"Enamorada De Un Idiota" | M.C

Capitulo 9

La mayoría de la gente dice que el mayor placer de la vida es toda aquella gama de productos costosos, otros dicen que es el que te regalen una hamburguesa con papas fritas y otras simplemente dicen que es enamorarte.

Yo creo que sería el poder disfrutar de los cielos cada mañana, atardecer o noche.

Me encontraba en el aula de Literatura, observando através de la ventana el cielo. Eran exactamente las 9:45 am.

Eso solo significaba una cosa.

Faltaban 15 minutos para receso. Y yo seguía aqui, teniendo una batalla interna sobre que decidir respecto a George.

Él era tan lindo, si no fuese por aquel gato del que me enamore ahorita seguramente estaría perdidamente enamorada de George.

El profesor tenia una junta que atender, mis amigas se encontraban en sus respectivos mesabancos discutiendo sobre la decisión que más me convenía. Y bueno, Luke, Calum, Michael y Ashton estaban en el escritorio del profesor Turner cuchicheando sobre algún tema que no podía escuchar.

¿Qué respondería?

No lo veía de otra forma.

Además, si le dijese que si, existía la posibilidad de que...

-He escuchado que el escarabajo de tu amigo se te declarará.

Me tense al escuchar aquella voz hablarme personalmente a mi después de tanto tiempo.

-Y yo que tu novia planea asesinarme.

Dije con una sonrisa sarcástica.

-¡Oh vamos! ¿Negarás que no te lo mereces?

Me gire a él con el ceño fruncido.

-¿Quien te crees para decirme eso? Maldito idiota.

Una aqui muriendo internamente por no romper el corazón de su mejor amigo y este imbécil diciendo que soy una perra.

Bueno, no dijo eso con exactitud pero eso quiso decir, ¿No?

-Vaya, pero si mi pequeña chica ha aprendido a defenderse.

-No soy tu chica.

Comente irritada mientras rodaba los ojos.

Pude escuchar como chasqueo la lengua.

-Cierto, olvide que ahora estoy con Sierra.

-Y por lo visto también que te deje.

Pude ver como se tensó, le di en el clavo.

-Como sea, el chico es un idiota. Apuesto a que estará tartamudeando cuando te lo pida. El solo jugara contigo, he escuchado que sólo te quiere entre sus piernas -tal y como el lo hizo- En fin, yo te preveni. Te estoy evitando un corazón roto. Ya sabes, tómalo como un fav...

Lo interrumpí.

-¿Cómo me vienes a decir que lo tomé como un favor? ¿Con que cara vienes a prevenirme de ello? Antes de eso me hubieras prevenido de ti -pude ver como aquella sonrisa socarrona se borro al instante- De haber sabido a lo que me enfrentaba contigo no te ponía ni un ojo encima.

El silencio gobernó por unos segundos que parecieron eternos. Más sin embargo, no me sentía intimidada, había sacado algo de lo que tenia en su contra y eso me hacia sentir bien.

El timbre sonó y todos salieron disparados alegres de salir de aquel lugar mientras yo rogaba por no tener que hacerlo.

No sabia si salir y dejarlo solo o esperarlo.

Mis amigas me esperaban en el umbral de la puerta.

-Te quiero.

Mierda.

-¿Que?

Me giré rápidamente hacia él.

-No se nisiquiera porque rayos te hice aquello.

Dijo mientras negaba con la cabeza admirando el cielo.

Podía sentir mis ojos picar.

-¿Porque me dices esto justo ahora?

-Asumo que una parte de mi no quiere que le digas que si a Shelley.

Dijo riendo levemente y justo ahí después de tanto tiempo, pude ver al Michael del que me había enamorado.

-Creo que te das cuenta de ello muy tarde, ¿No crees?

Pude sentir su mirada sobre mi, sus ojos se veían pacíficos pero en el fondo notaba desesperación y algo de dolor.

Lucían más verdes de lo que recordaba y podía ver como lentamente se ponían rojos.

El lloraría.

¿Cómo es que se había quebrantado tan fácil? ¿Cómo confiar en sus palabras? Teniendo en cuenta que jugo conmigo.

-Lo siento, enserio lo hago.

-Un perdón no arregla un corazón roto, Michael.

***

-El punto es que, no se exactamente como paso -Se miraba nervioso y eso me ocasiono ternura- Pero te quiero, de una forma que se supone no debió de pasar pero sucedió.

Mis manos se encontraban bajo mis muslos, ahí no se movían tanto por los nervios.

Mi labio inferior temblaba y sentía que en cualquiera momento me quebraría. Justo ahora Michael me decia todo aquello.

George y yo nos encontrábamos en el campus, mis amigas estaban a lo lejos mirando y divise a Michael y sus amigos observándome sobre unas mesas.

-Es muy lindo que me digas todo esto.

Confesé con una sonrisa.

-Siento si estoy nervioso, enserio perdon.

Negué con la cabeza sonriendo.

-Sólo quiero decirte, que me gustaría que me dieras una oportunidad. Es todo.

Lo contemple, estaba sonrojado. Mire a Michael desde lejos y supe que había notado que ya había llegado el momento.

George se puso de pie y me ofreció una mano sonriente.

-¿Y bien? ¿Qué dices?

Temerosa acerque mi mano a la suya y la tomé.

-Digo que si.

Dije levantándome y abrazándolo.

Note como Michael se levantó y se fue de ahí dejando a sus amigos en shock.

Lo abraze fuertemente y llore, llore como posiblemente nunca lo había hecho.

¿Qué hice?