Salimos de casa, ninguno habló ni una sola palabra de lo ocurrido en mi habitación. Solo me recordó mi condición de" fantasma". No podría hablar con Ingrid directamente, no me podría ver, ni oír...Él no me hablaría, pues la gente que lo viese creerían que había perdido la cabeza. Solo verían a un chico guapo hablando completamente solo.
Al salir a la calle, lo pude comprobar por mi misma, estaba tan ansiosa por la cita que salí del portal sin mirar. Mi cuerpo chocó con algo....puaggggjjj, no las palabras exactas serían que alguien me atravesó. Un chico gordo que iba comiendo una hamburguesa. Sentí su cuerpo, fofo, su sangre, sus huesos, sus venas a punto de reventar debido al colesterol....Es una sensación horrible¡¡
Miré a Jack, me miraba divertido, el muy capullo se estaba aguantando la risa. Mi cara debía de resultar cómica. Aún podía degustar en mi boca la salsa famosa y secreta del Big Mac...¡creo que no volveré a comerme uno en toda la eternidad! Me aguanté como pude las ganas de vomitar.
Llegamos a unas oficinas, Jack preguntó a la chica de recepción por el despacho de Ingrid. Ella le sonrió como si hubiese encontrado oro, batía sus falsas pestañas como una colegiala...¿creía que era sexyyyy? Ohhh por dios¡¡¡ lo que hay que ver¡¡ Le escribió el número del despacho y de la planta en la que se encontraba...pero, ohhh, esa chica no tenía vergüenza, le había escrito el número de su teléfono adornándolo con un emoticono. ¿Se puede ser más patética?
Jack le dio las gracias y se dirigió al ascensor, mientras esperábamos lo vi mirarme de reojo. Estaba celosa, no lo podía evitar. ¿Cómo un hombre así va a estar con una pánfila como yo? Mi corazón se rompió un poquito más.
Cuando salimos del ascensor, Jack leyó de nuevo el número de despacho y tiró el papel en la primera papelera que vio.
_ Pero...tenía..el númer..._ me cayó con un dedo en mi boca.
_ Ella no me interesa _ me miró muy fijamente, con tal intensidad que hubiese jurado que sus ojos se volvían rojo de nuevo. Parpadeó un par de veces y respiró fuertemente, intentando calmarse.
Sin decir nada se dirigía al despacho de Ingrid. Yo estaba allí paralizada, ¿Había esperanza? ¿Sentía algo por mí?
Sacudí mi cabeza intentando deshacerme de esos pensamientos. Ahora estaba allí por mi hermano. Si todo salía bien le vería muy pronto.
Apresuré el paso y me metí en el despacho de esa mujer.
Estaba sentada en su mesa, era una mujer de mediana edad. Por primera vez tenía un ángel delante de mí. Era bonita, su cara irradiaba felicidad, serenidad...paz.
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MI SEXY DEMONIO#Wonderland2016
ChickLitPRIMER PREMIO EN CATEGORÍA DE HUMOR EN LA REVISTA CULTURA JOVEN 2016 Cassandra es una chica normal, pero el destino le ha jugado una mala pasada. Jack se cruza en su camino. Él es...un demonio. Tendrán una semana para arreglar los asuntos que Cass...