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 Tras leer aquellas preguntas, Andy no hizo más que cuestionárselas a sí mismo; y es que él estaba seguro de que alguna vez se había preguntado eso, o al menos había utilizado la pregunta referente a la escuela como un argumento para justificar a su mamá la razón de sus no-tan-buenas calificaciones.

 Pero aquella muchacha parecía hacerse aquellas cuestiones en serio, o al menos eso le pareció a Andy. Ella parecía no comprender la razón de asistir a la escuela, de vivir. 

 ¿Y quién era él para justificar aquello? En parte, lo que ella decía era cierto. Sin embargo, hubo algo que se le vino a la cabeza, algo que Andy pensó que sería la respuesta más adecuada. 

 Entonces escribió: 

 Él piensa que el punto de ello es hacer de cada momento algo tan único como para no olvidarlo jamás.

Pero ya noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora