos.
-Nada. Suerte con Yoko.
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Preparé la casa para la noche, ya que comeríamos allí.
Claro que no planeaba sólo comer...Pero ya veremos.
Me aseguré de quitar todos los cuadros y fotos de Cyn y yo. Llevé a Julian a casa de sus abuelos, dándoles una excusa que ya olvidé. Me duché y preparé, y cuando llegó fui lo más servicial posible. No era tan atento con una chica desde que había empezado a salir con Cynthia. Me sentía muy feliz, nada me molestaba y todo era gracias a Yoko.
Cociné una pasta, que a ella le encantó. Entre charla y charla, terminamos besándonos en el sofá, cada vez más apasionadamente.
¿Hace falta explicar a dónde llegamos?
---- Al día siguiente estaba de mejor humor que el día anterior. Yoko dormía a mi lado, con una frazada cubriendo su cuerpo. Preparé el desayuno y cuando regresé, la vi ya vestida mirando una foto de Paul. Debería guardar todo lo que me recuerde a él...Pero no quiero.
-¿Quién es?-Preguntó señalando la imagen, en la que salía relativamete mal. Atesoraba esa foto porque es la única que alguien pudo sacarle desprevenido sin que luciera perfecto. Aunque yo no me veía mejor. En una ocasión nos entrevistó una reportera argentina, y al hablar de esa foto dijo que allá lo llaman "Escracho" o algo así. Me causa gracia el nombre. Llamé a la foto "El Escracho de Paul".
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-Mi mejor amigo.
-Es muy apuesto.
-¿Disculpa?
-Oh, me criaron con la estricta regla de nunca mentir.
-Pero no puedes decir que mi mejor amigo es apuesto después de pasar una noche conmigo. Se supone que dices que yo soy apuesto, que lo de anoche fue increíble y bla bla bla.
-¿Eso alimentaría tu famélico ego? ¿El vanidoso beatel necesita su dosis diaria de autoestima?
Esto con Cyn no pasa...
-¿Sabes qué? Olvídalo. ¿Quieres desayunar?
-¿Y tener que halagarte por lo "delicioso que estaba"? No, gracias.
¿Quién entiende a esta mujer?
Se fue, dejándome solo y confundido. Desayuné en silencio, y fui a buscar a Julian. A los padres de Cyn les preocupaba que aún no hablara del todo bien. Según una psicóloga que consultamos -aunque yo no estaba ahí en realidad-, podría deberse a la falta de estímulos de parte paterna.
Lo que me faltaba.
Pasé todo el día jugando con él, a decir verdad fue divertido. Cocinamos unas galletas y tuve que limpiar ese desastre. Para las cinco de la tarde Julian estaba tomando una siesta en su cuarto mientras yo escribía. La puerta se abrió y entró William, con una expresión de terror profunda en el rostro. Su labio inferior temblaba, indicando que estaba a punto de llorar.
-¿Qué pasó?-Pregunté, preocupándome por él por primera vez desde que lo conozco.
-Maxwell...Él...Él...
-¿Él qué? ¡Dime!
-¡Mató a mi familia!-Soltó, rompiendo en llanto.
Me quedé sin palabras. William siguió hablando, entre sollozos.
-Dijo que no debí irme de aquí anoche...Que no debo quebrar la imagen de mejores amigos que Paul y tú tienen...Que debo "estar tranquilo". ¿Cómo quiere que esté tranquilo cuando asesinó a mi esposa y a mis hijos frente a mis propios ojos?
Nunca fui bueno consolando con palabras. Así que lo callé con un abrazo, que él correspondió con fuerza.
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A la mañana siguiente nos dirigimos a los estudios con Julian, ya que la niñera no pudo ir a cuidarlo. Me había costado dormir, lo que pasó con William es horrible...Y fue mi culpa. Le grité cosas muy feas, cualquiera se habría ido en esa situación. Pero seguía sin entender cómo podía disimular tan bien lo que sentía. Tocaba y cantaba con entusiasmo, como si nada hubiera pasado. En un descanso, fue a comer algo y yo me acerqué a Ringo.
-Oye, escribí algo para las pistas. Una canción.
-¿Ah sí? ¿Cómo se llama?
-Nowhere man. Paul estará agradecido cuando la pongamos en el disco.
Antes de que pudiera contestar, una voz muy conocida lo interrumpió. Vino de detrás mío y me produjo un escalofrío.
-¿Qué pasó con Paul?
Esa voz...
No.
No. Tiene que ser una broma.
¡¿Qué rayos hace ella aquí!?
-Disculpa, te estoy hablando. ¿Qué-pasó-con-Paul?-Silabeó mirándome fijamente.