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No hubo respuesta a la anterior nota que Andy había escrito.

Al principio, sin poder creérselo del todo, el muchacho buscó la respuesta de la persona anónima, girando el trozo de papel arrugado que encontró en la gaveta usual apenas la abrió aquel día.

Sin querer aceptar que fuese-quien-fuese no había dejado una nueva nota, justo como habían acostumbrado a hacer durante las ultimas semanas, Andy terminó optando por ceder ante la cruda realidad sin darle cuidado al hecho de que ella siempre dejaba una nota a la que él respondía y aquello parecía ser un proceso sin fin; eso hasta ese exacto día, en el cual la muchacha no dejó nada más dentro de la gaveta que una simple bola de papel en blanco. Una vez más, Andy tanteó dentro del lugar mediante el cual ambos intercambiaban notas en un intento de conseguir algún otro trozo de papel, sin embargo siquiera se sorprendió al encontrarlo vacío. Tras volver a hacer una bola del pedazo de papel en blanco que ella le dejó, el muchacho lo arrojó dentro de la gaveta una vez más, un tanto enfadado al respecto, pero a la vez también preocupado.

Por primera vez en lo que iba del año escolar, Andy no tenía ni las más mínimas ganas de dormir, siquiera se sentía somnoliento, razón por la cual se pasó el resto la clase atento, pero no a las palabras que el profesor decía, sino más bien a sus propios pensamientos. 

Entonces, al punto de volverse loco, Andy arrancó la ultima hoja su cuaderno, la cual se encontraba vacía, y en ella escribió aquella cuestión que tanto se había hecho a sí mismo desde el momento en el que la muchacha de las notas anónimas apareció en su vida:

¿Quién eres?





➳ Chan, chan, chan, ¿creen que Zoe ceda finalmente? Andy parece estar al colmo con las notas; veamos que sucede con ellos. No olviden votar y dejar algún comentario, besos y abrazos calientitos.

Pero ya noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora