Un ruido estridente me despertó de mi dulce sueño de duendes y extraterrestres. Espera, ¿qué tiene que ver una cosa con la otra?
Bueno, el caso es que mi tan amada alarma sonó a las once de la mañana. Maldita sea. Pateé el despertador que se fue volando a quién sabe dónde que me lo diga, pero no dejó de sonar. Con todo mi esfuerzo, me levanté de mi cama y me fui al cuarto de mis padres.
-Noisy, noisy, very noisy -murmuraba medio sonámbulo.
Y sí. Se ve que cuando soy sonámbulo hablo en inglés.
Mi perro me echó de la cama de mis padres porque él había llegado antes.
El caso es que, al final, me desperté acurrucado en la casa de mi perro. A saber cómo había entrado yo allí.
Y a saber cómo saldría.
Desayuné, me duché con agua fría para estimularme un poco y me vestí con unos tejanos rasgados y un jersey negro.
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Cuando miré la hora ya llegaba por los pelos. Ese era uno de los problemas que yo tenía. Tardaba mucho en levantarme. Quizás mi despertador sonaba y yo me levantaba una hora después.
Cogí mi móvil y las gafas de sol antes de salir de casa.
Cuando me planté delante del instituto, MinJae aún no había llegado.
Le estuve esperando una hora. Hasta me fui a comprar un bocadillo y me senté enfrente de la escuela por si llegaba tarde.
Fui a llamarlo pero no pude hacerlo. Yo mismo les había dicho que este era un teléfono con una relación de alumno-profesor. Así que me mordí el labio y me aguanté las ganas.
Pero él nunca llegó.
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Vi a Jungkook sentado en el portal de su casa escuchando música.
-¡Taehyung! -gritó al verme. Se levantó corriendo y se plantó a mi lado.
-Hey, cálmate fiera. -dije un poco mareado por su repentino movimiento.
-Cómo si tu fueras del tipo tranquilo -me respondió.
Al ver que yo no respondía, su rostro cambió y me dejó ver una bonita expresión de preocupación.
-Oye, Taehyung. ¿Estás bien? ¿Ha ocurrido algo con MinJae?
Algunos días, me sorprendía el cambio que podía hacer este chico. A veces era un tipo intimidante cómo cuando lo conocí o cuando se peleó con MinJae, pero también tenía su lado tierno cómo cuando me curó o se puso a llorar.
