CAPITULO 11
RAY
Termina la noche y me devuelvo a casa con Sam, ya hemos comido por lo que llegamos directo a la cama. Sam me ha confesado que no ha salido tan mal como lo pensaba, no soporta a Harry, pero se ha sabido controlar, cosa poco común en él. Ha estado con Harry durante horas sin estrangularlo. Tengo otra nueva razón para quererlo aún más: Intenta ser mejor por mí.
SAM
-Abre la puerta –Gruño cuando el irritante sonido me despierta, Ray no realiza ni un movimiento, por lo que vuelvo a gruñir, esta vez alzo más la voz. -Abre la puerta Ray –No obstante, recuerdo que no hay nadie más en casa, y que sería una locura si alguien estuviese tocando la puerta del dormitorio. Abro los ojos y me percato en que mi chica no está a mi lado. El sonido, que resultó ser el choque de un martillo contra una puntilla, vuelve a inundar la habitación, miro la hora y me levanto de la cama, me apresuro a salir a buscar a Ray, cuando estoy en la sala de televisión la veo profunda en el sofá. Me acerco hasta estar a su lado y le retiro el cabello de su cara, sus labios, tan rosados como siempre, están quietos, me acerco a su rostro lo más que pueda y comienzo a acariciarle la cabeza.
-Buenos días –Digo.
-Hola... –Dice ella despertando.
-¿Qué haces aquí? ¿Ronco mucho?
-No, tuve una pesadilla... –Ríe –Y me he venido a ver televisión.
-Y te dormiste.
-Eso parece.
-¿Qué tan mala era tu pesadilla que no me despertaste?
-Muy fea.
-Cuéntame.
-Te perdía.
-Eso jamás pasará, es una ridiculez –Le aseguro.
-En mis mejores sueños estás ahí.
-Yo jamás sueño contigo –Digo.
-¿Ah no?
-No. Estás conmigo, estoy viviendo en una realidad, como un cuento, como un sueño hecho verdad.
Ray sonríe y acerca sus manos a mi rostro, comienza a mirarme fijamente mientras al tiempo acaricia cada parte de mi cara.
-¿Qué tanto me ves? –Pregunto.
-Nada, es solo que me parece loco que estemos juntos.
-Estamos locos -Afirmo.
-Dementes.
-Y estúpidamente enamorados.
Ray se acerca y me da un tierno beso. Pasamos media hora viendo televisión y yo me levanto a ducharme, Ray lo hace al instante en que yo salgo del baño. La mañana se pasa tan rápida como es posible y cuando menos me doy cuenta estamos almorzando comida asiática, estoy lavando los platos cuando el timbre suena.
RAY
Le doy a Sam un beso en la mejilla y voy a abrir la puerta. Cuando bajo me cruzo con quien menos pensé que estuviese timbrando.
-Hola Ray –Dice –No sabía que vivías aquí.
-Sí, hola Lucy –Respondo.
-Mike me ha dicho que podía encontrar a Sam aquí.
-Está arriba –Respondo intentando mostrarme tranquila.
-¿Están viviendo juntos? –Pregunta Lucy.
-Si –Digo fríamente.
-¿Te importa si paso?
-No, adelante.
La ex novia de mi novio está entrando por la puerta de mi casa para hablar con mi novio. Jamás pensé estar en una situación tan incómoda, pero me equivoque.
-Lucy, ¿Qué haces aquí? –Pregunta Sam al verla.
-Tengo que hablar contigo –Responde la chica.
-Te escucho.
-A solas.
-No hay nada que Ray no pueda escuchar ¿De qué quieres hablar?
-De mi –Responde.
- Vale, vale, entiendo, no puedo estar –Digo.
-No Ray, no tienes que irte, da igual que quiera decirme Lucy.
-No te preocupes Sam, estaré en la habitación –Respondo.
-¿Estás segura? –Pregunta él.
-Sí, no hay problema –Respondo y me alejo.
Salgo por la puerta de la cocina pero no soy tan ilusa para irme a la habitación. Me quedo por fuera de la cocina a un lado de la puerta, a la suficiente distancia para no ser vista y escuchar todo lo que hablen. Sé que no está bien espiarlo, yo confío en él, pero no en ella.
-¿Y entonces? ¿Qué quieres hablar? –Pregunta Sam.
-Nosotros.
-No existe un nosotros hace mucho tiempo Lucy.
-Podemos recuperarlo.
-¿Para eso has venido? No sé si te des cuenta, pero estoy en casa de Ray, mi novia.
-¿Desde cuándo solo estás con una chica?
-Desde que estoy con ella. Si no tienes nada más que hablar puedes irte.
-Podemos estar juntos, como antes. Yo sé que la idea te agrada.
-No lo hace, ya puedes salir del apartamento.
Observo por un agujero entre la puerta como Lucy le ofrece la repugnante propuesta a Sam. Imaginarlos juntos me da asco, mi asco se incremente cuando observo a Lucy acercarse a Sam. Lo ha besado. La rabia y los celos se apoderan de todo mi cuerpo. Sam tarda dos segundos y la separa de él.
-Lárgate de aquí –Le dice.
-No me digas que no me extrañas –Responde Lucy.
-No lo he hecho, vete de aquí.
-No me iré –Responde Lucy en tono desafiante.
-Vete de mi casa ya mismo –Digo interrumpiendo en la cocina.
-¿No estarías en la habitación? –Me pregunta Lucy y mi rabia se incrementa.
-Nadie que sepa contar los dedos de la mano confía en zorras como tú. Lárgate ya mismo de mi casa, hablo muy enserio –La forma en la que he hablado parece haber sorprendido tanto a Sam como a Lucy. Después de varios segundos en silencio Sam vuelve a clavar su mirada en su ex novia y no la desprende ni un segundo, ella me mira y vuelve la vista hacia Sam, el silencio es interrumpido por ella:
-Nos vemos Sam, adiós Ray –Dice Lucy y sale de la cocina, escucho la puerta cerrarse y me acerco a Sam.
-¿Cuánto escuchaste? –Pregunta Sam.
-Todo –Respondo.
-Ray... Yo no...
-Escucha, olvídalo, iré a arreglarme, tenemos que ir al hospital.
-Vale, ¿Estás enojada?
Observo fijamente a Sam y me doy la vuelta, me dirijo a la habitación y comienzo a maquillarme. No estoy enojada con Sam, él me ha dado mi lugar, estoy molesta conmigo misma, por haberla dejado entrar. Y no quiero ver a Sam e imaginarme los labios de Lucy en los suyos. Me da náuseas de solo pensarlo.
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¿Y si mañana fuera tu último día? // Wattys2017
RomanceSegunda parte de Pride. "Entre tantas letras escondidas, se encuentra el placer por escribir a cerca de algo de lo cual has sido testigo, o incluso has vivido. El cuerpo se inclina hacia adelante como algo ahínco, casi queriendo darle un beso al fol...