Capítulo 5

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ZeXiang se puso tenso al imaginarse cumpliendo el consejo de su hermano. Se imaginó a Takuya entre las sabanas de su cama. Él nunca había llevado a alguien a la montaña Zang. Cuando su instinto sexual se lo demandaba, solía buscar compañías pasajera fuera de allí.

Pero su último encuentro había sido hacia una eternidad. Y estaba hambriento. Sin embargo, no era su estilo aprovecharse de un hombre en apuros. Aunque también era cierto que nunca había sentido una respuesta tan instantánea ante un hombre.

Lo deseaba con desesperación, desde el momento en que lo había visto por primera vez. Si hubieran estado en un bar cualquiera del país, lo habría invitado a acostarse con el. Pero estaban en Montaña Zang, se territorio sagrado, y allí las reglas eran diferentes.

-No sería mejor que me quedara aquí, YonkSeok? Por si una emergencia...-balbuceo Takuya.

-Nada de eso - mando ZeXiang.

YonkSeok y Takuya se quedaron mirándolo.

-YonkSeok es demasiado blando -dijo . el a modo de explicación y lo miró - Quiero tenerte vigilado.

-Perro ladrador, poco mordedor -comento YonkSeok, frunciendo el ceño -. Te cuidara bien, Takuya. Pero no te preocupes, iré a verte por la mañana - lo consoló y le rodeo los hombros con un brazo -. Intenta no preocuparte. Todo va a estar bien. Te lo aseguró.

ZeXiang lo condujo de vuelta al jeep, aunque lo dejo ir por su propio pie. Le gustaba llevarlo demasiado en brazos. Y era mejor mantener las distancias. Hicieron el camino de regreso en silencio. Cuando llegaron a casa, comprendió que iba a tener que ser hospitalario a la fuerza. Takuya parecía a punto de desmayarse de agotamiento.

Lo guió hasta uno de los dormitorio de invitados. Takuya se quedaría poco tiempo, se dujo a si mismo para tranquilizarse. De lo contrario, no iba a ser capaz de seguir controlando la atracción que lo embargaba.

-El baño esta allí -señalo el y posó los ojos en la ropa que llevaba el huésped. Seguía vestido con el sencillo camisón y vaqueros- Te buscaré algo que ponerte para dormir.

Cuando ZeXiang regreso dos minutos después, Takuya seguía parado en el mismo sitio, con expresión angustiada. Sin querer, el se enternecido. Si la amnesia era de verdad, debía de estar muy asustado. Pero, al mismo tiempo, se mostraba lleno de valor, determinado a no perder la compostura. De pronto no pudo evitar sentir admiración por el.

Cuando le tocó el brazo, el recién llegado se sobresalto, como si su mente hubiera estado a miles de kilómetro de distancia.

-Siento no poder ofrecerte nada mejor -indicó ZeXiang, tendiéndole una de sus camisas- Encontraras cosas de aseo en uno de los cajones del baño. Mi prima se ocupo de la decoración y me prometió que no dejaría ningún balo sin un juego completo de jabones, cremas y cepillos de dientes. Sirvete tu mismo.

-Tu vas a estar en tu cuarto? -preguntó Takuya pálido.

-Si. En cuanto te deje acostado y con la luz apagada -repuso el e hizo una pausa. Por una parte, quería mantener las distancia y no caer en la tentación pero, por otra, quería ser amable con el-Estaré aquí a lado. Igual puedes dejar la luz de la mesilla encendida para no sentirte tan raro.

-De acuerdo -dijo Takuya, asintiendo despacio.

Algo en el le rompía el corazón a ZeXiang. No parecía estar intentando manipularlo de forma consciente, pensó ZeXiang.

-Buenas noches -se despidió el, tratando de endurecerse el corazón.









Takuya oyó como la puerta se cerraba despacio detrás de el. Los ojos se le llenaron de lágrimas. Había estado conteniéndolas hasta entonces, haciendo un gran esfuerzo. No había querido que ZeXiang fuera testigo de su debilidad. Era duro y sospechaba de el.

Aun así, le resultaba muy atractivo. Y la fuerza de sus sentimientos lo asustaba.

Se dirigió al baño. Vería las cosas de otra manera por la mañana. ZeXiang no había mentido sobre lo bien equipado que estaba el baño. El suelo tenía azulejos color crema, bordeados de dorado. Un espejo enorme ocupaba toda una pared, devolviéndole a Takuya la imagen de un hombre desconocido, despeinado y miserable.

YonkSeok le había cubierto los rasguños con vendas. Despacio, se quito la ropa y se metió en la ducha, que tenía tres chorros para la espalda y una válvula de vapor. El agua caliente lo masajeo, cayendole por las piernas y los brazos. Apoyándose en la pared, lloró.

Cuando cesaron las lágrimas, tomo una esponja y le puso un poco de jabón. El aroma era delicioso.

Veintes minutos después, se obligó a salir del agua y secarse. La camisa de ZeXiang le llegaba a las rodillas y le daba un aspecto de niño abandonado.

A continuación, lavo su ropa interior y la colgó en el toallero antes de volver al domirtorio. En su ausencia, ZeXiang le había dejado algunas cosas en la mesita de noche. Un par de calcetines de lana, un vaso de jugó junto a dos pastillas de analgésico y un periódico.

Takuya se puso los calcetines y, por primera vez en todo el día, le dieron ganas de reírse de lo ridículo que estaba. En la cama, le costo dormir. Se revolvió entre las sabanas, aunque el movimiento le causaba dolor en la pierna y la cabeza. Cada vez que cerraba los ojos, recordaba cuando se había despertado y había visto a dos hombres mirándolo con desconfianza.

Que hacia el en Montaña Zang? Que había ido a buscar? Estaba su padre metido en negocios sucios? Las preguntas lo sofocaban, impidiéndole descansar.

Al fin, cuando el reloj de la mesita marcaba las dos y media de la madrugada, se levantó de la cama y se asomó a la puerta. Pensó que podía explorar la casa. Tal vez, así, encontraría algo que despertaras sus recuerdos.

Además, tenía hambre. Con el corazón acelerado, salio al pasillo.







ZeXiang lo oyó salir de la habitación. Siguió el sonido de sus suaves pisadas sobre la moqueta, hasta encontrar a su huésped en la cocina. Se asomó a la puerta, sin que Takuya lo viera.

Takuya estaba tomándose un vaso de leche y un pedazo de pan con queso. Luego, se levanto y lavo los cacharros en el fregadero para, a continuación, guarlos en el armario. El sonrió, acaso pensaba que así borraría las huellas de su andanzas nocturnas?

Su sonrisa se desvaneció cuando lo vio acercarse al ordenador portátil que había sobre la mesa. Observo como el se sentaba delante de la pantalla y comenzaba a pulsar las teclas con gesto seguro.

ZeXiang entro y se acercó a el por detrás. Takuya tenía la cabeza inclinada, concentrada en la pantalla.

-Que diablos creen que estas haciendo? -preguntó él, furioso.



Hola chicas. Espero que estén bien.
Que creen que esta buscando nuestro lindo herido?
ZeXiang tiene al pecado en su casa, les aseguro que caerá a sus pie. Ouch, eso fue spoiler. ;__;

Magli llama a gente, ese grupo tuyo de traficantes de yaoi hard. Hace falta el poder CandY aquí °_°

Tal vez actualice en la próxima semana o en menos.

Nos vemos
Las naranjeo

Terreno Peligroso (Cross Gene) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora