-De verdad quiero saberlo. Ganaste millones, tuviste un gran éxito. La mayoría de la gente no abandonaría eso. No podría. Por el rostro de él se desbocaron las emociones.
Luego, al recobrar el control, la expresión se volvió inescrutable. No iba a contárselo. La conversación relajada se había terminado. Lo había obligado a aislarse de una noche de pura diversión y estropeado la velada.Le soltó la mano y buscó un colín de pan. Él apretó los labios. -Fui implacable. La voz delataba un tono que ella jamás le había oído.
-Recuerdo que en una ocasión el periódico te llamó el Rey de las Opas Hostiles.
-No sabía que supieras mucho sobre mi pasado.
-Difícil de evitar tal como aparecías en las noticias -Peeta rió, un sonido carente de humor.
-¿Te gustaba? -hasta ese momento, no había sabido lo importante que iba a ser su respuesta.-Como acabas de decir, gané millones. - Ella enarcó una ceja
-No fue eso lo que te pregunté.
-Parte del tiempo, lo pasé bien. Era como un juego, estimulante y arriesgado. Pero la satisfacción era fugaz y por todos los motivos erróneos. Además, casi todo el dinero era para otra gente.
-¿Cómo te metiste en el negocio? No se parecía en nada a las ideas de tu padre de crear nuevas fuentes de energía.
-La misma historia triste de siempre... Fui un niño pobre. Estoy seguro de que puedes adivinar el resto.
-Conquistaste el mundo para demostrar algo -le gustaba su postura de no pedir disculpas. No vivía en el pasado.
Peeta Mellark no era ninguna víctima de las circunstancias. Hacía su propia vida y sus propias reglas-.
- Pero acabas de decir que fue por todos los motivos erróneos.
-Me convertí en otra rata en la carrera de ratas. Feliz de fastidiar a cualquiera siempre que mis acciones se mantuvieran arriba y mis accionistas contentos.
-Y tú no eres realmente así.
-Quizá es como soy realmente-ella abrió la boca para protestar -.No proyectes ilusiones conmigo, Katniss. Yo no lo hago. Esta fusión, cuando se produzca, cuando yo la lleve a cabo, me devolverá de nuevo a la cima. Pero en esta ocasión según mis términos.
Sí, hablaba con implacabilidad, pero ella sabía que había algo más bajo la superficie que sólo la necesidad de regresar a la cumbre.
-Vaya, qué sorpresa. La voz desagradable y desdeñosa no podía pertenecer más que a una persona. Giró en la silla y dejó que sus ojos le confirmaran lo que le habían dicho los oídos.
-No agradable, Snow. Me pareció ver que te escondías -repuso Peeta con desprecio. Snow. El hombre irradiaba untuosidad. Nacido atractivo, rico y educado en la creencia de que el dinero de su familia solucionaba cualquier problema, había crecido sin conciencia.
La última vez que Katniss lo había visto, había sido en el juicio conjunto contra él y su padre. El mismo en el que a su padre lo habían condenado a ocho años y medio de cárcel y en el que Snow había salido libre. Arthur Everdeen al principio había sido poco más que un estafador, pero al unirse a Snow, se había vuelto despiadado. Bebió un sorbo de agua. Costaba reconocer que la cárcel era el lugar que le correspondía a su padre.
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Como Seducir Al Jefe
RomanceSer mala podía llegar a ser algo muy, muy bueno... Era la ayudante perfecta, o al menos lo fue hasta que accedió a que la hipnotizaran durante una fiesta. De la noche a la mañana, la eficiente y recatada Katniss Everde...