Capítulo 7

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Cuando Amber se hubo ido, un opresivo silencio se apoderó de la casa de nuevo. Takuya quería explorar, pero le aterraba que lo sorprendieran mirando por ahí. Por eso, decidió salir fuera para disfrutar del sol. Era un día precioso y soleado, no demasiado caliente.

De pronto, ardió en deseos de agarrar un pincel y plasmar aquella belleza sobre un lienzo. Se quedó paralizado, recordando...

-Soy competente, papa, conozco la técnica, pero creo que no tengo el talento necesario para ser artista. Por eso, quiero dirigir la galería. Se me daría bien, sabes que yo...

El fragmento de conversación se difuminó en su memoria y apretó los puños, frustrado. Entonces, era pintor? Y, si eso era así, que conexión tenia con Montaña Zhang?

Al no poder recordar nada más, comenzó a sollozar. Debía tener paciencia, se dijo y camino por el jardín que rodeaba la casa. Al mirar hacia arriba, soltó una exclamación, admirado. La casa que había en el pico era magnífica, una mezcla de palacio y fortaleza.

Entonces, tomó aliento y miro hacia la casa de ZeXiang. El día anterior, el había ido allí para hablar con el. Por que? Que había pasado antes de que se cayera? Su objetivo había sido deshonesto, inocente o una mezcla de ambos?

No tenia ni idea. Por mucho que lo intentaba, lo más cercano que recordaba era despertar en la cama de ZeXiang.

Con un suspiro, Takuya se encaminó de vuelta a la casa. ZeXiang estaba trabajando. Donde? Por que? Por lo que parecía, su fortuna era inmensa. En vez de trabajar, podía estar de crucero por la Riviera o  jugando a la ruleta en Las Vegas.

Llegó al garaje y se puso de puntillas para mirar por las ventanas. Vio allí el jeep, junto a una Harley Davidson, un mercedes negro clásico, una furgoneta gris y un pequeño coche eléctrico. Una extraña colección, pensó, intrigado. Todo en Zhang ZeXiang era misterioso.

Luego, vio que detrás se erguía un tercer edificio, de cuya chimenea de piedra estaba saliendo humo. Sintiéndose un poco como Ricitos de Oro explorando el bosque, se aventuró hacia allá.

La puerta de entrada estaba abierta y Takuya asomó la cabeza.

El interior del edificio era diáfano. En una esquina, había apilados varios troncos y, en otra, baldas con pequeñas figuras de animales y pasajeros. Había mesas repletas de toda clase de herramientas. El aire olía a madera y a humo de la chimenea. Un enorme claraboya en el techo llenaba la sala de luz, iluminando fragmentos de polvo en el aire.

Y allí estaba ZeXiang, de pie, lijando una enorme tabla de madera, muy concentrado. Aunque sabía que era mala idea, el se acercó. ZeXiang levantó la cabeza, sobresaltado, y lo miro, muy serio.

-Supongo que a esto te dedicas... -comentó Takuya, entrelazando las manos detrás de la espalda.

ZeXiang dejo la lija, se frotó las manos en los pantalones y salio de detrás de la mesa de trabajo. Takuya se quedó mirándolo con la boca seca, fijándose en como los vaqueros gastado que llevaba le marcaban algunas partes muy masculina de su anatomía.

-Has comido?

Takuya asintió.

-Y has visto a Amber?

Takuya asintió de nuevo.

-Recuerdas algo?

-No -negó el, tragando saliva.

Terreno Peligroso (Cross Gene) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora