III

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La alarma lleva sonando más de cinco minutos.
Me levanto despacio y apago el despertador.

Al igual que ayer, pongo la música en los altavoces y busco ropa.
Unos pantalones vaqueros con unas vans negras y un blusa del mismo color con una chaqueta vaquera.

Sigo la misma rutina;entro al baño,me doy una ducha rápida,lavo mis dientes,salgo,me visto, arreglo mi cabello y salgo con la mochila al hombro.

Me acerco al cuarto de Mike y toco a la puerta.

- ¡Enanos,levántense de una vez! -grito tocando la puerta.

Nadie responde.

Abro la puerta y entro descaradamente. Abro la ventana dejando pasar la luz del sol para molestar a Mike y sus amigitos.

Me acerco a las camas y tiro de las dos matas a la vez,dejándolos expuestos a la claridad.

- ¡Pero a ti qué te pasa! -dice Mike.

-Soy demasiado joven para quedarme ciego- dice Alex cubriendo su cabeza con la almohada.

- Venga nenazas, levántense ya -digo caminando hacia la puerta.

- ¿Otra vez en mi cuarto? Es invasión de la privacidad,invasora -se sigue quejando.

- Como no estéis en la cocina en menos de quince minutos, volveré con unas tijeras -digo desde el marco de la puerta. -Por vuestro bien mejor que estéis allí.

Cierro la puerta y camino hacia la cocina. Busco los ingredientes y preparo el desayuno.
Dejo todo en la mesa y me siento a desayunar.

A los pocos minutos llegan los chiquillos y se sientan a desayunar como caníbales, acabando en menos de tres minutos.

- Vámonos -dice Mike.

- Ya,ya,venga vamos.

Salimos de casa y caminamos a paso lento.
A pesar de que siempre salimos con prisa de casa la verdad es que nos sobra mucho tiempo para llegar. Sólo que así evitamos encuentros incómodos.

Me coloco los auriculares y empieza a sonar la música.
El camino a la escuela se me hace tan corto que, cuando me doy cuenta ya estoy en el salón de clase.

La profesora se pasa toda la clase hablando,si tan solo explicara algo nuevo. Lleva tres días explicando lo mismo que ya me está aburriendo.

Entrego la tarea de biología y vuelvo a mi mesa.

- Bien,como ya sabréis mañana toca diseccionar un corazón. Al final de la clase os entregaré unas fichas que debéis completar y entregar el martes.

Algunos (como siempre) se quejan y  ponen pegas,otros se emocionan por la disección. Yo simplemente agarro mi mochila y espero a que suene el timbre.

Minutos después suena. Espero a que todos salga para evitarme empujones y cuando la clase está al fin vacía,salgo para ir a la clase de dibujo.

Las dos clases que quedan hasta el receso pasan lentas,como si el tiempo en vez de avanzar retrocediera.

Busco a Mike en la cafetería y lo encuentro con sus amigos.

- ¡Eh enano! -le llamo.

Él y todo su grupo de amigos se da la vuelta.

- Dije enano,no enanos.

Mike se acerca a mi con cara de pocos amigos.
Le doy el dinero del almuerzo.

- ¿Te irás hoy también? -pregunta guardando el dinero.

- ¿No lo hago siempre?

Me doy la vuelta y camino hacia la salida.
Desde que entró en el instituto siempre me ha preguntado lo mismo aun sabiendo la respuesta.

Una MásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora