Terreno Peligroso (Cross Gene) [Editando]

Capítulo 15

Cuando llegaron a su destino, ZeXiang dejó que su acompañante saliera primero. Por alguna extraña razón, Takuya estaba tan nervioso como si fuera una novia virgen en su noche de bodas. Sólo había una puerta en esa planta, justo enfrente del ascensor. Él uso la llave para abrir.

Una suave música clásica los recibió en la espaciosa suite. Hacia preciosos ramos de flores con rosas en la mesita de la entrada y en dos pedestales de mármol en el salón.

ZeXiang puso el cartel de No Molestar y cerró la puerta con llave.

-Al fin, solos -dijo ZeXiang con una sonrisa.

-Estoy impresionado. Aunque no recuerdo mi pasado, creo que nunca había estado en un hotel tan lujoso - reconoció Takuya.

-Mira esto -invitó el, tomándolo de la mano.

Unas puertas dobles daban a un pequeño balcón con barandilla de hierro forjado. A su derecha, se extendían el edificó del Capitolio, el monumento de Washington y todos los famosos museos de la ciudad. El sol de la tarde estaba bajo en el cielo, bañando de una cálida luz a los turistas que iban con sus cámaras y los paseantes.

Takuya se deleitó con las vistas.

-Ojalá pudiera recordar si he estado aquí alguna vez. Me resulta todo muy familiar, pero puede que sea por todas las películas que he visto.

ZeXiang le masajeo los hombros, dándole calor con su cuerpo.

-¿Que más da? Vive el presente. Disfruta de estar aquí conmigo.

Takuya se estremeció al notar su aliento caliente en la nuca y ladeó la cabeza, ofreciendo su boca.

ZeXiang no titubeó en besarlo. Sin embargo, trato mantener la compostura, pues estaban a la vista de todos. Le agarró de las caderas y le recorrió el cuello con la lengua. Muy despacio, le desabotonó la chaqueta y se la quitó.

La camisa de el era fina, no había manera de ocultar la excitación de sus pezones endurecidos, que a el no le pasó desapercibido.

-¿Cuando tenemos que ir a casa del senador? - pregunto Takuya, intentando con desesperación no dejarse llevar por el deseo. Habían tenido sexo hacia apenas unas horas y, aun así, bullía entre ellos una necesidad tan intensa que era casi dolorosa.

-A las ocho -murmuró él, acariciándole los glúteos -. Nos quedan unas horas. Tenemos tiempo.

-Yo tengo prisa -rogó Takuya -. No me hagas esperar.

ZeXiang lanzó un gemido ronco.

-Vamos dentro, Terada Takuya. Deja que yo lleve las riendas.

Entonces, lo tomó en sus brazos, atravesó el lujoso salón y entró en su dormitorio, donde alguien había dejado ya su equipaje.

Después de apartar el edredón y quitarle los zapatos, lo depositó con cuidado sobre un montón de almohadas, en la cama.

-Ahora quiero tomarme mi tiempo. Quiero hacerte suplicar - señaló el, desnudandose -. Imagina que estamos solos en el mundo, que no existe nada mas. Ni teléfonos, ni parientes.... Solo tu y yo.

Al ver el cuerpo desnudo de ZeXiang todo lo demás se difumino de la mente de Takuya. Al ver su gran ereccion, se le quedo la boca seca, imaginadose el momento en que lo penetraria.

- Fingire que tengo amnesia -bromeo Takuya y se incorporo sobre un codo -. Lo único que recuerdo son mis momentos contigo.

-Me gusta eso - repuso el, riendo. Se tumbo a su lado y le desabrochó los pantalones -. Cierra los ojos... Relajate.... Deja que te de placer.