Tyler.

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Era lunes en la mañana, mis papas me dejaron afuera de la escuela despidiéndose cariñosamente de mí y deseándome suerte. Me dirigí hacia mi casillero para sacar las libretas de las tres primeras horas de clase. Cuando estoy sacando mis libretas recuerdo a Ashley. No puede ser, ni si quiera le mande mensaje disculpándome por lo del viernes, no fui para esperarla cuando salimos de la clase de Algebra y no le di ninguna explicación. Creerá que no soy buena amiga, porque nunca la espero. No es que me caiga mal pero yo no necesito compañía de todos, si soy sociable, pero me gusta hacer las cosas por mí misma. Tengo demasiadas experiencias donde hice las cosas en compañía y la mayoría salieron mal, siempre nos distraíamos y no terminábamos el trabajo, o porque no llevaban las cosas que se les pidieron, porque faltaban a clases ese día, o simplemente no ayudaban en nada. Era una infinidad de cosas, que si las dijera todas, podría hacer un libro con ellas. Así que decidí hacer mis cosas yo sola, para no tener que lidiar estas situaciones.

Lo que más espero es que Ashley no se enoje conmigo.

Siento que alguien me toca el hombro.

-hola Kylie.-- Y reconozco esa voz familiar. Cuando volteó veo a Ashley un poco enojada.

**Pensando en el rey de Roma.** me digo en mi mente.

--ya no te voy a hablar. Nunca me esperas, lo del viernes no fue una, ya han sido varias veces, Kylie.-- subiendo el tono de voz, haciendo que desvíe de lo que estaba pensando.

--Oye Ashley de eso quería hablar contigo. --digo sincerándome.

-quiero escuchar, ya que TU nunca me das explicaciones.- me señala con su dedo índice, haciendo una expresión muy dramática. Sí que Ashley salió bien dramática.

-dirás que estoy esquizofrénica, pero no dejaba de pensar en lo que te había dicho antes de entrar a la clase de Álgebra.

-¿qué me habías dicho?- pregunta frunciendo el ceño.

-sobre..-¿qué demonios le pasa? Se enoja de que no la espero y ella no es para escuchar lo que le dije sobre la máquina del tiempo. Sabía que sí le volvía a comentar sobre el tema, me va decir loca otra vez, pero necesitaba darle explicaciones. Así que preferí volverle a decir sobre la maquina porque Mentirle empeoraría las cosas. -sobre la máquina del tiempo.- solté.

Me mira incrédula. Sabía que pondría esa cara.

-¿y qué es lo que vas a hacer? ¿Te ducharás con una tostadora? ¿O qué?
- Me saco una sonrisa por el comentario que hizo, al parecer no estaba tan enojada conmigo. Qué alivio.

-jajaja no te pases. Uno: no voy a meter una tostadora cuando me bañe. Que rayos.- señalo con mi dedo índice y el dedo medio, haciendo el signo de paz.- Dos: ya tenemos las teorías sobre la máquina del tiempo, donde determina que si es posible.

-¿qué? No hablas en serio ¿verdad?

-hablo en serio. - cada vez que dicen si hablo en serio, intento hablar con toda la seriedad del mundo para que me crean.

-Y si es verdad todo sobre la máquina del tiempo ¡¿por qué no me llamaste para ayudarte?!- Al parecer sí noto mi seriedad con la que le conteste. Ahora si no tenía explicaciones para contestar su pregunta.

-pues...pues todo fue de improvisto, y no creíste en mi idea la primera vez que te lo dije.- es cierto, ella no me creyó cuando le dije de la máquina del tiempo. Ahora ella ya no sabe que decir.

-Es que se me hacía ridículo.- lo dice mientras se ve las uñas. Revisando que no tuviera un desperfecto en su manicura.

-Ya viste. Esto no es ridículo. Ni mucho menos imposible.- dije triunfante.

Eterna JuventudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora