Capitulo 4

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Podía sentir y distinguir a miles de kilómetros que aquel dolor de pecho que sentía justo ahora era de arrepentimiento.

Si, arrepentimiento.

Justo ahora me cuestionaba el porque había hecho aquello.

Apesar de haber caminado lo suficiente aún sentía las miradas de muchos.

Sabía que tenía algo que ver con mi vestuario, más sin embargo lo mayor que los dejaba anonadados eran aquellas lagrimas que mi rostro tenía, aquellas que no podía controlar en este momento por más que quisiera.

Y todo empeoró, si, como leyeron, una mano se ciñó a la perfección a mi brazo derecho jalándome con brusquedad haciéndome voltear y encontrarme con mi mayor perdición, una vez más.

Michael.

Sus ojos claramente se encontraban rojos e hinchados.

¿Cómo era eso posible?

Hacía unos segundos él se encontraba blasfemando en mi contra y ¿Ahora el lloraba por haber puesto fin a aquello?

Eso no podía ser posible.

-¿Te estás divirtiendo? Dímelo, por qué esto no me resulta nada gracioso.

Su voz era áspera y arrogante, más sin embargo, se podía denotar dolor en el fondo.

Me limité a guardar silencio y controlar mis sentimientos que justo en este momento estaban hechos una porqueria.

No cedería esta vez.

Pensé en calmarme pero el hecho de verlo así me ponía peor.

Se supone que la herida era yo, no él.

-¡CONTESTA!

Enseguida di un pequeño salto a causa de su grito, me miraba con una mirada expectante pero más que eso, con molestia.

Y eso solo empeoró las cosas, ya que en un abrir y cerrar de ojos aquel nudo en la garganta había crecido y dolía más en mi pecho.

Agradecí mentalmente aquel sonido rechinante de la campana.

Mire a mi alrededor discretamente, todos se dispersaban hacia sus respectivas clases.

Solo había un problema.

El no se había inmutado en lo más mínimo...

"Enamorada De Un Idiota" | M.CDonde viven las historias. Descúbrelo ahora