The New Girl |Narlena & Harlena|

Capítulo 4.

Cuando estábamos a centímetros del otro, podía sentir la respiración de él en mis labios, escuchamos un ruido. Pff…Venía alguien, apurados salimos corriendo y riéndonos hasta llegar al auto de Niall y por más que quisiera no sería lo mismo entre él y yo ahora. Comencé a alejarme del auto en dirección a mi casa, la brisa golpeaba agresivamente mi cara y un una terrible tormenta se asomaba sobre las nubes. Estaba oscuro, solo y daba un poco de miedo, pero ya no iba a regresar. Las gotas comenzaron a caer sobre mí rápidamente. Mierda, ahora llegaré mojada y con posible resfriado. Mi madre me va a matar.

–Selena!– escuché a lo lejos y me giré para ver al causante –Niall?– me detuve a preguntar y el me dio una sonrisa –No pensabas…– tartamudeo e interrumpí –Respira– dije divertida, él puso sus ojos pero con una sonrisa, suspiró fuerte, tomó aire y se acercó a mí acortando mucha, de la poca distancia que nos dividía –Ahora si– rio y el ríe sarcástico –No creerás que te dejaría ir sola, tan tarde y con una tormenta o sí?– Cierto había olvidado que llovía y estábamos empapados. –No papá– digo haciendo una voz más grave y el ríe. Cada vez que lo hace, aparece un brillo hermoso en sus ojos, él y yo no habíamos compartido mucho, pero, creo que a pesar de este terrible año que voy a tener, él será mi anestesia.

Niall gira sus manos en mi cara y ríe, sacándome de mi trance. Claro Selena quédate sonriendo como una idiota frente a él. – ¿Qué piensas?– dice tomando mi rostro en sus manos, mis mejillas se sonrojan y mis manos sudan como si fuera hombre, mi mirada se encuentra en la carretera por lo que la dirijo hacia la suya –Na-nada– logro tartamudear, baja una de sus manos a mi cintura y me acerca más a él, si eso es posible, siento su respiración en mis labios y veo como cierra sus ojos –  ¿Te llevo?– me sorprende con esa pregunta, creí que me besaría. Y si lo hubiese hecho, yo no hubiera dudado en seguirle el paso. Ya muy sonrojada me solté de su agarre y caminé en sentido a su auto y un escalofrío recorrió mi cuerpo al   sentir contacto con algo. Niall me tomaba de la mano. Dios, y mi mano es mi punto débil, no deja de sudar. Subí al auto pero noté que Niall estaba ignorándome como en el viaje hacia la fiesta. ¿Qué demonios le pasa? ¿Por qué actúa así? Primero me busca y luego me ignora. Espero no arrepentirme, pero voy a preguntar.

Lentamente me le acerqué a su oído y vi cómo se colocaba nervioso – ¿Qué pasa?– susurré y apresuradamente me miró –Nada– aseguró para después volver su vista a la carretera. Me di cuenta de que algo brillaba en su pecho, supongo que era un collar y luego me di cuenta de una audífono detrás de su oreja colgando. ¿Niall es sordo de un oído? No, seguro estaba ¿escuchando música? Después de eso no volvimos a hablar, llegamos a mi casa y bajé sin despedirme. Busqué mis llaves y las introduje en mi puerta –Adiós– sonreí triste y asentí antes de ver el auto desaparecer al final de la calle.

Muy triste y con una gran pregunta entre a la cada dejando mis llaves y mi bolso en la cocina, subí a mi habitación con ganas de una ducha, tomé la ropa empapada y me deshice de ella para tomarla y me fui a dormir. ¿Qué paso? ¿Hice algo malo? ¿Dije algo? No lo sé, pero de algo estoy segura, esas preguntas me quitarían el sueño.

¡Ding! ¡Ding! suena el despertador y todo comienza de nuevo...

A sólo 15 minutos antes de las 8 oigo una corneta y al asomarme era ¿Niall? Mierda llegaré tarde a la escuela.

Atontada aún por el sueño le abrí y el sonrojado me miró – ¿Vamos?– lo miré poco interesada – ¿A dónde?– parecía que había dicho un chiste porque él comenzó a reír.

– ¿A la escuela?– contestó extrañado –Oh, claro– dije dirigiendo mi mirada a donde se encontraba la de él. En mis pechos. Aún me encontraba en pijama, aclaré mi garganta y me miró apenado. Reí y lo fulminé con una mirada –Pasa– me hice a un lado y él continuó su camino hasta la famosa sala –Espera aquí, no tardaré– asintió y subí  a cambiarme de ropa.

Tomé una camisa azul claro que decía ‘‘I’m’’ en blanco y la palabra ‘‘HOT’’ en rojo. Unos vaqueros apretados negros y unas Converse negras. Bajé y Niall jugaba ese famoso juego Flappy Bird. Salimos de la casa Y tomamos un atajo hacia la escuela. Estuve nerviosa y examiné otra vez a Niall y aún tenía ese brillo en el pecho y el audífono detrás de su oreja.

–Selena ¿Qué pasa? estás muy callada– negué con la cabeza –Nada

Niall sospechaba algo pero no sabía que era. Estaba un poco desesperada, quería llegar rápido a la escuela justo en ese momento recordé que quedaba muy lejos y que sería un largo camino.

En el auto reinaba un gran silencio atormentador y paralizante de una forma muy extraña e incómoda y en ese momento en que no se aguantaba el silencio –Selena, quisiera que habláramos de anoche– exclamó desesperante, yo quede paralizada y no contesté nada

–Sé que parece que no fue nada pero a mí sí me importo– sonrió.

–Niall, no te entiendo. Sólo llevo un día aquí y ya nos besamos– no quisiera hablar de eso –Y…no creo que haya sido nada– fue la contesta que le di... Su cara se veía decepcionada, más incómoda decidí que tendría que volver a comenzar de cero, con nuevos amigos. Al llegar a la escuela me lleve una gran sorpresa muy inesperada.

Una foto de mi publicada por ¿Vanessa? la chica que el día anterior se había hecho mi ‘‘amiga’’. No sabía de qué se trataba, solo sabía que todos se reían de mi sin entender pregunté a Jennifer la chica del periódico... Ella al parecer no esperaba que yo le preguntara eso.

Al ver la foto me di cuenta de que éramos Niall y yo, en la playa, muy cerca. Demasiado. Muy triste y desconsolada salí corriendo al baño de chicas e intentando resistirme comencé a llorar.

Al levantar el rostro vi la puerta del baño y decía.

‘‘Selena, Niall nunca será algo más que tu amigo, no sueñes. Te lo advertí el primer día y te lo advierto hoy. Bienvenida al infierno angelito. Ahora sabrás lo que es sufrir. Perra’’.

Yo muy enojada borré la nota y vi como la puerta se abrió. Y vi a un chico de rulos entrar cauteloso –Ho…– interrumpí – ¿Tú también te vienes a burlar de mí, no? Lárgate… ¡Y déjame sola!– negó y me tomó de la mano –No, mi nombre es Harry…Harry Styles. Estamos en la misma clase– dijo sonriendo parecía animarme –Si…ya sé quién eres– asintió y jaló de mi levantándome del frío suelo del baño, y caí en sus muy tonificados brazos. Al principio lo sentía como un apoyo y sollocé un poco, pero me acordé de Demi. Ella me lo advirtió y no le hice caso y…yo soy muy frágil. Me separé dándole un pequeño empujón –Soy Selena…Selena Gomez– asintió y me dio una sonrisa. Mi labios comenzaban a curvarse en una sonrisa y rio –Tienes muy linda sonrisa– dijo rascando su nuca de manera nerviosa –Gra…gracias…– bajé la mirada apenada –Dime Harry– contestó levantando mi rostro.

Fuimos a clases al sentarme en la mesa del primer día Vanessa me empujó y caí, Niall al ver eso agachó la cara dejándome hay humillada. Y Harry se acercó a Vanessa – ¿Qué te pasa?– tomó su brazo amenazante – ¿Qué haces Styles? ¡Suéltame!– Harry la soltó y ella rio sarcástica –Qué te pasa, recuerda que lo de esta mañana fui...– interrumpió Harry – ¡Cállate!– extendió su mano y me apoyé en el para levantarme, le di una mirada asesina a Vanessa y me dirigí hacia los últimos dos asientos y Harry seguido de mi – ¿Estás…bien?– tartamudeo y le di una mirada agradecida y asentí. Parecía nervioso y molesto.

Y así comienza el ‘‘Bullyng Infernal’’…