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super hot, hot

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super hot, hot...VERY VERY HOTTTTT 

Cuando llegamos a casa, coloqué mi ropa en el armario, Jack estaba enfadado por haber comprado ropa "aburrida" ," de monja" como dijo él. Me cambié y me puse cómoda para estar en casa, un pijama de felpa de Hello kitty. Cuando salí, su expresión había cambiado.

_¿Qué?_ ese hombre me estaba asustando, estaba cambiando de color como un camaleón, su piel se volvía roja...y yo sabía porqué.

_¡Eso es lo más jodidamente sexy que he visto en mi puta vida¡

Al segundo estaba subida a la barra de la cocina sin la parte de arriba del pijama.

Besaba mi cuerpo, del cuello hasta mis pechos. Yo solté un jadeo, y él se volvió loco de deseo. Comenzó a lamer mis pechos, a succionarlos, me estaba mareando. Nunca había sentido esa sensación, siguió atormentándome. Mordisqueaba mis pezones y tiraba de ellos despacito, ejerciendo la presión justa para que mi cuerpo volase hasta las estrellas.

Me tumbó en la barra.

Seguía besándome, nuestras lenguas se entrelazaban con furia, yo no podía soportar el calor y la necesidad . Pero ¿qué era lo que necesitaba?...

Jack introdujo su mano en mi pantalón, me acarició con sus dedos en un lugar donde nunca habían estado los míos.

Nunca me había tocado...sentido este inmenso placer...

Estaba perdida en él, necesitaba su cuerpo. Le deseaba con locura. Él aceleró sus caricias, su piel y sus ojos estaban rojos de lujuria. En un segundo estaba completamente desnuda.

_Tengo que probarte, lo necesito o moriré de nuevo aquí y ahora.

Sabía lo que me estaba pidiendo, asentí con la cabeza.

Se quito su camisa, pude tocar su pecho, lamer sus músculos antes de que él pusiese su boca en mi vagina.

Ya no pude pensar más. Mi cerebro se frió.

Él me lamia, como si yo fuese un rico helado de fresa, yo solo podía jadear, mis jadeos se hicieron mas fuertes según incrementaba su presión y su profundidad.

Metía y sacaba su lengua de mi interior. Unas olas de placer recorrían mi cuerpo, comencé a temblar. En ese momento, me miró con esos llameantes ojos y me dijo:

_¡¡Preparate a gritar, nena, te llevaré al puto edén!!

Volvió a posar su boca en mí y mordisqueó mi clítoris que estaba hinchado y rosado para él. No pude aguantarlo más, grité su nombre mientras mi cuerpo se sacudía.

Me envolvió en sus brazos, me acunó como a un bebé mientras yo me calmaba y volvía poco a poco al planeta tierra. Besaba mis mejillas y mis labios con una ternura infinita. Y lo supe: Me amaba.

Poco a poco volví a la realidad, tenía a un demonio muy caliente a mi lado, sus ojos y su piel aún estaban enrojecidas. Me bajé de la barra, él me miraba extasiado, como si me viese por primera vez.

_Eres muy hermosa, estoy realmente jodido, nunca podré olvidarme de tu sabor, de tus gemidos, de la respuesta de tu cuerpo... ¿ Qué coño me estas haciendo?

Nos amábamos, era de locos pero así eran las cosas. Me acerqué a él, mi cuerpo estaba exhausto pero no podía ser egoísta. Quería hacerle lo mismo que él me había hecho a mí. Poco a poco me arrodillé, mi cara quedaba justo a la altura de su cintura. Le miré a los ojos. Creí por un momento que saldrían llamas de ellos.

_No, No Cass, no debes..tú...no..._ sé lo quería decirme, que yo no era así, que no tenía experiencia, que me corrompería...él no quería ser el culpable de que yo cambiase, me quería como era ahora.

_Déjame complacerte _ realmente mi cuerpo volvía a excitarse, allí de rodillas no me sentí humillada, al contrario me sentí sensual, poderosa.

Tenía a ese hombre en mis manos. Le desabroché el cinturón, le bajé los pantalones y sus boxes a la vez. Su pene quedó expuesto ante mí.

No sé si era hermoso o no, nunca había estado con ningún otro chico por lo que no podría comparar, pero en ese momento me pareció realmente imponente.

Toqué con curiosidad, era suave pero duro a la vez. Estaba realmente excitado. Lo tomé en mis manos, Jack suspiraba, jadeaba..cogió mi mano y la puso en su miembro, me enseñó cómo acariciarle. Movimientos lentos de arriba a bajo, según apretaba un poco más su miembro sus jadeos se hacías más fuertes, sus espasmos me decían que estaba completamente entregado a mis caricias. Lo acerqué a mi boca y lo probé, lamí con mi lengua toda su extensión. Cuando degusté su sabor, quise ir más allá, mi instinto me pedía más. Así que lo metí en mi boca y succioné.

Jack gritaba de placer, así que aumenté mis succiones, me hice más atrevida, y la boca se vio acompañada por mis manos que inquietas buscaban un placer aún mayor. Le acariciaba su pene, sus testículos, mientras mis labios succionaba hasta la última gota de placer.

_No puedo más Cass, no quiero que nuestra primera vez sea así, te necesito, necesito tu coño.

Me llevó en brazos hasta su habitación, no había sido la declaración de amor que me esperaba pero si lo suficientemente caliente para dejarme arrastrar por él.

Me posó en su cama, y allí los dos desnudos, hicimos el amor. Él me acariciaba todo el cuerpo, me lamía con desesperación. Iba a estallar de placer. Se situó encima de mí y con sus ojos me pidió permiso para invadir mi cuerpo por primera vez. Mi respuesta fue un beso con lengua, que le encendió aún más.

_Relájate mi amor, no te haré daño.

No tenía miedo, sabía que no me dañaría.

Y no lo hizo, en todo momento preparó mi cuerpo para su intrusión, vi cómo dirigía su pene y poco a poco notaba su miembro dentro de mí. Despacio, sin prisas.

Se paró, con sus hábiles dedos pellizcaba una y otra vez mi clítoris, yo comenzaba a moverme, las olas regresaban a mi cuerpo y cuando estallé en un hermoso orgasmo, se introdujo en mí. Apenas sentí un pinchazo, era más grande la necesidad de que me llenase por completo que el dolor que pudiese sentir al romper mi himen.

Sus movimientos me hacían desear más, le apreté el culo con mis piernas y él entendió perfectamente que necesitaba ir más rápido, más fuerte, más profundo. Se movía dentro de mí, llenándome, amándome, haciéndome sentir mujer.

Lo acompañé en su baile, me movía con él, noté cómo cambiaba su respiración, su cara, sabía que su final estaría próximo. Sus embestidas se hicieron más desesperadas, gritó. Una especie de rugido animal. Sentí su semilla dentro de mí, caliente. Los dos nos abrazamos, nos besamos y nos dormimos juntos, con él aún en mi interior.

No podía ser más feliz.

MI SEXY DEMONIO#Wonderland2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora