Capítulo 3

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Kyungsoo miró sorprendido la habitación esta misma era un lugar pequeño pero eso no fue lo que le sorprendió. Lo que le había causado sorpresa eran aquellas paredes llenas de fotografías de él. ¿Por qué Chanyeol tenía una habitación especialmente con fotografias de él por doquier? Kyungsoo se acercó y miró con cautela las fotografías que se encontraban en una de las cuatro paredes, todas eran fotografías distintas ninguna se repetía e incluso cada una tenía un pequeño post- it pegado en ella el cual contenía la fecha en que esa fotografía había sido tomada.

Kyungsoo en la biblioteca, Kyungsoo entrando a la universidad, Kyungsoo en el autobús, Kyungsoo con sus amigos.

Kyungsoo tragó fuertemente saliva mientras seguía mirando cada fotografía, había una fotografía por cada lugar que había visitado. Algo en particular le llamó la atención y eso era que había fotografías en las que no se encontraba sólo sino con alguien y curiosamente cada acompañante era marcado con una tacha inmensa de color rojo sobre su rostro.

Kyungsoo se había considerado un acosador de primera por el sólo hecho de investigar cosas acerca de Chanyeol su pequeño amor secreto, pero entonces esto le había tomado por sorpresa. Chanyeol sabía incluso más cosas sobre él que el mismo Kyungsoo y evidentemente lo había estado acosando pero no desde aquel día en que lo ayudó tal como Kyungsoo quien se enganchó con él esa vez, sino desde hace mucho más tiempo.

¿Acaso había una cosa peor que encontrar una habitación con fotografías tuyas por todos lados?. Si, si lo había porque eso no era lo único que Kyungsoo encontró ahí, también había hojas en donde estaba escrito a donde había salido durante los últimos seis meses y no sólo eso, además contenían la hora de salida y la hora de llegada a su casa pasando por alto que también estaba el nombre del lugar a donde había ido y con quien lo había hecho.

—Es un psicópata —susurró mirando con horror aquella habitación.

Entonces la imagen perfecta que Kyungsoo tenía sobre Chanyeol se había desmoronado por completo, el dulce y amigable chico pelinegro de hermosa sonrisa que lo había defendido aquel día estaba incluso más loco que los chicos que lo molestaban, que por cierto desde ese día habían dejado de hacerlo.

Kyungsoo se había quedado mirando todo entrando en un pequeño trance, ni siquiera había sentido cuando alguien más entro a la habitación hasta que sintió una mano contra su nariz y boca teniendo de intermedio un pañuelo con olor extraño. Kyungsoo luchó con todas sus fuerzas por soltarse pero era demasiado tarde, en cuestión de segundos ya estaba incluso más débil de lo que él recordaba estar.

•••

Kyungsoo abrió los ojos lentamente y miró a su alrededor, cuando recordó donde estaba se levantó rápidamente de donde se encontraba recostado. No recordaba nada de lo que paso después de tener aquel sujeto tomándolo con fuerza evitando que pudiese escapar.

—Has despertado —dijo una voz de pronto. Kyungsoo volteó encontrándose  con Chanyeol—. Tranquilo, estas en buenas manos.

«¿Estar cerca de un loco era estar en buenas manos?» pensó Kyungsoo pero no lo dijo por temor a que Chanyeol pudiera hacerle daño.

Kyungsoo no respondió y la habitación estuvo en silencio un par de minutos hasta que el castaño comenzó a jugar con sus dedos mirando ambas manos y entonces notó algo inusual en ellas. Un brazalete que parecía de metal estaba en cada una de sus muñecas.

—¿Qué es esto? —se animó a preguntar sin mirarlo.

—Brazaletes de restricción —respondió el pelinegro.

—¿Brazales de restricción? —Kyungsoo lo miró entonces, él entendía perfectamente lo de restricción pero no entendía de que serviría eso.

—Así es. —Chanyeol asintió—. ¿Ves esa pulsera que traes en el pie? —preguntó señalando el pie ajeno, Kyungsoo miró la pulsera que le estaba indicando y Chanyeol prosiguió sin esperar respuesta—. Al menos que te alejes dos metros fuera de esta habitación esa pulsera en tu pie sonará emitiendo una luz roja en el pequeño foco y mandará una señal de alerta a los brazaletes. —el castaño lo miró aún sin entender la función de aquellos brazaletes—. Y los brazaletes le darán toques eléctricos a tu cuerpo impidiendo que te vayas, pero no te preocupes, si regresas a la habitación los toques te dejarán en paz.

¿Qué no se preocupara? Maldición ese hombre estaba tan jodidamente loco, no. Estaba aún más que eso, era un psicópata y lo tendría secuestrado para hacerle quien sabe que cosas durante quien sabe cuanto tiempo. Kyungsoo tragó saliva y por primera vez en su vida tenía ganas de llorar, nunca lloraba incluso cuando aquel grupo de amigos que acostumbraban a molestarlo podían hacerlo llorar, pero esta vez sus ganas eran inmensas.

—¿Por qué me has encerrado aquí? Este era tu plan al dejar aquel libro, ¿no es así? —preguntó Kyungsoo intentando no sonar asustado por mucho que lo estuviera.

No se necesitaba ser demasiado inteligente como para notar que Chanyeol lo había traído ahí a propósito, él no había olvidado su libro, todo era parte de la trampa.

—Eres inteligente.

—No, si lo fuera no estaría aquí. —respondió Kyungsoo con evidente molestia.

—Debo admitir que sinceramente no creí que caerías, más sin en cambio lo has hecho. Has caído justo en el blanco.

—Sigo sin entender porque estoy aquí.

—Porque has venido a acosar a tu enamorado secreto, la curiosidad mato al gato pequeño Kyungsoo. —respondió Chanyeol con una sonrisa vacilante en sus labios—. ¿Ya no lo soy? —preguntó mirando aquellos ojos grandes que lo miraban con terror.

A decir verdad no, ya no lo era pero Kyungsoo no podía darse el lujo de decirlo sin esperar que eso no lo molestara.

—Déjame ir. —fue lo único que pudo decir.

—No puedo hacerlo. —Chanyeol se levantó del asiento en donde estaba dirigiéndose a la puerta listo para salir.

—¿Pretendes tenerme aquí todo el jodido día? —le preguntó Kyungsoo a sus espaldas y Chanyeol asintió—. ¿Qué pasa si quiero ir al baño?

—Hay una pequeña puerta justo a tu izquierda, ahí esta el baño. —se volteó y señaló la puerta con su dedo—. Tienes una cama, tienes un baño y tienes un televisor justo ahí, estarás bien —fue lo último que dijo antes de salir.

Kyungsoo escucho la cerradura de la puerta cerrarse con seguro, corrió hasta la puerta y movió desesperadamente la perilla.

—¡Chanyeol déjame salir! —gritaba mientras golpeaba la puerta.

Después de unos minutos se dio cuenta que era inútil, Chanyeol no volvería hasta quien sabe cuando y él no podría salir de ahí. Recordó vagamente su mochila y comenzó a buscarla ahí estaba su celular podría llamar a Baekhyun o a su madre para pedir ayuda, la decepción lo inundó cuando notó que la mochila no estaba por ningún lugar, seguro Chanyeol se la había llevado para evitar que él pidiese ayuda.

Kyungsoo suspiró yendo hacia el baño para ver si ahí había una ventana o algo por donde pudiera salir, pero al entrar vio que no había nada más que un escusado y un lavabo, ¿cómo pretendía Chanyeol que iba a bañarse? Kyungsoo abrió grandemente los ojos con horror al imaginar que tal vez no se cambiaría la ropa nunca mientras estuviese ahí.

My sweet stalker [ChanSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora